El seminario virtual text-e.org
Toda determinación es una negación, decía nuestro héroe intelectual Baruch de Spinoza (a pesar de las criticas que le hace el marketinero Slavoj Zizek). Por ello preguntarse por el futuro de la escritura en línea, es tambien hacerlo por el futuro de la escritura tradicional. Una y otra están tan entrelazadas que se muerden la cola una con la otra.
El problema con estas cosas es que todo pasa tan rápido, que cuando nos enteramos ya todo cambió tanto, que pensamos mal o hacemos peor. O no tanto. Porque desde que la web se ha convertido en este vaso comunicante en la mejor tradición de los surrealistas mas de una falsa suposición se ha hecho añicos.
El 30 de Marzo del 2002 en el hermosisimo y renovado centro parisino Beabourg Centre George Pompidou (Beaubourg para los amigos) se cerro la maravillosa experiencia del seminario virtual
A partir del 15 de Octubre del 2001 una panoplia de pensadores de primer orden se dieron cita en ese receptáculo (entre los mas conocidos participaron: Theodore Zeldin, Roger Chartier, Dan Sperber y Umberto Eco, los tres últimos estuvieron presentes asimismo en la cuarta conferencia e-Narrativa (acaecida el 17 y 18 de Marzo) para discutir temas tales como el futuro del libro, la metafísica de la Web, el acceso libre a la literatura científica, publicación, escritura, periodismo online, necesidad de los usuarios de Internet, bibliotecas, arquitectura de los sitios, autoridad intelectual.
El simposio virtual fue denominado Screens and networks a new relationship with the written word. Está disponible en francés, inglés e italiano indistintamente. Se trató de un éxito de convocatoria monumental. Mas de 3,500 personas visitaron el sitio quincenalmente. Hubo un total de 60.000 visitas, se suscribieron 795 personas para participar en los debates, y 2,292 bajaron eBooks -7,277 eBooks individuales. Buen modelo a tener en cuenta para propuestas similares en el futuro.
¿Porqué nos parecio tan importantes esta reunion, y porqué creemos que algo interesante y llamativo está pasando en torno a las mediamorfosis de la escritura, tal como lo testimonian estos simposios virtuales y reales?
Coloquios virtuales
Aunque probablemente no se trato, como las organizadoras se ilusionaron, del primer coloquio virtual sobre estos temas, no hay duda de que el formato elegido, que presupone textos preparados con antelación presentados por un panel de ponentes invitados; la existencia de algunos comentaristas con conocimiento previo del texto, comentarios de los asistentes asincronicos, moderación en el debate, etc., era un requisito previo para avanzar en alguna dirección.
También el relevo de la presencia fisica (que obviamente tiene sus inconvenientes) multiplica las posibilidades de acceso, democratiza la asistencia y elimina las molestias que supone ir a coloquios o reuniones fisicas en medio de la nada.
Pero mas alla de las ventajas prácticas de Internet, en su seno la informacion se convierte en traza indexable y en elementos dinámicos, facilitando su aprovechamiento por parte de los participantes en términos de coloquio.
Porque despojados del acuciante presente, los participantes pueden leer los materiales a su tiempo (¿no nos pasó acaso a nosotros mismos con estas espléndidas ponencias o diálogos escritos?).
Las intervenciones son mas reflexivas, se obvia la naturaleza efímera de los coloquios reales, no hay gastos de desplazamiento y la participación internacional se amplía notablemente. Bueno todo esto es asi en teoría y en principio. Se trata del ABC de la participación comunitaria on line
Pero una cosa era la pretensión y otra la realización. Este desfasaje es la esencia de la vida y se verifica cada día con cualquier producción cultural: libros, clases, manifestaciones culturales, lo que sea. Una cosa es lo que pretendemos y a lo que aspiramos, y muy otra es lo que se logra.
