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Epistemología discontinuista

toumai.jpg 1. Toumai o la esperanza de vida

Cada dia estoy mas convencido de que Gerald Holton estaba bien en lo cierto cuando acuñó su idea de themata para la ciencia (aunque bien podríamos extender su idea a la economía, a la politica o a cualquiera sistema de creencias cíclico, que los hay por doquier).

En un par de obras muy poco discutidas y escasamente leidas publicadas en los años 70 como fueron Thematic Origins of Scientific Thought. Kepler to Einstein (1973) y The Scientific Imagination: Case Studies (1978), Holton nos instaba a cuestionar la forma tradicional de entender el desarrollo científico aportando una nueva lectura, la temática que se refería a los contenidos de la ciencia a diferencia de los contenidos empíricos y analíticos tradicionales.


Según Holton los themata son decisivos en la iniciación y acotación de ciertos insights científicos individuales. En esas obras edxquisitas y muy difíciles de leer, Holton hizo uso extensivo de la idea de imaginación científica aplicada a la nociones de relatividad y de coplementariedad (para una buena síntesis del pensamiento de Holton ver la nota de Edison Otero La Filosofía de la Ciencia de Gerald Holton).

Dicho muy mal y rápidamente, para Holton hay una cincuentena de temas (y su negación) que desde los comienzos de la historia del conocimiento se vienen alternando y guiando todas las investigaciones en los mas diversos campos del saber. Entre esos se encuentran dos parejas de opuestos especialmente utiles cuando de entender los vaivenes en la aceptación o no de nuevas teorías y de la evidencia para soportarlas o testearlas se trata, como son el atomismo/corpuscularismo pero sobre todo la fantástica díada continuidad/discontinuidad.

Hace décadas que sabemos que los científicos (al igual que las personas comunes y silvestres) no ven lo que quieren sino lo que pueden. No por nada durante décadas se creyó que el cuerpo humano estaba constituido por 48 cromosomas y no por 46. ¿Será que una potencia de dos es una imagen o metáfora muy poderosa como para simplemente descartarla porque por una vez (o por unas cuantas mas) a la naturaleza le gustó mas comportarse según sus secretos que según la idílica imagen matemática que tenemos de un Dios creador implacable y milimetrico?

Este retorno a nuestras fuentes epistemológicas es obligado cuando recalamos en una noticia que seguramente será una de la mas importantes en términos de revisión de nuestros origenes acaecida en el ultimo medio siglo.

2. Un cráneo que dará mucho que hablar

A mediados de Julio del 2002 se publicó en la sacrosanta revista Nature la insólita noticia de que el mas viejo de los cráneos jamas encontrado había sido desenterrado en el Norte de Chad.

Se trata de un fósil de 7 millones de años de antig¸edad que seguramente hará tantas olas en nuestra comprensión no solo de la evolución humana sino sobretodo de la epistemología equivocada que ejercemos a diario, como para que empecemos a prepararnos.

El descubrimiento (un cráneo casi completo, dos fragmentos del maxilar inferior y tres dientes) con lo esmirriado que parece ser a solo una semana de su promoción mediática, esta causando estragos en las visiones continuistas y lineales que permanentemente se quiere retroproyectar sobre los procesos de hominización.

El primer golpe al narcisismo humano está dado por el reconocimiento de que los primeros pre-humanos pueden haberse separado de los antepasados de los chimpancés y otros monos superiores por lo menos un millón de años antes de que lo que la evidencia genética del DNA molecular nos había hecho creer hasta ahora. Queda así de manifiesto que las raíces humanas penetran mucho mas profundamente en sus trasfondos animales de lo que muchos estaban dispuestos a admitir.

Pero lo mas interesante del descubrimiento no es tratar de poner el dedo en el momento justo en que se produjo la especiación, sino que asesta un golpe mucho mas mortal a nuestras metáforas para entender la evolución humana. A saber la obsesión con los árboles y sus ramas inequívocamente abiertas en dos. Porque lo que los fósiles ponen de manifiesto es que los orígenes humanos tienen una complejidad evolutiva y una diversidad que desafía todo encapsulamiento arbóreo definido.

En una palabra nos encontramos aquí con el mismo señalamimiento que comentábamos una semana atrás de Wiebe Biejker al reconstruir la historia de las bicicletas o de Rebecca Spang acerca de los orígenes de los restaurantes. En ningún caso se puede hablar de linealidad, ni de supervivencia de los mejores, ni de aproximación a un objetivo telelologicamente asegurado desde siempre.

