El segundo Wittgenstein lo dijo con pulcritud, el lenguaje moldea al pensamiento, aunque la inversa también sea cierta. Después siempre citamos al lingüista aficionado Benjamin Lee Whorff o al lingüista profesional Edward Sapir para confirmar una intuición que siempre nos fue grata. A saber que el sentido no preexiste a la forma de expresarlo sino que el lenguaje moldea al mundo y que son las experiencias sociales las que facetan nuestra asimilación de la realidad y no la inversa -aunque eso también sea un poco cierto.
Pero por mas que le demos la razón al segundo Wittgenstein en contra de a su homónimo el primer Wittgenstein del Tractatus Logico-Filosofico que nos fusilaba conminándonos a aceptar que el mundo es la totalidad de lo que es -y las interpretaciones no sirven ni importan. O aun cuando la sombra omnipresente del chomkysmo convierte a la universalidad en una norma, y a la neurología en una horma, una y otra vez, como autentica problemática thematica (de esos dilemas que siempre tienen dos cuernos que se despliegan en diferentes momentos en el tiempo como dice Gerald Holton) cada tanto aparece un nuevo testimonio, una nueva evidencia, un nuevo insistencia en que el relativismo categorial puede mas que el universalismo neurológico, lingüístico o filosófico.
Esta vez le toco a Peter Gordon, psicólogo de la Universidad de Columbia, Estados Unidos, quien en su paper Numerical Cognition without Words: Evidence from Amazonia publicado en la celeberrima Science aseguro tener pruebas de que cuando un lenguaje elige distinguir una cosa de otra afecta la forma en que un individuo percibe la realidad .
La tesis -que ya habíamos conocido en versiones previas en los últimos 70 años y que hizo mucho ruido en los diario en agosto de del 2004- se apoya en un trabajo de campo sobre los pirahã una pequeña tribu de aborígenes cazadores recolectores que viven cerca de la frontera del Brasil con Bolivia, quienes utilizan un lenguaje peculiar: es el que menos sonidos tiene de todos los conocidos (sólo tres vocales y ocho consonantes para los hombres y una consonante menos para las mujeres), la lengua puede ser silbada tanto como hablada, no utilizan oraciones con subordinadas, etc.
La particularidad que llamó la atención de Gordon y que le permitió elaborar sus experimentos es que el pirahã es descripto como un lenguaje de la categoría “uno, dos, varios” porque en su vocabulario sólo admite esas posibilidades numéricas: lo que sea más de dos –no importa si tres, cinco o 40– se contabiliza como “varios”.
Aprovechando este rasgo, Gordon hizo varios experimentos con estos aborígenes para ver cómo podían hacer para comprender los números más allá de las limitaciones de su lenguaje. Pero por mas que pergeño varios experimentos mas o menos ingeniosos para probar lo contrario, Gordon concluyó que la idea de número no podía siquiera elaborarse en los pirahã debido a que carecían de palabras para ellos.
Hasta aquí mojado sobre llovido. Y no habría que esperar mucho para que un antropólogo lingüista como Dan Everett, de la Universidad de Manchester (Reino Unido), que trabaja con los pirahã regularmente desde hace más de una década y convivió largo tiempo con ellos junto a su propia familia, le retrucara acerbamente que lo que estaba diciendo Gordon no tenia ni ton ni son
En una posición mucho mas semejante q la que trabajamos con esmero en nuestros años del CBC en la UBA, para Everett, tanto el lenguaje como el pensamiento de los miembros de esta tribu están relacionados con una forma de ver el mundo, una cultura. Es más, para Everett los pirahã no tienen ninguna forma de numeración, ni siquiera lo que se traduce como “uno, dos, varios”; en realidad, ni siquiera diferencian masa de cantidad.. El concepto de cantidad es para ellos esquivo y distinto del nuestro; ni siquiera existe una manera de comparar cantidades, porque la categoría “más que” esta ausente en su idioma.
Everett se la jugo mucho mas y sostuvo que en esa comunidad amazónica no existen los mitos originarios, no hay términos para los colores, allí no dibujan, no duermen más de dos horas seguidas, lo que pone en cuestión de una forma mucho mas radical que en otras observaciones anteriores la tesitura tan difundida de universales de la cultura
Visto con los ojos de Everett no es que a los piraha les falte algo clave que nosotros los occidentales valoramos entusiastamente como la abstracción sino que su cosmovision esta limitada a la experiencia directa y el resto de las categorías que tanto amamos en Occidente son consideradas inútiles o irrelevantes, aunque seria mas pertinente decir que para ellos son totalmente invisibles
Uno de los papers de Everett Cultural Constraints on Grammar and Cognition in Piraha and Coherent Fieldwork merece una lectura mas que detallada porque allí Everett propone lisa y linealmente que la ausencia de palabras para designar números no esta implicada causalmente en la incapacidad de los adultos de contar. Para Everett es exactamente el revés son las constricciones culturales de los pirahã los que están en la base de una y otra cosa.
Se puede profundizar ene estos exquisitos temas en el weblog Language Log en donde encontraran un detallado post de Geoffrey K. Pullum balanceando ambas posiciones e ilustrando la discusión con alguna extravagantes dibujos de los pirahã.
Y para resumir entonces -aburrida pero no menos terminantemente: 1) Con los medios omnimodos que existen hoy estas discusiones thematicas se volverán mucho mas cíclicas y reiteradas que antaño, 2) Siempre se encontraran pruebas y evidencias manipulables para imponer uno u otro cuerno del dilema thematico, 3) El dualismo preside siempre estos recortes y la facilidad con que grupos de investigación o teóricos abrazan una u otra posición nada tiene que ver con la data científica, sino que los juegos de apropiación simbólica y de fuentes de financiamiento son valoradas -y juegan diferencialmente para unos y para otros- según el momento politico-historico
no conozco mucho a Wittgenstein pero me interesa mucho el tema pensamiento lenguaje – realidad, qué más hay al respecto según usted.
Se ha utilizado el ejemplo de los parlantes del Piraha para promover nuevamente la tesis del relativismo lingüìstico,pero, ¿no es màs bien un principio metodològico y no una tesis que se contraste empìricamente?
Quizàs falta especificar què patrones se utilizan para rechazar o corroborar rdra tesis.
Disculpe la torpeza, pero me preguntaba que influencia tiene el momento histórico-político en la adopción de una u otra posición. Es decir, ¿Qué implicaría si Mr.Cualquiera, eminente lingüista, dijera que el lenguaje «constriñe» o «colorea» el pensamiento? (como, entiendo, afirma la teoría Sapir-Whorf …)
Estoy realmente interesado en el tema, si bien no estoy muy bien leído.
bueno me gustaria saber mas sobre elpensamiento neuro linguistico y cualquier informacion que tengan me lo puedan enviar muchas grasias
Me gustaría saber si no tuviéramos la palabra verde, ¿podríamos ver el color verde?