Hay nociones que no se nos borraran mas de la cabeza. No se trata tan solo de las celebres mots-valise (palabras valijas) porque aúnan en si distinciones independientes que a través del relámpago de la acuñacion se convierten en una entidad absolutamente novedosa. Pero se trata de mucho mas que eso. Y si tuviera que poner en mi ranking a una d mis mots-valise favoritas, esta seria seguramente retroprogresivo.
La frase fue acuñada por Salvador Paniker en su obra Ensayos Retroprogresivos (Kairós, 1987) y consiste en ir simultáneamente hacia lo nuevo y hacia lo antiguo, hacia la complejidad y hacia el origen porque en la era retroprogresiva, todo lo hacemos entre todos, y la cooperación es un aliento mucho más profundo que la mera competencia.
Podemos tener lecturas retroprogresivas de lo que se nos ocurra. Así un rápido ping pong por la web las muestra en las matemáticas como en Apuntes retroprogresivos sobre la educación y la matemática; en los vinos como en El futuro de los vinos mediterráneos o en la teología o donde se nos ocurra.
Pero nosotros aquí le queremos dar un sentido aun mas metafórico que el que siempre tuvo, y nos queremos referir a la posibilidad de la tecnología mas moderna de recuperar las practicas mas antiguas, en este caso la escritura, como fue la sumeria adicionándole a su disciplina de siempre la paleografía el adjetivo siempre bienvenido de lo digital.
No se trata de un escritura única pero tampoco de una nada menor. Cuneiforme es la palabra formado con cuña, o textos sumerios, acadios, babilónicos y asirios escritos con esa herramienta sobre pequeñas tablas de arcilla, piedra o metal, hace más de cuatro mil años.
Resulta por lo menos paradójico que a su rescate venga el universo digital a través del Proyecto Paleografía Cuneiforme Digital o CDP (Cuneiforn Digital Palaeography).
Curiosamente sin el auxilio digital lo que podríamos recrear de la escritura cuneiforme seria mas que limitado por cuando no se podría pensarla en todas sus proporciones ni ayudado por fotografías; ni siquiera mediante un collage de imágenes que sumara todos los lados de la tablilla.
Aquí llego con su imaginativa propuesta el Proyecto Paleografía Cuneiforme Digital, un ambicioso plan que en conjunto llevan a cabo investigadores ingleses de la Universidad de Birmingham y del Museo Británico, consistente en la digitalización del inventario lingüístico de ese tipo de escritura. Es decir: combinar el desarrollo de la paleografía con el de la informática, para así poder apreciar en toda su magnitud, en tres dimensiones, los signos.
Como lo detalla el sitio web aludido se trata de un proyecto en el que colaboran un arqueólogo, tres ingenieros en electrónica, un analista de caligrafía y un especialista en asiriología
El grupo había trabajado anteriormente en el Proyecto Forense Cuneiforme Digital, antecesor del CDP. Hacia el fin de esa primera investigación habían diseñado un prototipo de la base de datos que ahora el CDP se propone construir. Sin embargo, eso no fue todo. El segundo logro estuvo en el perfeccionamiento de nuevas técnicas de análisis de escritura cuneiformes, tanto a nivel gráfico (el estudio de los grafemas silábicos que las civilizaciones antiguas empleaban) como caligráfico (los modos de escribir esos grafemas).
La escritura cuneiforme tiene una lejana semejanza con el lenguaje de los sordomudos ya que se orienta -como aquella en en el espacio- en tres direcciones: hacia el borde inferior de la tabla, hacia el derecho o en diagonal, desde el extremo superior derecho de la tabla hacia el inferior izquierdo. El trazo de la cuña en el material de la tablilla (es decir, la caligrafía) deja una huella con forma piramidal
Lo que el proyecto en curso (aunque todavía se pueden ver pocos resultados en linea) esta logrando es nada mas ni nada menos que miles de imágenes de alta resolución puedan ser utilizadas a placer del usuario, clasificadas según el material de la tablilla en cuestión, el reinado durante el que éstas fueron escritas y el lugar donde fueron halladas, entre otros criterios:
Internet esta permitiendo multiplicar las Enciclopedias del Conocimiento y plantea ahora una Enciclopedia Paleográfica, con claras influencias del alguna vez utópico Proyecto Gutenberg que ya examinamos hace muchos años.
Como bien dice Pablo Castagnari en Viejas tablas que dicen mucho Futuro/12 la principal coincidencia entre ambos proyectos es, sin embargo, su carácter activo y perpetuo: no hay fronteras, no hay límites ni clausuras. Las imágenes deberían estar disponibles para cualquier investigación que requiera de ellas y que a su vez agregará sus resultados a lo conocido hasta entonces.
Aunque nos somos tan optimistas como el, y difícilmente creamos que gracias a estas tecnologías el cuneiforme volverá a ser una lengua practicada por las multitudes, no hay duda de que estas alianzas retroprogresivas son fabulosas, y que recién empezamos a entrever posibilidades inauditas en la forma de desempolvar el pasado y de diseñar el futuro de la mano de las tecnologías y de la visualización de punta mirando mcluhanianamente por el espejo retrovisor.
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