Desde hace al menos década y media que la fotografía digital nos está volviendo locos. Es decir nos esta desmaterializando y nos está proponiendo nueva ontologías -que tienen su paroxismo y nueva vuelta de tuerca en los efectos digitales. El tema aburriría sino fuera por extraños fenómenos de cascada que no apreciamos en su justeza en su momento y que cambian completamente el eje de la discusión.
Porque una cosa es imaginar como lo hacia Fred Ritchin en In our own image. The coming revolution of photography (Aperture 1990) cuales eran y cuales serian los futuro usos y abusos del retoque digital cuando este era de privilegio de fotógrafos profesionales o de amateurs pudientes, y muy otra es vivir en una época en donde el photoshop es sinónimo de competencia digital básica y donde el retoque o el finishing ya no es considerado como una alteración de lo real sino como una variante del hiperrealismo mas real que lo real mismo.
Es cierto que en el medio apareció The Reconfigured Eye: Visual Truth in the Post-Photographic Era de William Mitchell (MIT Press, 1992) entonces decano de la School of Architecture and Planning, del MIT, que analizo las implicancias éticas y legales de la tecnologías de manipulación digital, su potencial estético, la perdida de veracidad de la imagen fotográfica y el futuro de la fotografía tal como lo entendemos.
Y que ya a mediados de la década pasada muchas de estas hipótesis y suposiciones fueron desgranadas con sumo detallismo en la excelente compilación de Mark Lister La imagen fotográfica en la cultura digital. Barcelona Paidós, 1997.
Pero muchas de esas ideas y generalizaciones eran todavía abstractas o apuntaban a un publico muy diferente del que tenemos (y somos todos) hoy.
La primer señal de que estamos viendo aun autentica mutación en nuestras habilidades perceptivas (siguiendo en otro plano algo que anticipo ya hace mucho tiempo Robert Lowe en Historia de la percepción burguesa (FCE, 1976) y Jonathan Crary en Techniques of the observer. On vision and modernity in the nineteenth century (MIT Press, 1991) fue una nota en la revista Gente a principios d enero del 2004 en donde se comentaba que nuestra excelsa diva la Señora Susana Gimenez no permitía que le tomaran ninguna fotografía en vivo y directo.
Escucharla y grabarla no problem si hasta puede ser patético o graciosos como prefieran verlo. Pero cuando de adosar imágenes se trataba tenían que hablar con su agente. De este modo podía monopolizar una imagen y al mejor estilo de la Simone de Al Pacino dejar circular por los medios una apostura de 10 o mas años atrás. Dorian Gray digital de por medio.
Pues bien Gabriel Machado y José Cicala, los reyes del photoshop una oportuna nota en Pagina/12 de Julián Gorodischer nos puso en contacto con los reyes de la terapéutica digital.
Y aunque la nota oscila entre la convicción y la ironía, lo que estos diagnosticadores y remediadores de la baja autoestima ajena consiguen, es darnos un mapa bastante meticuloso de los efectos que las tecnologías de la imagen pueden lograr en la redefinicion del ego lo que se inscribe perfectamente en las investigaciones que venimos haciendo hace largo tiempo acerca de la dialéctica tecnologías del conocimiento/mediamorfosis.,
La tesis principal de los ontotecnologos es que el ojo se fue afilando y se necesita retocar todas las fotos. Partiendo de la premisa de que pueden volver sexy a cualquiera -yo juntare algunos euros y los iré a ver a la brevedad- a excepción de los políticos confirman lo que predican teniendo como voceros de sus logros a famosos como Mirtha, Florencia de la V, Facundo Arana, Pablo Echarri, Romina Gaetani y Araceli González entre otras luminarias photoshopizadas a voluntad.
Lo suyo -aunque dicen que no son magos- ronda la magia al lograr esos lifting sin cirugías que deslumbran en las tapas de las revistas de la farándula.
Su demiurgismo se traduce en volver sensual a Gerardo Sofovich, poniéndolo con luz natural para que se vean bien los ojos azules, increíbles, con una camisa medio abierta tipo Paul Newman.
Lo de terapeutas obedece a que mucha gente los llama para pedirles fotos lindas en un mal momento de sus vidas, y si pueden las hacen. Cuando dicen que hay que retocar todas las fotos se meten sin empacho con los retratos de las modelos perfectos, sin un kilo de más.
Su capacidad de racionalizacion no tiene fin. Prefieren que haya una adicción al Photoshop – de cuya promoción y refuerzo ellos viven mas que bien- antes que en la vida. Así se consideran médicos del alma (tecno-Bucays) e incluso ayudantes de la medicina en general ya que impiden esas enfermedades (bulimia, anorexia, alexitimia, ¿que mas?) que pueden ser terribles.
Dicen que no se pasan de la raya, que no cambian los rasgos ni los hacen de porcelana. Pero no tienen empacho en borrar la cicatriz de la BCG. Se ríen de la foto de Susana en Caras -claro no la hicieron ellos, se trata de otra agencia-, donde parecía que la habían afinado con un fibrón.
Saben que trabajan para voyeurs. Pero como son digitalmente correctos insisten también en que no son ratoneros. Es obvio que hay que mostrar bien el volumen de una lola o los contornos, pero también existe otra sensualidad que también les interesa: la de la mirada, o el pelo volado al viento -aunque probablemente esta no nos interese demasiado a nosotros.
Pero mas alla del negocio de estos neo-terapeutas lo que importa es ver que ha pasado en esta década y media con la imagen digital. Cuando la manipulación dejo de ser una extravagancia para convertirse en un imperativo. Después de todo las enciclopedias rusas eran reinas cuando de montar o falsificar la historia se trataba, sacando y poniendo Lenin o a Trotzky a voluntad en las ediciones sucesivas).
Gracias a las tecnologías del conocimiento actuales (pálido reflejo de las que vendrán) la clonacion de la imágenes se ha convertido no solo en una cosmética digital, sino mucho mas importante aun cultural. ¿Par que sirve pues la digitalización? ¿Habrá que preguntarles a los photoshoperos? ¿O estos son apenas títeres de un clima de época que habrá que oportunamente desmontar?
Recursos
Excelente sitio con 10 años de antigüedad acerca de la FD
Sitio oficial de Gabriel Machado y José Cicala,
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