En el mundo tienen lugar diariamente infinitas reuniones. Se movilizan los escasos recursos que tenemos, y se desplaza a gente por los rincones mas lejanos, todo con el fin de entender o de obrar mejor. Pero casi siempre el resultado termina en pobreza conceptual, en discursos predigeridos y en recomendaciones tan previsibles como difícilmente implementables.
Tomándonos en solfa a la filosofía y en serio a todo lo demás