Somos lo que nos contamos… pero también otras cosas mas
Cuando empezamos nuestra saga acerca de los nativos/inmigrantes digitales si bien nos pareció una simpática nomenclatura no nos imaginamos que la disputa recorrería diversos andarivele, y movilizaría numerosas pasiones. Hubo quienes se ofendieron por nuestra supuesta apología de los nativos. Hubo quienes consideraron un crimen de lesa discriminación retomar las categorías de Margaret Mead como culturas pre y postfigurativas (en donde los jóvenes aprenden de los viejos, y en donde los viejos aprenden de los jóvenes) insistiendo en que tales dualismos solo refuerzan la discordia sino que dificultan el entendimiento.
Sin embargo sería ingenuo suponer que no existe una brecha generacional en creciente ascenso. No casualmente en la apertura del IV Congreso Mundial de Psicoterapia que reunió en Buenos Aires a 5000 terapeutas a fines de agosto del 2005 el terapeuta familiar Carlos Sluzki propuso trabajar sobre las visiones encontradas de padres e hijos en su ponenciaConflictos adolescentes: cómo pasar de la confrontación a la colaboración
Según quien fuera en una época compañero de Eliseo Veron y articulista destacado en la fundacional Revista Latinoamericana de Sociología editada por el Instituto di Tella a fines de los años 60, las «narraciones» que cada una de las partes del conflicto realiza sobre la otra constituyen el punto de partida de su resolución y estas narraciones son las que determinan los vínculos
Justamente nuestra impresión, corroborada por decenas de análisis, estudios, investigaciones, conjeturas, pero sobretodo constataciones hechas por adultos menos prejuiciosos que el promedio, y por docentes mas preocupados por entender a sus alumnos que a pedagogizarlos con sus monsergas, es que estas visiones encontradas ya no solo afectan los contenidos, el que, sino sobretodo el modo de adquisición de valores, conceptos, visiones del mundo y sobretodo justipreciaciones de habilidades y competencias.
Además contrariamente a lo que sostiene obcecadamente la narratología no solo somos cuentos que nos contamos a nosotros mismos y a los demás. El comportamiento humano no se reduce a la narración sino que tiene un alto componente lúdico ligado a la invención, descubrimiento y camabio de reglas, sin valor simbólico último. Jugamos no para entendernos mejor o para vivir historias ajenas mas profundamnete sino que que jugamos por el placer de jugar y de inventar las nuestras propias.
Jugar, trabajar, simular, un continuum
Con un agravante, que el mercado de trabajo a futuro, y las competencias en la organizaciones caordicas, fluidas y mutantes le dan mucho mas la razón a los jóvenes que a los padres, a los niños que a los grandes. Estamos enseñando cosas que no son significativas, para una época que ya fue y con modalidades anacrónicas que cada vez interesan menos.
El problema es de fondo y nosotros lo hemos auscultado ya al menos en dos dimensiones. La primera analizando equipamientos hogareños, viendo (imprevistamente) como tanto chicos como grandes altamentes socializados con las maquinas las dotan de rasgos humanos, las cargan de energía psíquica y cada vez mas las ponen en pie de igualdad con nosotros (es indispensable en este sentido recorrer una y otra vez la increíble investigación The Media Equation de Byron Reeves & Clifford Nass que ha sido saludada con bastantes criticas, pero que no por ello es menos provocativa. Como nos gusta tanto.
No se trata de un dato menor sino de una autentica ruptura con las categorías dualistas tradicionales. Si bien hay quienes como Raymond Kurzweil y Hans Moravec se van de mambo y proponen una igualdad ecuménica entre máquinas y seres vivos, el hecho de que en muchos laboratorios y centros de investigación se esté cada día trabajando mas en ingeniería emocional y en robotica humanizada (como es el caso de Rosalind Picard en su programa de Computación Afectiva) muestra que toda las barreras se están derrumbando, y que los corsets tradicionales, académicos, institucionales pero sobretodo cognitivos van camino del cielo del olvido.
Sin dispersarnos aun mas insistimos entoncesen que esta divisoria entre migrantes y nativos tiene filiaciones importantes pero sobretodo es de una fabulosa actualidad que antes que temer deberíamos deconstruir y eventualmente rediseñar.
Los chicos de menos de 6 años son diablillos digitales
Por eso escapándole como a la peste al opinionismo, nos basamos en algunas encuestas y relevamientos como el de The Children’s Digital Media Center del The Henry J. Kaiser Family Foundation sobre mas de 1.000 casos de chicos de menos de 6 años para tener una idea certera de en que consisten sus practicas digitales
Por eso también quisimos analizar en cierto detalle, especialmente a través de los estudios de Mark Prensky sobre videojuegos, hasta que punto esto de las nuevas habilidades era algo mas que un argumento marketinero de mercachifles de los jueguitos basura .
Sin embargo nuestras incursiones anteriores por los terrenos de la ludologia de la mano de Gonzalo Frasca y muy especialmente de la bisagra seminal que fue el texto de James Paul Gee What Video Games Have to Teach Us About Learning and Literacy, que debería ser el abc de todo docente que se tome en serio esto del nativismo digital, nos indicaron una senda que venimos de recorrer concienzudamente.
La desaparición de los mediadores del interés general en las desorganizaciones
En este camino saltó un tema que ya habíamos detectado hace un par de años atrás a partir de la criticas de Cass Sunstein en Republica.com y de Robert D. Putnam, en Bowling alone. The collapse and revival of American community, acerca de la disolución de los mediadores de interés general, y la desaparición de la noción de comunidad imaginada.
Ese ha sido el objetivo de nuestro reciente ensayo Inmigrantes vs. nativos digitales II: el periodismo participativo y el consumo/producción futuros de información
Es hora entonces de profundizar en estas lineas y de investigar en mayor detalle que le están haciendo las tecnología del conocimiento digital a la educación en general, a la educación universitaria, a la enseñanza curricular y sobretodo a las inteligencias múltiples. Hacia allí vamos
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