Marianito, el profesor Grondona, preparó el terreno durante un par de domingos. Habiendo vuelto al ruedo a principios de febrero, y especulando con el desgaste de 10 meses de gobierno, una movida de Kirchner a favor y otra de Sola en contra le dejaron la pelota servida.
Tanto el acto de la ESMA, como la movilización de clase media convocada por Juan Carlos Blumberg -luchando contra la inseguridad- fueron el pretexto mas que obvio para que colgara en el ropero su imagen de progre intermitente y volviera a ser el Marianito de siempre.