Una saga que recien comienza
La saga de Google no tiene visos de parar. Todos los días una noticia la cubre y la alcanza. Trátese de la demanda que le ha entablado Click Defense que intentará convertirse en acción popular, en la Corte del Distrito de San José, en California (EEUU) por el denominado ‘fraude de los clicks’ en Estados Unidos , acusando a Google de no proteger a los usuarios de posibles fraudes por el mal uso de sus anuncios, el llamado ‘fraude del click’, lo que puede acarrear pérdidas de al menos cinco millones de dólares.
Mientras, aparece en Francia un buscador como Quaero («buscar», en latín) anunciado nada menos que por el Presidente francés, Jacques Chirac, durante un Consejo de ministros franco-alemán en Reims (noreste de Francia) en el mes de abril. El objetivo de este proyecto es reunir las tecnologías necesarias para crear un motor de búsqueda multimedia, que permita localizar documentos en formato fotográfico, video, audio y texto en internet.
En el medio la empresa Rates Technology (RTI), poseedora de varias licencias en lo que a telefonía por Internet se refiere, inició acciones legales contra el buscador por ofrecer un servicio de llamadas telefónicas por la web sin autorización previa
Si tantos juicios, amenazas, promesas e incordios giran alrededor del buscador, ello se debe simplemente a que es una empresa que vale U$S 130 mil millones y con ese tamaño y valor ¿quien no quiere exprimir una buena cantidad de leche del gigante?
Google y la reescritura de la historia
La legislatura de la ciudad de Buenos Aires estreno en pasado mes nuevos miembros y bloques. Su composición anterior venia atomizada y esta parece que anda por el mismo wing. Pero lo mas llamativo es donde viven sus miembros. Siendo la ciudad amplia y grande (mas de 200 km2) casualmente 55 de ellos viven en la Zona Norte y solo 5 en la Sur. Así que por mas que Mercedes Sosa proclame que el sur también existe, los primeros es desconocer su existencia son quienes deben legislar sobre media ciudad, que esta en el Sur.
Lo de la localización (en un mundo donde supuestamente la geografía ya no vale nada) viene a cuento porque trabajo en el Sur desde hace mas de un año y estamos tan aislados como si viviéramos en Jachal. Y por eso cada visita al centro es una fiesta y recorriendo sus calles nuevamente pispee hace unos días en un quiosco de Florida uno de los últimos números de la revista Business Week, esta vez dedicado a Google. Así que después de algunas peripecias me lo agencie y me lo devoré de cabo a rabo. Y lo que leí y aprecié me sonó raro muy raro, a años luz de nuestras lecturas siempre inocentonas acerca de las relaciones ingenuas entre tecnología y sociedad.
Porque la nota habla poco y nada de las maravillas que llevaron a John Batalle en The Search: How Google and Its Rivals Rewrote the Rules of Business and Transformed Our Culture, a proclamar la revolución cultural hecha finalmente no por Mao y sus guardias rojos sino por Brin & Page y sus mogules de la alta tecnología.
Ya habíamos tenido un anticipo de lo que se venia cuando nos enteramos de la existencia de una casta y jerarquía interna al Gigante que dividía sin resto a los empleados que se dedican a trabajos relacionados con los negocios, como los comerciales y la fuerza de ventas en general, los que estarían varios peldaños por debajo de los ingenieros, programadores y responsables de producto según un informe de Baquia.
Una lectura muy detallada de este numero de Business Week dedicado a mostrar la extraña forma que tiene Google de (no) hacer negocios confirmaría esa presunción y da mucho pasto para la reflexión. Alla vamos.
¿Rebrote de la burbuja o alumbramiento de un mundo nuevo?
Puede ser que la historia se repita primero como comedia y después como tragedia. O probablemente en estos tiempos de incertidumbre que corremos (maravillosamente radiografiados por Inmanuel Wallerstein en Las incertidumbres del saber, pero no menos brillantemente por Santiago Ramentol en Teorías del desconcierto. Viaje al fondo de la incertidumbre: los pensadores que diseñan un futuro global. Barcelona, Ruano, 2004) puede ser que se repita dos veces como comedia, o dos veces como tragedia. El fantasma/fantasía de la burbuja punto.com arrecia nuevamente y una visión mas que somera de la galaxia Google, que con una capitalizacion de mercado de U$S 120.000 millones duplica a la de Yahoo (Time Warner araña los U$S 85.000 millones, American Express solo llega a U$S 64.000 millones y Sony apenas a U$S 36.000 millones) muestra que algo muy loco esta pasando aquí otra vez.
