Hace 10 días que vivimos bombardeados por la maquina mediatica del Vaticano. La primer señal de alarma me la dio mi amigo Armando Silva en Bogotá hace casi tres semanas, cuando se vio conmovido por los usos de la imagen de la decadencia física papal utilizada a mansalva por el Vaticano como fomento de algún hilo de divinidad.
Después la cosa siguió acompasando los últimos días del Pontífice con comentarios muy desiguales. Un proselitismo a favor de la difusión de las imágenes de decadencia (vendida como fortaleza) por parte de la derecha y un rechazo de la pornografía de la imagen por parte de la izquierda.