Porque la criatura descubierta en el Chad, con su inusual combinación de rasgos podria representar de pronto una inesperada diversidad en los hominidos ancestrales. En efecto los dientes, la caja craneana y los rasgos faciales sugieren que el habitante de las veras de los lagos dotado de un micro cerebro -no mucho mas alto que un chimpancé- podría ser un antecedente directo de nuestra humanidad actual.

Y dado que los fósiles fueron encontrados a una distancia enorme del Valle de Africa del Este que alguna vez se consideró la cuna de la humanidad, existen altísimas probabilidades de que los homínidos primitivos estuvieran mucho mas desparramados de lo que se creía, pero peor aún, para las hipótesis dormitivas y pacificadoras tradicionales (todas empecinadas en justificar una linealidad absoluta en nuestras raíces), que es muy probable que haya existido una enorme diversidad de homínidos -cualquiera de los cuales pudo haber sido nuestro antecesor remoto.

Los fragmentos fueron desenterrados en Julio del 2001 en el desierto Djurab en Chad en Africa Central, por una misión paleoantropológica Franco-chadiense, conformada por un grupo de 40 investigadores de 10 países liderada por el paleontólogo francés Michel Brunet de la Universidad de Poitiers.

Es la consagración del trabajo de este esforzado investigador que hace 25 años viene trabajando la mayor parte del tiempo solo, y que estuvo investigando en una de las zonas mas inhóspitas del planeta, no solo asediado por las dunas del desierto sino sobretodo por las minas personales que fueron plantadas en él después de décadas de guerra intertribales.

3. Y vio la luz y se llamó Sahelanthropus tchadensis

Lo que el frondoso equipo de Michel Brunet de la Universidad de Poitiers encontró fue tan inusual que tuvieron que crearle una clasificación propia, incluyendo genero y especie bautizándolo con el nombre de Sahelanthropus tchadensis.

Brunet y sus colegas llamaron «Toumai,» al homínido con una palabra que en el lenguaje local Goran significa «esperanza de vida » nombre que tradicionalmente se le da a los chicos que nacen en la estación seca.

Reiterando lo que decíamos mas arriba el cráneo de Chad es el descubrimiento más importante en la búsqueda de los orígenes del hombre desde que Raymond Dart anunció el «hombre mono» Australopithecus afircanus en 1925, en más de medio siglo. Muestra que la idea del eslabón perdido es insostenible.

El cráneo revela, de una vez y para siempre, que la vieja idea de un «eslabón perdido» es pura palabrería. El aspecto mezclado del rostro de Toumai significa que estamos viendo la pequeña punta de un gigantesco iceberg, simplemente el ejemplo de lo que puede haber sido una enorme diversidad de criaturas que vivieron entre 4 y 10 millones de años atrás.

La gente y los publicistas tienden a ver a la evolución humana como una línea que va de los monos al hombre, en el cual uno puede encajar cada nuevo fósil encontrado tan fácilmente como los eslabones de una cadena. Hasta los antropólogos modernos caen en esta trampa, aceptando que se abren algunas ramificaciones en el árbol familiar humano entre los 3 y los 2 millones de años atrás, cuando el Homo genus emergió pero considerando la evolución humana anterior básicamente lineal.

Las últimas investigaciones ponen en evidencia lo poco que sabemos del pasado: sugieren que tenemos evidencia directa sólo del 7 por ciento de todas las especies de primates que existieron.

Esto significa tres cosas. Primero, que tendemos a observar esas pistas que conocemos, las conectamos con líneas y las convertimos en una secuencia lineal de ancestros y descendientes que nunca existió. Pero ahora debería quedar bastante claro que la idea del eslabón perdido, siempre temblorosa, es completamente insostenible.

Segundo, que sabemos desesperadamente poco del curso de la evolución humana.

Tercero, que allá afuera hay probablemente muchos más fósiles como Toumai para quienes tienen la perseverancia y paciencia de Michel Brunet y su equipo.

4. Por las dudas disparar primero y preguntar despues.

¿Pero si se trata todo de una gran confusión, para no hablar directamente de otra de las habilidades de los científicos que a veces fabrican lo que no existe, e incluso pueden meter ruido para hacerlo mas creíble?

Aunque frente a un caos teórico como el disparado por este descubrimiento pareceríamos estar buscándole pelos a la leche, ya hay quienes insisten en que no debemos descartar esta posibilidad.

Así ya sea por rivalidades que desconocemos, por algún gen femenista o porque realmente cree que tiene razón, Brigitte Senut del Natural History Museum en Paris (ver Hmmm, About That Skull Find) insiste en que algunas características del cráneo son propias de los gorilas femeninas antes que indicadores de rasgos humanos.

