La amenaza de los inodoros inteligentes

Como siempre quienes nos brindan la sorpresa son los ponjas, esos locos bajitos que nunca terminan de inventar cosas, que al poco rato nos hacen pensar como no se inventaron antes.

Ahora se las agarraron con los inodoros inteligentes, y nos anoticiamos de su enorme éxito al haber alcanzado ya al 50% de los hogares japoneses superando ampliamente a la cantidad de PC hogareñas, ya que los japoneses nunca fueron muy afectos ni a las PC ni a Internet en si mismas, pero si vía usos indirectos, como en este caso.

Todo empezó ayer nomás en febrero del 2002, cuando ingenieros de Matsushita presentaron un modelo de inodoro, equipado con electrodos que envían descargas que atraviesan las nalgas del usuario permitiendo una medición digital del porcentaje de grasa en el cuerpo. Al muy accesible precio de U$ 3.000 por unidad (Se trata del NAIS Personal Hygiene system).

Esa versión tan precaria permite al menos programar al inodoro para calefaccionarlo o enfriaro previo s su uso. Esos siempre y cuando uno sea previsible en sus deyecciones. Que no siempre es el caso. Pero bueno no todo puede preverse de antemano.

Los ingenieros de Inax subieron la apuesta y contraatacaron al poco tiempo con un inodoro que se ilumina en la oscuridad y levanta automáticamente su tapa después de que su sensor infrarrojo detecta la presencia de una persona. Aunque pueda sonar a mal gusto este inodoro es fundamental para todas esa novias potenciales que se escandalizan al llegar a la casa de un hombre solo y descubrir que estos no son muy cuidadosos cuando de (no) manchar la taza se trata. Lo que ha impedido mas de un noviazgo o ha terminado con otros. Beatos ponjas que se ocupan de todo!

Después llego del momento de Toto que lanzo en junio del 2002 al WellyopuII, un inodoro que mide automáticamente los niveles de azúcar en la orina. Aquí la cosa se pone mas interesante y dejamos un tanto el reino de la pavada para entrar en el de la medicina de diagnostico ayudada por la tecnología.

Por supuesto que cuando se dispara una avalancha de innovaciones en un nicho, no hay quien las pare. Ahora se vienen entonces los inodoros que hablan. La idea media estúpida es cierto, pero seguramente masajeadora de algun ego medio perversito- es que el inodoro salude a cada usuario de la casa por su nombre o apodo, incluso al gato si es que este se le ocurre -como alguno que yo se, no Flora obviamente- confundir a su bacinilla gatuna con la de los humanos que lo cobijan.

Sin embargo todos estos son amagues frente a lo que seguramente llegara muy pronto. A saber los inodoros médicos conectados a Internet.

Para los ingenieros de Matsushita de lo que se trata es de convertir a los inodoros en centros caseros de mediciones médicas. Esos inodoros tendrán medidores de peso, grasa, presión arterial, ritmo cardiado y azucar en la orina.

Los resultados serán enviados instantáneamente a los medicos a través de teléfonos celulares instalados directamente en los inodoros. No seria tan gracioso (o grotesco) si no ya no lo fuera tanto. Que un inodoro de esos cueste tanto como una casa precaria en nuestro país solo habla del mundo absurdo en el que vivimos.

Que pronto el promedio de vida en Japón sea de 120 años ayudados, entre otras cosas, por estos gadgets- mientras que en °frica apenas sobrepasa los 40 no es una diferencia menor.

Ah si tomamos la ideas básicas de Clarín, pero obvio estas habian sido habían robadas. Y por supuesto, como acostumbran los de Clarín jamas sitúan a las fuentes. Por eso quien roba a una ladrón tiene mil años de publicación.