¿Porqué fue tan importante este coloquio, y cómo se obtuvo aquello por lo que todos bregamos? Aunque la distancia entre lo real y lo virtual no se diluyó del todo, en el transcurso del experimento se produjo un trasvasamiento mutuo. Muchas de las interacciones que aparentemente solo tenían lugar en un ámbito pasaron al otro y viceversa. Al punto tal que al menos una de las discusiones fue hecha en un ámbito real, y que el cierre previsto para el 26 de Marzo también lo será en forma presencial.
De lo que no cabe duda es de que los participantes se encontraron en el ciberespacio, intercambiaron opiniones pertinentes referidas al coloquio, y todos los efectos del lenguaje típicos de las discusiones informadas estuvieron presentes, a la vez que se percibieron personalidades muy definidas detrás de los textos
Previsiblemente las coordinadoras tuvieron que recurrir a otros medios de comunicación no electrónicos para mantener vivo el debate, y para lograr que las consignas se respetaran mas alla del sitio en si mismo. Por lo que hubo una profusión de contactos a través del mail, el fax y el telefono
Conclusiones cantadas.
Aunque muchos están dispuestos a utilizar la web como reservorio de información, su potencial comunicativo es muy inferior al del e-mail. Y nadie tiene la receta todavía para dar el gran salto que implica convertir a las nuevas herramientas de colaboracián en verdaderos trampolines para la nueva generación de aprendizaje.
La evaluación final que hicieron Gloria Origgi y Noga Arikha, las editoras o moderadoras del sitio e-text .org son para tener muy en cuenta. Porque en general en estos experimentos distintos obstáculos disuelven las mejores intenciones y las convierten en propuestas mas que chirles.
Sucede que mensajes que son considerados impertinentes se convierten después en un buen pretexto para ventilar la supuesta inexistencia de censura en los espíritus mas democráticos.
Pero mas interesante que esta tentación, es la cuestión de la temporalidad en la forma de operar, sobretodo como en este caso cuando la aparición de los mensajes tenía lugar cada dos semanas. Tiempo que para muchos era una eternidad y que para otros consistía en cambio en una molesta opresión que impedía manducar bien lo anterior y mucho menos facilitar el posteo permanente y bien avenido.
Como bien dijeron las moderadoras cuando un debate se arrastra durante un larguísimo tiempo es sumamente complejo mantener la atencion, el interes, ir y volver en la ensalada de informacion que hay en la web.
Las exigencias técnicas, la competencia en estos temas y las ganas de alfabetizarse permanentemente son evidentemente obstáculos cuando de avanzar en este universo se trata
También hay restricciones ergonomicas ancestrales tales como la naturalezade los textos en la pantalla, su longitud, etc. Al mismo tiempo hay ventajas específicas del nuevo soporte, que siempre remiten a la cuestión de la participación, la interactividad, la personalizacion, etc que rara vez son utilizadas adecuadamente y cuyo mal uso termina desacreditando al nuevo medio.
Por eso los intentos de tender un puente entre las viejas y las nuevas técnicas de almacenamiento, pero también entre las viejas prácticas culturales y las nuevas que remiten al uso de los archivos electrónicos, las publicaciones electrónicas, la nueva accessibilidad, los nuevos tipos de indexación buscando impedir la babelizacion de Internet, merecen una discusión mucho mas sutil y detallada que la que vemos a diario.
Nuevos lenguajes
Porque la gran duda es de si efectivamente existen nuevos lenguajes. Y en este sentido la aparición de herramientas como Flash -generalmenet pésimamente usado- que permiten la articulación texto-imagen-video abren un cúmulo de interrogantes, que el debate de Beauburg supo explorar, y que nosotros indagaremos durante un largo tiempo por venir.
