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Pagandole al FMI de un saque ¿eso es bueno o malo?

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¿Quien habla?

La pregunta se la hace la musa en cada reunión que tenemos del exangüe Grupo Multitud. Y como siempre la respuesta es «depende». En el caso del pago al FMI mucho depende de quien se haga la pregunta para saber cual es la respuesta mas sensata. Porque no es lo mismo que contestemos a la pregunta si es bueno pagarle de un saque al FMI si somos de derecha o de izquierda, si lo dice la City o un desocupado, si lo dice un funcionario de primera linea que ni quiera es economista, que si lo dicen Lavagna o Miceli, pero todavía mucho mas diferente será la respuesta si la pregunta se la hacen Scioli o Redrado.

Lo cierto es que el pago de un zapatazo de la deuda con el Fondo trajo mas interrogantes que respuestas fáciles y con seguridad todos los que defendieron o atacaron a muerte a la medida, lo hicieron por la razón equivocada o por un interés mas o menos desembozado. Ja que buen intringuis para desovillar un poco las ideas, si es que nos quedaba alguna a fines del 2005.


Al menos dos personas se dieron cuenta de cuan esquizofrenicos estamos los argentinos ante las reacciones contradictorias y mutuamente laudatorias y escarmentadoras que la decisión conlleva. Ellos fueron Alfredo Zaiat y Juan Pablo Feinman. Ambos llegaron a conclusiones bastante parecidas desde disciplinas muy diferentes. Zaiat desde la economía. Feinman desde la política.

Juegos de cintura que descolocan a las mentes

El pago anticipado de la deuda con el Fondo Monetario Internacional dejo descolocados a los economistas de la izquierda y de la derecha. Y en cada wing hubo detractores y defensores por partes iguales. Porque ¿a que ortodoxo no le fascina ver cumplido el pago total de la deuda? Je no tan rápido porque la mitad de los ortodoxos calificaron de irresponsable la decisión, porque debilita la posición de reservas, además de avasallar la independencia del Banco Central.

Lo mismo sucedio con el otro bando de los heterodoxos. Un grupo está exultante porque dice que se asi recupera la soberanía en las decisiones económicas, mientras que otro lote critica afirmando que se hace lo que el FMI quiere, se abandona la idea de hacer corresponsable de la crisis a ese organismo y así se postergan las demandas sociales (nada casualemnte esta es la tesis del gobernador neuquini Jorge Sobisch publicada como nota de opiniòn en La Naciòn.

De lo que no cabe duda según estas reacciones mutuamente contradictorias, encima dentro de cada campo, es de que el pago total al FMI es una medida controvertida como la que mas.

Ayuda para poner en perspectiva esta complejizacion in crescendo de l a realidad y de las decisiones que rara vez la acompañan, el hecho de que una decisión análoga (tomada por Lula dos días antes) haya sido vivada por el establishment como muestra de responsabilidad y de seriedad en el manejo de la economía de un país. En cambio, cuando ese mismo camino fue elegido por la administración Kirchner se trató de una política de giro izquierdista, de reacción espasmódica que pone en riesgo la solvencia fiscal y debilita al país por la pérdida de reservas.

Una izquierda que ni piensa ni hace

Si para la derecha la cosa viene tan vapuleada es mucho peor para la izquierda que encuentra absurda la medida y que encima, con latiguillos que nunca mueren, considera que ese fangote de plata dedicado al pago de la deuda con el FMI otra vez hambrea y condena al fracasos a millones de argentinos -coincidiendo enigmáticamente son Sobish y cia.

Como bien señala Zaiat el tema es mas que fascinante porque envuelve por partes iguales a lo técnico y a lo político, o a la política convertida en técnica y a la técnica económica convertida en política.

Hay preguntas que los heterodoxos disconformes (léase izquierdistas blabletas) deberían poder responder con soltura si quisieran que nos tomáramos en serio sus objeciones: ¿por qué el dinero en circulación debe tener un ciento por ciento de respaldo en reservas? ¿Cuál es el concepto ideológico que sostiene que el Banco Central es el responsable de cuidar el valor de la moneda doméstica?

A quienes sugieren maliciosamente que estamos cayendo nuevamente en la falacia de una neoconvertibilidad, Zaiat los pone en su lugar insistiendo en que la idea del respaldo de la moneda con reservas fue una respuesta a un momento histórico particularpara la hiperinflación, para frenar la fuga y dar un shock de confianza. Hoy, la historia es otra. La moneda tendrá respaldo y no habrá huida si la economía se sostiene en un sendero de crecimiento, como pasa en el resto del mundo y no al vesre.

Construyendo agenda política y no meramente haciendo la plancha económica

Para Feinman la decisión kirchneriana de pago de una sola vez de la deuda es ejemplar porque desde una arista política plantea las mismas confusiones y señala las mismas contradicciones de los dos bandos. Solo que él las lee mas desde la iniciativa de quien crea la agenda que de las respuestas de quienes se ven sometidos a su agendamiento.

