Evidentemente la opción fácil, la decisión tajante y contundente y la oposición a ultranza es la no-filosofia. Aunque la acción que adquiera esas características probablemente tampoco nos lleve por el buen camino (si es que hay tal) la intolerancia y la respuesta automática parecen ser mas propias de los hombres de acción que de los de reflexión.
Como toda sentencia apodictica, esta se anula en el mismo momento de delinearse. Porque los hombre de acción de fuste piensan antes de actuar, y porque una economía de la innovación se basa antes que nada en ideas y no solo en meros impulsos.