Un aspecto particularmente interesante de esta experiencia fue su carácter trilingüe al trabajarse simultáneamente en francés, inglés e italiano. Tanta proliferación no impidió, empero, que algunos participantes se quejaran de la ausencia de discusión en castellano y hasta en portugués. Quizás uno de los aspectos mas interesantes de lo aprendido en la experiencia haya sido la emergencia de un editing oral, es decir una edición de las contribuciones que están transitadas cada vez mas por un genero de escritura web que ha sido denominada por Stevan Harnad como «escritura celeste», o «skywriting» y que asienta sus reales en su origen oral «Lecture et écriture scientifique «dans le ciel» : Une anomalie post – gutenbergienne et comment la résoudre»
Quizás este punto sea uno de los mas atractivos a discutir en detalle, tanto desde el punto de vista operativo como critico. Un texto escrito en tiempo real no puede aspirar a competir ni a cumplir una función semejante a las del texto editado -como es el caso de cualquier nota, opinión, cuestionario respondido por escrito, revisión de escritura de una presentación hablada, etc. Habia que editar esas intervenciones, había que corregir las faltas de ortografía, había que revisar la longitud de los párrafos y la estructura gramatical,sobretodo cuando no se trataba de un nativo.
Tambien, de un modo que ni siquiera existe en una clase bien armada, los temas rebotaban entre si, y se profundizaba y se ahondaba cada vez mas en los temas básicos y centrales. Asi el ciclo se inició con los aportes siempre ricos y tangibles de Roger Chartier sobre la historia del libro, pasando por las comentarios de Roberto Casati; el débate de Stevan Harnad sobre la posibilidad de liberacion de la litératura cientifica en la Web; los comentarios de Bruno Patino sobre los alcances del nuevo periodismo: los comentarios de Theodore Zeldin sobre los aportes de la web al mejoramiento de la vida de la gente, los de Jason Epstein sobre el eBook; los de Dan Sperber sobre el caracter subordinado de la escritura a la lectura, y los de Stefana Broadbent y Francesco Cara acerca de los usos de la Web.
Falto en el coloquio radio pasillo, los encuentros informales, la posibilidad de hacerse guiños y de buscar complicidades fuera del ámbito estrictamente académico o profesional de la discusión
Las preguntas finales que se hicieron las organizadoras son atinadas y merecen una consideración muy seria por parte de quien quiera pretenda organizar seminarios virtuales en la red.
De que hablamos cuando hablamos de virtualidad
Hablamos mucho de la virtualidad, pero no tenemos demasiado en claro que nuestras ideas acerca de la virtualidad se originan en metáforas que emanan del discurso tradicional (es decir presencial y analógico) acerca de las percepciones y las acciones
Y como no nos damos cuenta se nos escapa que esta traducción bastante literal anula lo mas significativo del mundo virtual, que es su aparente discontinuidad con el mundo tridimensional de la experiencia tradicional
Por ello autores como Philipe Queau, Tomas Maldonado, Roberto Casati y tantos otros insisten en que es hora de que usemos nuevas metáforas para pensar, imaginar y diseñar la virtualidad en sus múltiples manifestaciones, una de las cuales, especialmente estratégica es preciosamente la metafísica del libro.
Invertimos aquí un camino que se recorre muy a menudo rápido y mal. Es el que imagina que como la web tomo del libro la metáfora de pagina como unidad de fijación del sentido, a la corta o a la larga la web terminara convirtiéndose en una subespecie del libro, una especie novedosa de un genero ancestral -inaugurado con el códice y condenado a ser inmortal.
Pero con no menos vehemencia y propiedad podemos dar vuelta a las astas por el toro e insistir en que justamente lo que la web hace es liberar al libro de las concepciones erróneas que lo vienen estigmatizando desde sus comienzos en siglo II AD, al permitir por fin diferenciar en forma inequívoca al soporte del medio, al sustrato de la función, a la potencia de la materialidad de la escritura encapsulada en el formato libro.
Así como Roger Chartier, y Umberto Eco en general todos los autores incluidos en esa excelente compilación de Geoffrey Numberg titulada El futuro del libro -que incluye aportes de Carla Hesse, James J. O´Donnell, Paul Duguid, Regis Debray, Patrick Bazin, Luca Toschi, George Landow, Raffaele Simone, Jay David Bolter y Michael Joyce– estan atavesados por este genero de preocupaciones.