Que Kirchner lleva totalmente las riendas de la iniciativa política se nota no solo en que la única forma que tiene la oposición de coaligarse es enfrentando sus iniciativas (como está ocurriendo ahora con el controvertible tema del Consejo de la Magistratura) sino frente al vértigo de la opinión (todos, de la izquierda a la derecha y al centro, dijeron algo o mucho frente al tema FMI) que la transformó en el ejemplo inapelable de eso que Hannah Arendt llama «caos absoluto de las diferencias».

Con esa felicidad para atar el fútbol con la teoría política y al concepto justo con el ejemplo feliz, Feinman insiste en que tal vez (para malhumor de sus críticos) Kirchner haya llevado a la política un venerable concepto que Dante Panzeri aplicó, alguna vez, al fútbol: Dinámica de lo impensado.

El señor K es, sí, repentino. No amaga, pega. Se mueve por grandes impulsos. Es un intuitivo que siempre acierta, que no erra. Es verdad que incurre en torpezas que se magnifican desmedidamente aunque son, en efecto, torpezas: Borocotó. Sin embargo, que la oposición las transforme en Causas Nacionales exhibe los escasos flancos que, por el momento al menos, y va para sus tres años, ofrece.

Desde la política la derecha le critica a Kirchner que tenga iniciativa. Que no haya enviado su medida ex-ante por el congreso. Que ridiculez. De haberlo hecho no se podría hablar iniciativa alguna y se seguiria debatiendo en el plano de las ideas lo que es del orden de las acciones..

La falta de republicanismo, que risa que me da

La derecha le critica a Kirchner falta de republicanismo cuando la derecha es lo mas antirrepublicano y antidemocrático que existe. Vivió de golpe en golpe hasta que consiguió dar el golpe ideológico del menemismo cambiando por coimas y prebendas hacia el ex zar y sus amanuenses (entre los que descollaba Martín Redrado que se llevo 1.600.000 dolares a su palenque) la venta de todo y el sometimiento de todos… republicanamente.

El otro latiguillo de la derecha (la ortodoxia) es psicoanalizar silvestremente al Dr. K. Que pasa por el señalamiento de su soberbia, su autosuficiencia, y ahora también, sus celos. Porque desde el psicoanálisis silvestre no queda otra que acusar a Kirchner de haber pagado la deuda al Fondo por no quedar desairado por Lula, por estar a su nivel, por no quedarse atrás.

En cuanto a la izquierda -se refleja aca politicamente lo que Zaiat detecto en la economía- la izquierda, desde Carrio a los ultras, insisten en que esta decisión hambrea a los argentinos, y de seguir la critica a pies juntillas pronto caemos en que es lo mismo Kirchner que Menem una barbaridad política y una estupidez conceptual de fuste.

Al final Feinman corcovea un poco cuando insiste en que la izquierda no siempre dijo que no había que pagarle al Fondo (separando deuda legitima de ilegitima, uhmmm). Me gusta mucho menosaun su idea de que el (o Kirchner) son la verdadera izquierda (¿otra vez con las grandes «verdades»? y sus alusiones a los ricos flacos y gordos pobres, según la conceptualización de Patricia Aguirre suenan mas a campaña que a análisis

Cuando el verdadero oficialismo es el establishment y no el gobierno

Es cierto en cambio -y aquí lo acompañamos con gusto- cuando señala que en la Argentina el oficialismo no es el estado desguazado, sino el establishment. Y que si esta decisión de no pagarle al FMI golpeó en serio al establishment es porque algo de irritante y de reinvencion de la política tiene, con su timing, su imprevisibilidad, su falta de consulta, su unilateralismo.

Lo cierto es que mas alla de agachadas y de titubeos, mas alla de gustos personales y de semblanteos psicológicos Kirchner trabajo duro y parejo durante el 2005, no solo para consolidar su liderazgo, desduhaldizar al país, y demostrar que la oposición es un tigre de papel, sino también al tomar algunas decisiones -incluyendo esta del pago de un saque de la deuda al FMI- que consiguieron no solo la adhesión de la chusma sino un realiniamiento del escenario político generando agenda y retomando la iniciativa politica -que es también otra forma de reinventar a la política.

Que muchos daban por muerta, otros por resucitada pero que este ejemplo, o del de Chavez, o el de Elvo Morales, o el de los atentados permanentes en Iraq, o el de la quema de coches en Francia muestran que esta viva y coleando como antaño -aunque muchas veces no compartamos ni métodos ni horizontes.

Notas originales

Alfredo Zaiat Debate abierto
Jose Pablo Feinman Sobre la iniciativa

Publicado enReveladores

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