Por algún motivo que habrá que desentrañar, los últimos años han sido prolíficos en estudios y análisis sobre el desencuentro entre la psicología y la economía (que probablemente aumente ya lo que estan de moda ahora son la neuroeconomia y el neuromarketing). Porque convengamos que no se trata de un feliz maridaje sino de la constatacion de un formidable desajuste -una vez mas- entre la sinrazón y la razón.
Tomándonos en solfa a la filosofía y en serio a todo lo demás