Si se le puede hacer a las tecnologías de la computación e Internet una crítica irreversible, es que la mayoría de las veces antes que solucionarnos la vida nos la complican endiabladamente. En cualquier nivel de uso que imaginemos, la computadora exige que le prestemos suma atención, que nos acordemos de funciones o que ejerzamos habilidades laboriosamente construidas, sin ningún valor fuera del entorno computacional, y que al menor descuido o desuso son olvidadas y simplemente refuerzan nuestra condición de analfabetos tecnológicos.
Por eso cualquier medida que ayude a simplificar nuestra comercio con la información, pero sobretodo, que realmente aumente nuestra productividad intelectual es mas que bienvenida.