El coleccionista de revistas
Saben que las revistas, como las morochas de pelo largo, me pueden. Saben que vengo comprando revistas desde tiempo inmemorial, si coleccionables mejor. No casualmente a los 12 o 13 años empece a guardar todos los números de la revista Primera Plana, que mi mama en tiempos de Ongania no tuvo mejor idea que hacer desaparecer.
Cuando a fines de los años 60 estudiaba en la Facultad de Filosofía y Letras coleccionaba desde la revista Planeta hasta la maravillosa Mundo Nuevo (pagada por la CIA sin que la mayoría de sus escribidores lo supieran.. al menos así nos quisieron hacer creer cuando se destapo la olla -como revelo Frances Stonor Saunders en La CIA y la guerra fría cultural (Editorial Debate, Madrid, 2001). También juntaba una maravillosa revista francesa sobre música moderna, y después me afinque en distintas publicaciones periódicas, universitarias o de divulgación.