Desde siempre me fascinaron las enciclopedias, las sistematizaciones, los catálogos. Pero mas que los objetos que ocupaban diligentemente esos reservorios, lo que me interesó mucho mas aun fue la pauta que los conectaba, el modo de articularlos y enlazarlos, el descubrimiento de que tiene qué ver con qué.
En un momento de enorme inestabilidad conceptual y de confusión práctica. Donde hace ya rato que las cosas sólidas se han desvanecido en el aire, cuando monstruos aparentemente intocables como las Torres Gemelas colapsan en minutos, parece que tenemos que revisar todo y volver a dar. Y que en el medio nos cambiarán la cartas y hasta las reglas de jugarlas. Y no una sino mil veces. Y hasta quierenq ue nos algeremos por ello.
Pues bien es justo en estos instante de máxima inestabilidad y volatilidad cuando mas falta hace que tratemos de recomponer nuestra fuerzas y tratemos de entender algo de lo que pasa, para mejorarlo o cambiarlo drasticamente si hiciera falta como bien insiste en entrevistas recientes la gran crítica argentina Beatriz Sarlo .
Desde hace un par de décadas se insiste que las computadoras tales pretensiones lograran por fin concretarse. La Web de algún modo fue una solución imprevista a un problema ancestral. Pero la web se ha saturado de confusión y de mas de lo mismo.
Es cierto que la web semántica tratará de remediar tales desatinos (ver nuestro ensayo -working paper de la cátedra de Procesamiento de Datos mas reciente sobre el tema). Pero todavía estamos a años luz de conseguirlo.
Mientras tanto hay intrépidos que pretenden avanzar en la construcción de una red de conocimiento de uso universal. Lo imaginó Vannevar Bush hace tiempo y Ted Nelson desde hace 30 años trata de hacerlo y lo tildan de loco infernal.
A mediados del 2002 nuestro querido amigo Luis Éngel Fernández Hermana logró un importante premio para GC-red, su espacio virtual de en.red.ando dedicado a la Gestión de Conocimiento en Red, obtuvo el Primer Premio Iberoamericano a las Redes de Conocimiento. Algo que va en una dirección convergente.
Porque de lo que se trata no tanto de declamar sino de lograr una combinatoria de acciones que hoy resultan muy difícil de lograr. A saber producir mucha información y buena, gestionarla, hacerla accesible, generarla en forma colaborativa, y lo mejor de todo que este disponible para quien la necesite, cuando la necesite, todo el tiempo, desde cualquier lugar del mundo. Nada mas ni nada menos.
Por suerte personajes muy queridos como James Burke están haciendo desde hace año del lado de la tecnología, lo que Gregory Bateson había hecho desde el lado de las ideas. Y ahora Burke, saliéndose un tanto, del rol medio Carl Sagan que tanto lo apasionó (el narciso y el éxito van demasiado de la mano todavía) está tendiendo una red de voluntarios para que lo ayuden a construir un sitio interactivo donde se mostrarán las conexiones que existen entre todas, pero absolutamente todas las cosas.
Los convocados son programadores y expertos de la palabra con espíritu altruista que sientan pasión por conectar los puntos de la historia para construir un sitio web que combinará lo mejor de la vieja y la nueva tecnología.
El objetivo de la Knowledge Web (K-Web) es convertirse en la extensión visual y virtual de la tarea llevada a cabo por Burke a lo largo de casi tres décadas con el fin de mostrar las relaciones que vinculan entre sí a la totalidad de los conocimientos existentes.
El sitio sin fines de lucro se está construyendo gracias a la colaboración de unos 100 voluntarios del mundo entero, pero se necesiten más manos para cooperar con la tarea.
El gerente de proyecto de K-Web Patrick McKercher señaló que hasta el momento el proyecto ha funcionado exclusivamente sobre la base de la colaboración voluntaria. En general, los colaboradores son personas que encontraron por casualidad información relativa a la K-Web mientras buscaban algún dato sobre los libros o los programas de televisión de Burke.
Para Burke, Internet resulta el medio natural para desplegar una visión histórica que pone atención a las relaciones profundas, es decir, el tipo de historia que Burke se dedica a investigar.
Quienes visiten el sitio podrán elegir seguir una trayectoria guiada o trazarse un camino propio a través de miles de «nodos» interconectados, en los que se ofrece información sobre personas, lugares, objetos o eventos de importancia tecnológica.
Los caminos posibles son infinitos. Los primeros prototipos tendrán cerca de 2000 nodos que están conectados en decenas de miles de formas. Cuantos seran explorados efectivamente dependerá de los intereses de los usuarios. El sistema también viene dotado de un mecanismo de reconocimiento que revisara los viajes de nodo a nodo, mostrando como cada uno se vinculo con el otro para que los viajeros puedan mostrar los caminos recorridos compartiéndolos con otros visitantes.
Desde cada nodo, los visitantes podrán viajar a otros nodos conectados con el original por alguna relación histórica. El sistema también ofrecerá a los usuarios la posibilidad de «tomar distancia» para ver la constelación completa de nodos que se vinculan con el nodo original, o bien «acercarse» y explorar un tema en profundidad. La mayoría de los nodos también ofrecerán links a recursos externos, como archivos multimedia u otros sitios web.
El sitio también incorporará gráficos 2-D y 3-D; los visitantes tendrán la posibilidad de «interactuar» con las personas y los objetos.
McKercher y Burke conciben la K-Web como un cerebro que crece y aprende: a medida que los visitantes la recorran, se irá añadiendo nueva información a la red.
Quienes estén interesados en colaborar de diversos modos pueden escribir a las siguientes direcciones: voluntarios tecnológicos a: volunteers@k-web.org; editores de contenido a: volunteers-content@k-web.org; organizaciones que quieran participar como partners tecnológicos o proveedores de información a; contact partners@k-web.org. y los educadores que quieran saber mas del proyecto o probarlo pueden escribir a: contact educators@k-web.org.
El proyecto suena ambicioso y loco. Ademas Burke es un poco fanfarrón. Y seria ingenuo suponer que con mero poder de procesamiento, y además sobre la base del voluntariado meramente, podremos ir muy lejos en esta Enciclopedia de Las Ciencia y Las Artes modelo 2002. Pero ¿porque no? Solo empezarlo ha sido una buena noticia. Ojalá llegue a buen puerto.
Esta nota apareció originalmente publicada en el Interlink Headline News n 2670 del 26 de Mayo de 2002.
Felicito los comentarios.
Dr. Ernesto Paredes
Asuncion PARAGUAY
que es la web del conocimiento, quienes la usan y que se logra con ellas