No es un detalle menor que le emancipación que promete hacer la web del libro implique también una liberación económica.
Porque si hay una pregunta que no tiene una respuesta inequívoca es precisamente que es un libro. A ello se aboca esmeradamente Casatti al responder a la pregunta dando respuestas igualmente pertinentes pero extrañamente contradictorias en sus alcances y búsquedas.
Porque es tan cierto que nuestro recentisimo vastago el libro Internet, imprenta del siglo XXI pesa medio kilo, como que ese libro estuvo inspirado en varios autores, en especial Bateson, Latour y Mc Luhan. ¿Es ese libro que pesa 1/2 kilo el mismo que fue inspirado por estos autores tan etereos?
Porque la repuesta tiene que ser si y no. Si porque en el estante o sobre la mesa hay un solo objeto. Pero no porque aunque destruyamos a ese libro que pesa 1/2 kilo no lo estaremos haciendo con la trama de influencias y de memes que llevaron a a su escritura
Aunque parecería tratarse de divagues filológicos la cosa es mas seria ya que tanto en la respuesta a esta pregunta como en la construcción de eBooks que pretenden encarnar la nueva generación de libros, queda mas claro que nunca que un eLibro es al mismo tiempo, la maquina que recibe el texto y el texto que es enviado a la maquina. Lo que aparecía en filigrana en el caso del libro real, en el caso del libro electrónico queda totalmente a la vista
Pero la cosa no es tan sencilla y no se trata tan solo de dos dimensiones u ontologías posibles del libro. Porque hace rato que con mayor o menor dificultad podemos discriminar entre contenido inmaterial y soporte físico. Pero lo que no esta demasiado en claro es como esa divisoria se lleva con la noción de transferencia y de transacción.
Como bien lo dice Roberto Casati cuando vendemos un libro ¿que es lo que estamos transfiriendo, el soporte físico, el contenido inmaterial, los dos o ninguno? Lo que nos deja de bruces sobre el meneado tema del copyright que en general se trata mas mal que bien.
Ya en 1785, Immanuel Kant estaba enmarañado con estas cuestiones y para resolverlas (creia el) lo mejor era distinguir entra formas legales e ilegales de circulación (y copiado) de los textos. Porque si mi editor multiplica las copias, todo bien, pero si lo hace mi vecino, entonces todo mal (y en esa época y por casi 2 siglos no había aun fotocopiadoras, ni impresoras láser ni imprentas mas so menos baratas).
El argumento de Kant es bastante bizarro e interesante. Según el hay algo en la libridad (la naturaleza de los libros) que generan un derecho inalienable de no copia o lectura en publico, a excepción de su cesión a un editor previo pago.
El argumento es raro porque este derecho de lo libros se debe a que estos no son una objeto como cualquier otro. Según el fabricar libros no es lo mismo que fabricar bienes u objetos (a menos que estén firmados). Y si a Kant la cosa le parecía raro era porque en su época no estaba para nada claro que hubiera que pagar por la palabras e ideas ajenas. Continuara claro
Quisiera aportar mi opinión a los primeros párrafos de este artículo, o, más bien, dejar un mensaje a quien sé no lo va a leer: Aquellos que le temen al avance, al cambio (estoy hablando de la escritura) deberán agradecer que ésta ha permanecido inalterable como, quizá, ninguna otra humana invención por mucho tiempo.
Por otro lado, creo que ningún escritor contemporáneo (excepto el tecnófobo de Eco) rehusara al menos explorar las nuevas posibilidades literarias, multimediáticas y filosóficas de estos días. Seguramente Spinoza ordenaría (si es que más se puede) sus ideas en planillas de cálculo y bases de datos.
Desde chico, lo que yo quería era escribir un libro. Internet (TODO ESO que llamamos Internet) me sirvió para darme cuenta de una cosa: lo que quería era escribir. Si hay algo más virtual que la escritura misma, quiero conocerlo.