Umberto Eco es un grande. No solo por los 70 años y la barriga. Aunque ególatra e hipernarcisista es uno de los pocos polímatas (al estilo de Gregory Bateson) que queda. Porque alguien que se puede dar el lujo de escribir cuatro novelas (de las dos El Nombre de la Rosa y Baudolino son realmente fantásticas), varios Tratados de Semiótica, una exquisitez como La búsqueda de la lengua perfecta, Critica, 1994) no necesitaba mas para merecer nuestro aprecio (y criticas) eternas. Pero el hombre nos quiso humillar aun mas y hace un par de años sacó su último tratado filosófico Kant y el Ornitorrinco y allí mismo nos dejó turulatos. Modelo del antifilosofo por excelencia muestra que para llegar a serlo antes hay que haber hecho los deberes . El justo que empezó hace con su tesis de doctorado El problema estético en Santo Tomas de Aquino de 1956, terminando en esta maravillosa obra sobre Kant y el Ornitorrinco (entrevista en inglés sobre esta obra). Como bien dice José Antonio Millán esta obra iconoclasta reúne en portada un monosílabo y un pentasílabo; respectivamente, un gran pensador y un bicho bastante raro. Y el efecto es no menos sorprendente: que los suplementos de libros de todo el mundo hayan reseñado un libro de semiótica dura sacando del gueto a la ciencia del por qué las cosas y las palabras significan como significan.
Eco, Kant y el Ornitorrico
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a q clase pertenece el ornitrico
é um individuo atipico
– reptil – baixa temperatura e reprodução ovipara
– mamifero – pêlo e produz leite
– ave – cloaca e bico