Desde hace al menos década y media que la fotografía digital nos está volviendo locos. Es decir nos esta desmaterializando y nos está proponiendo nueva ontologías -que tienen su paroxismo y nueva vuelta de tuerca en los efectos digitales. El tema aburriría sino fuera por extraños fenómenos de cascada que no apreciamos en su justeza en su momento y que cambian completamente el eje de la discusión.
Porque una cosa es imaginar como lo hacia Fred Ritchin en In our own image. The coming revolution of photography (Aperture 1990) cuales eran y cuales serian los futuro usos y abusos del retoque digital cuando este era de privilegio de fotógrafos profesionales o de amateurs pudientes, y muy otra es vivir en una época en donde el photoshop es sinónimo de competencia digital básica y donde el retoque o el finishing ya no es considerado como una alteración de lo real sino como una variante del hiperrealismo mas real que lo real mismo.