Efectivamente el 17 de noviembre del 2005, las acciones de Google que salieron al mercado en agosto del 2004 a U$ 85, traspasaron la frontera de los U$S 400 -a mediados de enero del 2006 estan enU$ 445 y parece que hasta los U$ 500 no paran) estan en y convierten a Google en una mina de oro, en una varita mágica y en un atractor único en la industria de la tecnología informacional, con capacidad de cambiar las reglas de juego en lo que a fusiones y adquisiciones se refiere, generación de empresas satélites, inversión en capital de riesgo y en la frustración hist´roica de los bancos de inversión desesperados por venderle algo a Google.
Trátese de nuevos servicios, de una startup ad hoc, o incluso de una nueva estrategia, todos quieren morder algo del gigante, pero lo mas interesante del caso es como la mera existencia de Google está cambiando una ecología de negocios esencial en Silicon Valley cual ha sido hasta ahora la relación entre capitalistas de riesgo y compañías primerizas.
Porque ante el poder de atracción de Google muchos capitalistas de riesgo en vez de apostar a una nueva compañía que necesita de su compromiso (desesperado y mortífero) para volverlas publicas, están surfeando el panorama tratando de identificar la tecnología o servicio que le hace falta a Google para ser aun mas poderosa, rica y eficaz de lo que ya es.
Cuando una empresa es el mercado
Google esta ocupando el lugar que hasta poco ocupaba el mercado como estrategia de lanzamiento de nuevas compañías. Si hace 5 años los buitres e inversores se desesperaban por el NASDAQ, ahora el que lleva la batuta en este negocio inclemente y superganancioso es el propio Google.
Bancos gigantes como Morgan Stanley y Credit Suisse First Boston y jugadores mas chiquitos como Allen & Co., han enviado a decenas de scouts a Mountain View para tratar de prenderse en alguno de los negocios que rodean al gigante. Todo suena muy bonito y pretencioso pero se estrella frente a una realidad. Google impone sus propias reglas de juego y no quiere hacer negocios con nadie a menso de imponer sus propias reglas, que casi nadie conoce o sospecha.
Hace unos meses Google coqueteó con la compra de Skype Technologies pero el precio que finalmente pago eBay Inc por la compañía de telefonía basada en la web, que llegó a los U$S 2.600 millones de dólares les pareció un delirio, aunque seguramente se trata de un servicio mucho mas afín a la ideología y la arquitectura de Google que a la de eBay.
Una cifra de esa magnitud esta a años luz del nivel de negocios de Google que lo que mas que gasto hasta ahora fue la friolera de U$S 102 millones por la compra de una novata compañía de publicidad en linea cual fue Applied Semantics Inc. en 2003 /.
¿Cadáveres que reviven?
Sentarse en la puerta para ver pasar el cadáver del enemigo puede llegar a ser un gran riesgo en el volátil mundo de Internet. Acuérdense sino cuando Yahoo en 1999 con una capitalización de mercado de U$S 115.000 millones dejo pasar la oportunidad de comprar a eBay. Hoy las tabas se dieron vuelta. Yahoo vale casi la mitad y eBay la sobrepasa en valor.
Pero si Google comprara un pescado muy gordo (como AOL, que parece que finalmente sucumbirá a las garras de Microsoft o de eBay) probablemente su modelo de negocio se resentiria y el valor de sus acciones caería drasticamente. Je en lindo lío están. Palos porque bogan y palos porque no bogan.,
El caso de AOL es importante porque Microsoft hace rato que también esta cortejándola y porque en su relación con ella desde 2002 le ha dado a Google un 11% de sus U$S 2.600 millones en facturación durante el primer semestre del 2005 (AOL valdría U$S 20 mil millones, incluyendo cerca de U$S 12 mil millones por el tan anhelado portal y estrategias de búsqueda).
Cuando Sergey Brin y Larry Page lanzaron el prospecto de venta de acciones al publico hace 15 meses atrás insistieron en que invertirían plata en proyectos que solo tuvieran un 10% de chance de ganar miles de millones de dólares en el largo plazo. ¿Están jugando ahora a otro juego?
