¿Con que otra maquina la maquina literaria puede ser conectada?
Lo escribió Gilles Deleuze hace tanto tiempo y yo lo siento cada tanto, a veces con una fuerza y una intensidad que supongo que fue la que el mismo Deleuze en sus momentos de gloria dejo granadas para siempre.
Porque tiene mucha razón ese autor imperdible (esa multiplicidad de yoes hormigueantes), que leímos con fruición desde nuestros años 1969 en París, a quien conocimos en Vincennes en 1974, cuando dice -en Milles Plateaux– que ante un libro hay que preguntarse con que funciona, en conexión con que hace pasar intensidades… porque según el cuando se escribe, lo único verdaderamente importante es saber con que otra maquina la maquina literaria puede ser conectada y debe serlo para que funcione.