Hace unos cuantos años Umberto Eco nos sorprendió contraponiendo al protestantismo de las Mac con el catolicismo de el DOS. O al revés. Poco importa la nomenclatura, pero de lo que no había duda era de que las Macs eran sinónimo de alegría, festividad innovación y locura. Mientras que Windows o IBM o la computación en general o todos los que piensan igual (en contrasposicion a la campaña Think different de las Mac) es decir nada mas y nada menos que el 96% de los usuarios de computadoras personales, eran directamente dinosaurios, pitecántropos, convencionales, irrecuperables, etc. etc..
Lo que no se nos había ocurrido empero hasta ahora, era que tipo de asociación cabia establecer entre las ideologías políticas decimononicas y las Macs. Pero no hay vacio que la red no ocupe a corto o largo plazo. Porque navegando por el ciberespacio nos hemos encontrado con el señor Lukas Hauser, que a lo mejor por mera homonimia comparte algunos puntos de vista con el celebre marista húngaro George Lukas y con el no menos notable historiador del arte Arnold Hauser.
La combinación en un solo personaje de ambos nombres ha dado la columna MacCommunist propia de un escritor neoyorquino que ejerce una mirada socialista sobre las computadoras Mac molestando a mas de uno (su columa antiIpod calificándolo de engendro que solo puede satisfacer el ego capitalista no estaba nada mal. øComo pudo ser que el iPod original apareciera con estúpidos 5 Gb, contra 20Gb del Nomad Creative Jukebox, incompatibilidad con Windows, y sin un port USB lo que lo sigue volviendo difícil de conectar con cualquier maquina en general, estaba mas que justificvada como critica.
Lukas Hauser, autor de la columna MacCommunist, que es publicada de tanto en tanto en Mired , ha logrado calentar muy mal a mas de un lector. Las columnas sobre Apple y Mac escritas por Hauser, de 26 años de edad, tienen un inconfundible tinte marxista, un sentido del humor pendenciero y malintencionado, y una enorme cuota de irreverencia.
Mired fue creada por cinco graduados de la Universidad Brown que viven en la ciudad de Nueva York. Se conocieron en el periódico independiente de esa universidad, el Indy, a mediados de la década de 1990. Mired se autodefine como una revista digital pasatista, obsesionada con el hip-hop, las celebridades, la política deshonesta, la comida rápida, y, obviamente, las Macs.
A Hauser la idea de la MacCommunist se le ocurrió precisamente a partir de la campaña publicitaria de Apple Think Different, protagonizada por personajes de la contracultura tales como Joan Baez, Mahatma Gandhi, Ted Turner y César Chávez. Para el esos iconos son tan terriblemente burgueses que se vio obligado pensar sobre los verdaderos revolucionarios que existen en el mundo». Hauser hizoa sus propios posters de la campaña Think Different y eligió a Marx y a Freud porque para el seguian siendo los dos intelectuales menos populares de todos los tiempos.
Entonces, inspirado por esas reflexiones, redactó el manifiesto MacCommunist, en el cual comparó a los usuarios de las Macs con las personas que fueron víctimas del Terror Rojo, allá por la década de 1950.
Los usuarios de Macs se resisten a El Hombre, escribió. Hay una tendencia revolucionaria en la decisión de utilizar la plataforma de protesta. Después de todo, øqué fanático de Apple no ha soñado con un estado utópico en el que existen Macs para todos?
En los tres años transcurridos desde aquel momento, Hauser ha adoptado una actitud polémica respecto de los temas que más de cerca tocan a los usuarios de Macs. Comparó a los usuarios de Macs con los homosexuales ; y aoatuvo que las iMacs Flower-Power de Apple son para los gays.
Criticó las tan elogiadas nuevas iMacs y los Apple Stores, y creó una original galería fotográfica basada en salón de exposiciones y los asistentes de la Macworld 2001, celebrada en San Francisco, de notable mal gusto y con un sentido de la critica realmente muy poco compartible.
El look y feel escritural marxista de Hauser garantiza que siempre haya emails de protesta de procapitalistas para rato y en cantidad. Porque la mayoría de los destinatarios de sus diatribas no encuentran ninguna dificultad en convertirlas en un boomerang para Hauser
Las Macs les gustan a los socialistas porque Apple es un modelo de economía planificada, le escribió un airado lector. Totalmente anti libre mercado (nada de clones). Cero libertad de elección para el vendedor de la Mac. Cero libertad de elección para la configuración del hardware. Uno recibe lo que los planificadores centrales (léase, Steve Jobs) dicen que uno necesita y sin chistar. Y sí, Apple es para los socialistas. Y los ejemplos siguen
Pero Hauser también tiene muchos fanáticos que lo apoyan. Entre ellos nosotros mismos para quienes sus columnas delirantes inyectan un poco de charme y de alegría en un mundo -incluyendo a la propia Apple- que a veces se toma demasiados en serio a si misma, para mal.
Ademas como lo cortes no quita a lo valiente, durante la burbuja de Internet, Hauser con su columna MacCommunist ganó mucha plata sindicando contenidos a empresas como OmniSky y Hewlett-Packard, Durante un par de años, esta actividad le permitió ganar
más dinero que su puesto como director de Phatinum, una productora colectiva de material digital.
Mostrando que la ingenuidad es una virtud que ni la acidez ni los tiempos de vacas malas diluyen, Hauser se sorprende hoy de la capacidad infinita del capitalismo de reírse de todo, inclusive de si mismo, de una forma mas acerba y eficaz que sus críticos incluyendolo al propio Hauser. Porque mientras que el capitalismo viene y va Hauser -que seguramente añora como todos esas épocas de delirio sin fin, y de plata en nuestros bolsillos aun cuando creiamos estar haciendo nuestro trabajo de iconoclastas y de denunciadores profesionales de la pavada- hoy califica de época extraña a aquella en la que le pagaban muchisimo por ser el mismo.
De todos modos, que en épocas tan recientes haya habido muchos locos lindos como este, es una buena señal. No nos dejemos acobardar por la mediocridad del presente y sigamosle la corriente a estos heterodoxos, que todavía tenemos mucho camino divertido y desetumecedor por recorrer.
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