No se puede ser una científico renombrado de las ciencia sociales en América Latina, y no aparecer sistemáticamente cada 18 meses en las pantagruélicas reuniones que la Latin American Studies Association (LASA) organiza en USA y aledaños.
Trabajando en Clacso en ese eterno invierno de 1988 a 1996 fui a dos o tres LASAS. En octubre de 1993 a Atlanta y en marzo de 1995 a Washington DC.