Senut no fue la única en dudar. Lo mismo hizo el conocido Yves Coppens del College of France quien le escupió a Le Figaro de Paris que el cráneo tenia una forma ambigua, con la parte de adelante muy homínida y la trasera como la de los monos.

La observación cuestionadora no es menor porque la gran diferencia está en ver o no al cráneo como pre-humano o como una cara mas de los grande monos primitivos.

Por supuesto que todavía quedan muchos tests por delante y con mucha investigación computacional y química mediante se podrá determinar finalmente si se trataba de un proto-humano o de un mono cualunque. En cualquier caso nadie discute la importancia manifiesta del descubrimiento en términos de una reescritura de nuestros orígenes

Pero mucho mas importante aun, es que este hallazgo hace bascular nuevamente a los themata de la ciencia dejando a los arborecentes y a los lineales en off-side y exigiendo una concepción reticular de la evolución mucho mas compleja y nada teleológica. (Para un análisis de los prejuicios arborescentes del propio Darwin se puede ir a los trabajos seminales de Howard Gruber como Darwin on man. A psychological study of scientific cerativity (Universidad de Chicago Press, 1981; Judith Wechsler (ed) On aesthetics in science (MIT Press, 1981) y Lorena Preta (ed) Imágenes y metáforas (Alianza, 1993).

Hasta hoy en la genealogía de los monos había agujeros que ocupaban millones de años. Pero mas importante que tratar de suturar ese gruyere lo que el descubrimiento puso de relieve es que la evolución no es meramente un rompecabezas cuyo formato se conoce de antemano y donde simplemente hay que encajar los pedazos faltantes.

La propia figura del rompecabezas está en cuestión y probablemente nuestra concepción del progreso científico y sobretodo de nuestras concepciones acerca de la imaginación científica -como tan bien analiza Holton en sus trabajos- están en profunda crisis.

Después de todo no deberíamos sorprendernos tanto cuando todo está en plena efervescencia y no hay una pizca de certeza en ningún campo de la acción. ¿Porque debería haberlo en el de la ciencia y la tecnología? ¿O aquí no hay tanta incertidumbre como en los otros ámbitos del hacer? Este ejemplo -y se podrían encontrar mil mas- muestran que así es. Y para quienes comulgamos epidérmica y epistemo-tecnicamente con una lectura discontinuista de los hechos (científicos) este vaiven nos pone mas que contentos. Cuando casi nada ya lo hace.

Para saber mas sobre el tema consultar las siguientes referencias en la red

Skull bones discovery may shift theories of human evolution Los Angeles Times

http://www.startribune.com/stories/1556/3051410.html

Sobre el descubrimiento de Toumai

Fotos del fósil

Otras noticias periodísticas

http://news.ninemsn.com.au/World/story_35221.asp

El eslabón perdido no existió Por Henry Gee The Guardian

Evolution’s Surprise: Fossil find uproots our early ancestors de Bruce Bower

Publicado enMemetica

4 comentarios

  1. Dr. José Enrique González Dr. José Enrique González

    Artículo muy interesante, me interesaría ver material relacionado. Gracias.

  2. karla karla

    muy buena tu InFoRmAcIoN!!!

  3. Alejandro Romero Alejandro Romero

    Qué bueno el sitio. No lo conocía. Soy filósofo (o, en todo caso, licenciado en filosofía y amante de la misma) y por eso me encanta que podamos tomárnosla en solfa, que es el único modo de hacerla en serio -o de intentarlo-. Comparto completamente la visión discontinuista y reticular de la evolución, y me gustó mucho el estilo del artículo. Pero no sé quién es el autor o los autores.
    Conservemos el contacto.
    Los saludo con gusto.
    Alejandro Romero

  4. jacks jacks

    Buena informacion sobre Holton pero el resto del artículo no sabe realmente de qué está hablando … introduce términos como epistemología equivocada, visiones continuistas, linealidad, metáforas con los árboles, obsesión que intenta dar sensacionalidad al relato e imponer una visión catastrofista de la ciencia que no se parece en nada al quehacer científico actual. Está cargado de juicios de valor e incluso hay algunas falacias ad hominem y afirmaciones que tiende uno a pensar que el autor cree que el conocimiento científico esté ideológicamente sesgado. Hay escasas referencias a lo que el autor alude, en especial a la supuesta crisis y a las conclusiones que saca del descubrimiento del cráneo. En ciencia nos interesa saber como es el mundo, no interpretar las cosas de acuerdo a nuestras ideas previas. Saludos

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