Inventando las reglas de juego
Los que no tienen la menor idea de como lidiar con Google son los bancos de primer nivel como Goldman, Sachs & Co que fueron pateados fuera del juego por practicas no demasiadas sanctas, a la que están acostumbradas, pero que en Google no cayeron nada bien y que en esta rara ocasión lograron darles un buen chas chas en la cola a los banqueros. Usando una subasta a la holandesa modificada le pasaron el trapo a los gurues de Wall Street acostumbrados a hacer ellos el negocio y quedarse con la mejor parte.
Si los banqueros e inversores no se desalientan ante el desprecio del gigante es porque numerosos estudios acerca de la evolución del marketing y la publicidad muestran que el mundo on line es una mina de oro aun mas redituable que en el año 2000 y que Google tiene todo a su favor para convertirse en uno de los mejores beneficiarios del torrente que se viene
El gasto total en publicidad en USA en el 2005 orilla los U$S 400.000 millones, solo U$S 10.000 millones se gastaron online, menos aun que en el redituable negocio de las paginas amarillas. Al revés los diarios y el telemarketing gastaron entre 5 y 9 veces ese valor. Pero si es cierto como dice Forrester que los hogares pasan un 30% del tiempo de ese consumo de medios on line, mientras que internet solo tiene un 5% de los gastos de publicidad, algo no esta cerrando, y es ese agujero que seguramente Google colmara, el que quieren compartir los banqueros despechados por el rey Sol de Internet.
Los vericuetos de la migración de valor en este mundo virtual son increíbles. Hay mucha plata puesta en compañías solo porque son beneficiarais directas de los éxitos de Google. Tomemos el caso de Advertising.com, un cliente de e-marketing que apareció en el radar de Allen & Co. cuando se dio cuenta de que el 40% de sus ingresos le llegaban a través de Google. El banquero ayudo a venderle la compañía a AOL por U$S 435 millones en Junio, 2004 -demostrando como incluso un Google dormido genera indirectamente toneladas de plata.
Insistimos. Los capitalistas de riesgo están mas que molestos por el desdén con que los trata Google, pero en realidad lo que mas temen es que Google, un hijo suyo, se este convirtiendo en un rival de riesgo. Con los U$S 8.000 millones que tienen en el banco, con los cinco milmillonarios que manejan a la compañía y con mas de 4.000 millonarios, no necesitan de intermediarios y lo demostraron ya dos veces, ya sea cuando compraron Pyra Labs padre de Blogger.com y cuando engulleron a Android Inc un jugador en el terreno inalámbrico en ambos casos directamente de los dueños.
Comprando chicos y pensando en grande
A Google le encanta comprar mini compañías que están aun perdidas en algún garage, no sean visibles y no tengan un plan de negocios a la vista. El mejor ejemplo fue la adquisición de Keyhole por una suma desconocida de dinero. A los 6 meses el equipo que se había mudado de una covacha en la misma Mountain View, lanzaba el extraordinario Google Maps mostrando la clarividencias de los googleros.
Ya pensando en el futuro mas que en el pasado existen grupos de emprendedores que están tratando de diseñar una sofisticada herramienta de publicidad en linea que piensan venderle en U$S 50 millones a Google sin necesidad de pasar por las manos de los capitalistas de riesgo, que en el medio, como excelsos intermediarios, se quedaban con un gran porcentaje de la tajada.
Frente a las innumerables quejas de que la mentalidad dominante en Google es antiempresarial (si estuvieran por aquí los acusarían de kirchneristas o de prochavistas) los de Google insisten que a lo mejor algún día les caera el sayo de ser como a Cisco (que compro decenas de empresas en tiempo récord), o a General Electric que entre otros hallazgos se engullo NBC entrando en un conflicto de intereses evidente con su comandada), pero que ese tiempo estaría aun por llegar.
Mas alla de su postura ideológico comercial carecen de una unidad interna de capitalistas de riesgo, y aunque son conscientes de que les faltan lineas enteras de productos (y que los que tienen desde Froogle a Google Earth no son precisamente una mina de hacer oro. mas alla de sus tecnologías mejores o peores) parecen solteritos y sin apuro. Mientras, como durante los sitios medievales banqueros y aventureros del riesgo hace rato que han puesto sus tiendas alrededor de sus murallas y no parecen que estén dispuestos a irse con las manos vacías.
Millonarios escuchan pero rara vez responden
Son al menos 5.000 los destinatarios de estas propuestas mas que decentes pero esta vez los buitres a la búsqueda de inversores ingenuos están fracasando ostensiblemente. La empresa le dio finalmente vía libre a seis firmas para tratar de seducir a sus empleados: UBS , JPMorgan Chase , CSFB , Morgan Stanley, y los prácticamente desconocidos Presidio Financial Partners y Sanford C. Bernstein & Co para tratar de atraparlos.
