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Abducción y discapacidad

Hace poco más de un mes una pareja de lesbianas sordas dio a conocer al mundo que sus dos hijos también eran sordos porque ellas habían decidido inseminarse con el semen de un sordo. Esta noticia sacudió al mundo intelectual y reventó todas las categorías teóricas. La primera (y la segunda y la tercera) reacciones fueron de indignación de oprobio. S las acusó de cuanta maldad es imaginable. S las victimizó como monstruos y como propagadoras adrede de la discapacidad.

Desde el otro orilla de la ciencia (y del conocimiento) saltaron pocas pero firmes defensores de la «racionalidad» de la pareja. ¿Qué diferencia hay en lo que Sharon Duchesneau y Candice McCullough hicieron con la manipulación genética? ¿Cuál es la relación que tienen con las antiguas brujas? María Moreno de la mano de un dialogo mordaz con el astuto psicoanalista vernáculo Sergio Rodríguez nos obliga a deponer antagonismos fáciles y en una relevamiento original de un caso llegan a poner en jaque la idea misma de discapacidad.

Cumpliendo a rajatable con la máxima de Charles Peirce que definía a la abducción como a un solo caos elevado a ley, la decisión y su posterior reflexión muestran que todavía hay espacio para el pensamiento, ya para la filosofía de la alteridad aunque este obviamente no esta en donde todo el mundo espera encontrarlo.

Llámese gabinetes académicos, tratados de bioética , manuales de deontología y otros salvoconductos igualmente estériles que rebotan frente a esta realidad, como nuestras mancilladas categorías políticas frente a la irrealidad del mismo nombre.

Para datos adicionales sobre el debate ver

Una visión indignada y trivial del problema

La nota que empezó todo en The Washington Post del 31 de Marzo del 2002

Quienes quieran ubicar la nota en su versión original hagan click aqui en Radar de Página/12.

Publicado enMemetica

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