La Argentina está quebrada en todos los órdenes. Pero ello no sucedió inorgánica o espontáneamente. Nuestra decadencia es resultado de decisiones e inacciones, de apuestas ruinosas y en general, de una preeminencia de los intereses propios y privados sobre los colectivos y públicos. En un momento de efervescencia política paradojal -mas supoerficial que profunda, mas endogámica que transaccional- y de desconfianza absoluta de la ciudadanía hacia todo tipo de propuestas «top-down», participaremos la semana que viene de este retiro intelectual en las sierras puntanas. Ojalá nos aproveche.
Tomándonos en solfa a la filosofía y en serio a todo lo demás