Aun así conquistar el bolsillo de los empleados de Google es dificilisimo y por eso algunos intrépidos inventan nuevos formatos, como seminarios que convocan a padres e hijos para una planificación multigeneracional de los portfolios a fin de ofrecerles algún producto distintivo.
Los destinatarios del encantamiento son ingenieros hiperbrillantes, y aunque no necesariamente sean expertos en finanzas, son investigadores concienzudos, analistas de tendencias y están en intimo contacto unos con otros, al punto tal que las propuestas individuales nunca los arredran. Ningún financista los convencerá con un ppt hecho a las apuradas de darles sus abultadas alforjas para la administración ajena. Y mas de uno de los apuntados desaira a sus eventuales financistas espetándoles que con su know how de la red y sus contactos les debería alcanzar y sobrar para que sus inversiones pudiera ser autoadministradas.
La única forma de atraparlos es bombardeándolos con arcanos como el índice alpha jensen, una medida de los mejores retornos de inversión, con la asignación de ingresos y poniendo en cuestión cualquier de sus propuestas usando la misma jerga y el mismo tipo de lenguaje esotérico que los financistas.
Lo que no les produce el mas mínimo impacto a los googlianos son financistas presumidos y los analistas ostentosos. Los Aston Martins de banqueros que ganan centenares de miles de dólares anuales no le hacen mella a una troupe de googlianos que se jactan (como los propios fundadores de Google) de manejar uno de los poco coches híbridos del mundo el Toyota Prius que apenas cuestan U$S 20.000 dólares (para lo cual la compañía les da un crédito por el 25%) y viene con bluetooth incorporado y que con un tanque lleno puede recorrer 1000 km..
El atajo de las propuestas filantropicas
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Es mas fácil convencer a estos millonarios sui generis de que dediquen parte de su esfuerzo a la filantropía de gran alcance. Después de todo Google.org ha juntado mas de U$S 1.200 millones en fondos dedicados a tareas tan variadas como el desarrollo de Acumen Fund: un fondo de inversiones filantrópico que invierte en soluciones basadas en el mercado para aliviar la pobreza global
Forma parte del mismo paquete TechnoServe una incubadora de proyectos focalizada en Ghana, Water Research: que trabaja en Kenya identificando formas de prevenir la muerte infantil causada por el agua contaminada, o PlanetRead: que busca mejorar la alfabetización en India usando el subtitulado en Indi. Subtitulando en su propia idioma a las películas de Bollywood o los videos de canciones de folklore populares logran este noble cometido
En el mismo orden de cosas Google creo becas que regalan publicidad gratuita a ONG para lo cual ha destinado mas de 33 millones localizándolos en 850 organizaciones in 10 países.
En este contexto mucho de los negocios de los financistas pasan por ayudar a empleados o ex-empleados de Google a meterse de lleno en estas iniciativas filantrópicas.
Pero también hay astutos publicitarios que usan la propias estrategias de Google como son los costosos links esponsoreadas para tratar de venderles casas de lujos a los propios googlianos. Es el caso de James Witt que le paga a Google U$S 3 por cada click, pero como las propiedades que vende oscilan entre los 5 y los 100 millones, esta aprovechando esta bicoca sin fin.
Lo cierto es que los googlianos ya han visto como otros como ellos perdieron sus fortunas (los ex empleados de Netscape y Excite por ejemplo que llego a valer U$S 35.000 millones y hoy hace rato que esta muerta y enterrada) y no están dispuestos a correr esa misma suerte aunque el fin del gigante no se avizore durante largo tiempo.
De lo que no cabe duda es de que en algún momento este asesino de buscadores rivales también se vera afectado y por ello los empleados previsores quieren hacer circular sus enormes fortunas alrededor de una batería de opciones que los preserven para siempre de la tentaciones de un mercado oscilante y carnívoro.
Que estas internas financieras tienen poco y nada que ver con los usos del buscador, y que lo único que debería importarnos son su eficiencia y sus servicios, despreocupándonos de la cara oculta del gigante, es tan solo un reproche ingenuo de quienes no entienden que la realidad tecnológica tiene muchas mas caras que los análisis sesgados y unilaterales son capaces de anticipar.
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