Si se le puede hacer a las tecnologías de la computación e Internet una crítica irreversible, es que la mayoría de las veces antes que solucionarnos la vida nos la complican endiabladamente. En cualquier nivel de uso que imaginemos, la computadora exige que le prestemos suma atención, que nos acordemos de funciones o que ejerzamos habilidades laboriosamente construidas, sin ningún valor fuera del entorno computacional, y que al menor descuido o desuso son olvidadas y simplemente refuerzan nuestra condición de analfabetos tecnológicos.
Por eso cualquier medida que ayude a simplificar nuestra comercio con la información, pero sobretodo, que realmente aumente nuestra productividad intelectual es mas que bienvenida.
Por eso queremos tanto a Douglas Engelbart que fue uno de los primeros que se tomó en serio nuestras necesidades de aumento del intelecto.
Por eso adoramos a Ted Nelson que fue un pionero en eso de liberar la información y de ponerla al alcance de todos. Por eso aprobamos con entusiasmo todos los movimientos como el Par-a-Par o el de código abierto que realmente quieren dejar en manos de los usuarios y de los ciudadanos de a pie la libertad de hacer con el código fuente lo que se nos de la gana.
Y por el contrario deploramos cualquier intento llevado a cabo por los monopolios (como Wintel) y los antimonopolios (que dicen unirse en su contra) por tratar nuevamente de meter las narices donde no deben.
Porque una cosa es suponer que algunas medidas eventuales nos pueden satisfacer, y muy otra es enterarnos de que no solo el señor Windows está pensando en como hacer de nuestras necesidades la fuente de su riqueza, sino enterarnos de que quienes supuestamente son sus enemigos mas acérrimos no están sino esperando la ocasión para a su turno esquilmarlos no menos alevosamente. Corolario: los enemigos de nuestros enemigos lamentablemente no son nuestros amigos. Expliquemosnos.
Hace un tiempo largo que venimos denunciando y deplorando la aparición del sistema Passport (empezamos a entrever de que se trataba en la editorial del ILHN n† 2046 La fatiga del software. Microsoft.Net otro monstruo grande que pisa fuerte, pero mucho mas específicamente en la editorial del ILHN n† 2347/8 Las operaciones monopólicas de Microsoft) y cuando todavía no terminábamos de digerir lo que éste significaba y cuanto había que repudiarlo, nos enteramos de que la alianza anti-Gates está implementando un sistema diferente, pero en la forma y en el fondo el mismo, solo que con otro nombre.
Efectivamente a mediados de Julio del 2002, Liberty Alliance, competencia directa del Passport, el sistema de autenticación online de Microsoft, dio a conocer su sistema que permitiría tener una sola contraseña para acceder a varios servicios.
El objetivo como en el caso anterior es el mismo. Se trata de estándares para la autenticación de la identidad en Internet, un primer paso de un proceso gracias al cual tener que recordar largas listas de contraseñas de cada uno de los sitios va a ser cosa del pasado.
Liberty Alliance está conformada por empresas tales como Sun Microsystems, Sony, American Express, Mastercard y el Bank of America,
El estándar está diseñado -supuestamente- para facilitar la tarea de conectarse a distintos sistemas –ya sea para hacer compras online o verificar el estado de cuenta de la tarjeta de crédito– y lograr que los diferentes sistemas de autenticación hablen el mismo idioma. Este sector actualmente está dominado por Microsoft, cuyo sistema Passport corre en unos 200 sitios web.
Como usuarios que se trate de pro-Microsoft o anti-Microsoft la opción nos tiene sin cuidado. Lo único que nos preocupa es que la creación de un estándar de identificación único va a hacer que a las empresas les resulte más fácil elaborar perfiles de los usuarios de Internet para luego enviarnos publicidad o jorarbarnos de muchas otras maneras.
Hace ya tiempo que la Electronic Privacy Information Center (EPIC, Centro de Información sobre Privacidad Electrónica) viene denunciando a Passport por sus amenazas en terminos de spam, más mailing directo, más telemarketing.
El modo de proceder de la Liberty Alliance, aunque gradual, es inequívoco. Los usuarios tendrán la opción de «vincular» distintas cuentas, de esta manera Mastercard.com podrá identificar a un usuario que visita United.com, sin necesidad de que el usuario ingrese otra contraseña.
Más adelante, se incorporarán funcionalidades más complejas, como por ejemplo un perfil detallado que contenga la dirección y el número de teléfono del usuario, y que sea compartido por todos los sitios que funcionan con el Liberty.
Ya ha transcurrido casi un año desde que fuera anunciado la Liberty Alliance. Al no haber ningún servicio o producto concreto del cual hablar, la mayor parte de la atención se ha centrado en los roces que existen entre los miembros de la Liberty Alliance y Microsoft.
Microsoft y los miembros de la Liberty Alliance han analizado la posibilidad de que Microsoft pase a formar parte de esta alianza, pero hasta el momento no se ha llegado a ningún acuerdo. Bah al menos asi dicen publicamente ellos (en privado mejor ni preguntar)
Microsoft aún no ha visto el estándar de Liberty (bah eso dicen publicamente). Si bien Microsoft admitió que la idea de tener un único estándar de identificación para Internet es buena, la empresa obviamente quiere que Liberty use su sistema, el Passport.
Los mandamases de Liberty se hacen los ofendidos y juegan a estar del lado de los usuarios finales insistiendo en que de ninguna manera están dispuestos a queMicrosoft se una a Liberty simplemente para manejar los hilos y modificar los estándares en su beneficio.
Rasgándose la vestiduras algunos miembros de la alianza como Sun y AOL Time Warner, han señalado que Microsoft ya ha hecho esto con otros estándares tecnológicos, y los ha «arruinado» para que los productos de la competencia no funcionen tan bien como los suyos (el caso del Java de Sun es el mas flagrante).
Sin embargo todo esto nos suena a rancio. Lo único cierto es que necesitamos simplificar nuestras actividades en Internet y que acordarnos de varios passwords es un autentico tormento.
Pero desconfiamos tanto de Wintel como de quienes dicen que vienen a combatirlos Y nos corre un frío por la espalda (no muy distinto cuando vemos al autoinventado Mauricio Macri decir que ha sido bendecido por el turco Mendez) cuando la Alianza Liberty dice que los abracemos a ellos antes de ser estrujados por el oso de Microsoft.
Ni una cosa ni la otra. Evidentemente tanto en un caso como en el otro los enemigos de nuestros enemigos no son nuestros amigos, ni lo van a ser nunca. Por suerte la Unión Europea desconfió en su momento de Passport y lo repudió en las cortes. Esperamos que hagan lo mismo con Liberty. Que de libertad no tiene nada ni siquiera el cotorreado nombre.
A me también me acojona. Pero después de trabajar varios años en internet y terminar por ser un descreido total, me pregunto ¿para qué quieren semejante base de datos? Un monstruo así es impracticable: a ver quién es el guapo que define sus reglas de negocio. Ni dios ni gates, vamos