Los aniversarios son mas políticos que cronológicos
Seguimos sin saber qué es un aniversario, y porqué habría que celebrarlo el día que corresponde en el almanaque. No solo porque mucha gente fue anotada un día distinto de aquel en que respiró por primera vez en el calendario, sino porque muchas veces la fecha justa cae en feriado o al revés, hay quienes quieren celebrarlo y de pronto no están en el país, los escribientes del registro civil tienen mucha capacidad para equivocarse en la grafía y los desencuentros siguen y siguen
Asi las cosas ¿porqué no podemos celebrar nosotros hoy los 15 años de la web siendo que pragmáticamente los mismos tuvieron lugar el mismo día de mi natalicio el 6 de Agosto de 2006?
Efectivamente ese día, pero de 1991, Berners-Lee publicó el código de su primera versión de la web mundial en Usenet. Aunque aún miles de millones de personas siguen fuera de la red, y aunque también sea difícil saber qué día exacto del 2006 se cruzó por primera vez la barrera del primer mil millón de usuarios de nuestra benemérita telaraña, lo cierto es que para nosotros, los inmigrantes digitales para quienes la red es nuestro mantra, pero mucho mas aún para los nativos digitales, para quienes la red se ha convertido en una compuerta evolutiva, es inimaginable suponer que esta alguna vez pudo no haber existido
Familiarizados o no con los navegadores, usuarios afamados o víctimas de este 15 por un millón de embaucados por algunos de los 55.000 millones de correos basura que son enviados paretianamente en un 80% por una decena de spammers, hay 3 o 4 «verdades» innegables acerca de la red que casi todos conocemos.
Las tres o cuatro «verdades» innegables acerca de la red que casi todos conocemos.
Desde que publicó su entretenida crónica «Tejiendo la Web» en 1999 y después de haber sido coronado como caballero por su majestad la reina británica, son muchos los que saben que el físico británico Tim Berners-Lee la desarrolló en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), situado cerca de Ginebra, Suiza, una de cuyas páginas -junto a las de la National Computer for Supercomputer Applications (NCSCA), fue uno de los primeros weblogs de la historia, aunque en esa época no se llamaran así.
Habiendo leído o no el libro de Tim, lo cierto es que un día clave de la red fue el 6 de agosto de 1991, cuando Berners-Lee publicó su código en ciernes de la World Wide Web (www) en el boletín de noticias alt.hypertext de USENET para que los demás usuarios pudieran experimentar de que se trataba.
La idea central era que los usuarios no tuvieran que preocuparse por la parte tecnológica escondiendo así la complejidad subyacente de los datos y documentos que proliferaban en internet. Reducir las barreras de acceso, transparentar la posibilidad de llegar a los documentos recónditos, poner en las manos de los legos los tesoros escondidos detrás de una barrera llena de arcaísmos y de secretos fue el compromiso de Tim y sus secuaces desde el principio-. Y a fuer que lo logró.
Hay muchos nombres pioneros (a excepción de Berners-Lee y Paul Caillou los confundadores) que son rescatados en estos días cuando se empieza a hacer la historia de algo tan reciente pero al mismo tiempo tan distante gracias a la aceleración de la historia que -en un proceso autocatalítico ejemplar- hizo posible la propia red.
Olvidos recientes, innovacioens faústicas
Desde la interoperabilidad, o sea el acceso por una vía común a la información almacenada en muchas computadoras, que tuvo un gran aliado en Paul Kunz, científico del Centro del Acelerador Linear de Stanford (SLAC) quien fue el primero en establecer un servidor web fuera de Europa, en diciembre de 1991.
Como le había pasado décadas antes a otros de los padres de la computación como John Licklider, si hasta ese momento las computadoras eran islas de información que requerían de una contraseña para acceder a los recursos distantes de máquinas individuales, de ahora en mas seria posible llegar a los mismos datos desde distintas máquinas y sin tanto secretos ni apología de la seguridad.
De un día para otro el servidor de Kunz permitió a los físicos acceder a cerca de 200.000 resúmenes de artículos con una facilidad sin precedentes. Esto resultó tan útil que pronto los científicos del CERN, en Europa, comenzaron a hacer búsquedas en la base de datos a través de la página web de SLAC, en EE.UU., en vez de usar la copia que tenían en su propia red.
Si bien esto de los servidores espejos, de los proxies, de la multiplicación de sitios con información idéntica es una trivialidad en ese momento fue lo mas parecido a descubrir el Santo Grial en ese momento. Para muy pocos. Porque en ese entonces había varias tecnologías equivalentes que hacían lo mismo y nadie imagino que los protocolos de la web ganarían la carrera evolutiva
Adoptar una nueva tecnología es cambiar de forma de vida
En ese entonces -como todavía hacemos algunos exquisitos o desesperados- muchos utilizaban el protocolo de transferencia de archivos (FTP, por sus siglas en inglés) para obtener documentos importantes y se comunicaban escribiendo notas en los boletines de USENET. Una tecnología estadounidense muy popular era Gopher, que en parte se llamaba así en honor a un equipo deportivo, Golden Gophers (Ardillas de tierra doradas), de la Universidad de Minnesota, donde fue creada.
Gopher también brindaba a los usuarios una forma fácil de acceder a la creciente complejidad de las computadoras conectadas a internet. Esta tecnología se dio a conocer a principios de 1991 y, según las estadísticas.
fue el protocolo mas popular hasta 1994.
Como bien dijo Pip Coburn en su contundente The Change Function. Why Some Technologies Take Off and Others Crash and Burn, capitulo gratuito a su disposición, la gente no cambia de tecnología solo porque los espejitos de colores que vende algun ilusionista llamen la atención, sino cuando experimenta una gran molestia que la lleva a abandonar la comodidad existente con la tecnologia ya disponible y se pasa con armas y bagajes a otra desconocida, que promete mucho pero que puede decepcionarla como ya ocurrió muchas veces antes.
Y en este caso eso solo ocurriría un par de años mas tarde en abril de 1993, cuando apareció el Mosaic, el primer navegador web para PC. Creado por Marc Andreessen en el National Center for Supercomputing Applications de la Universidad de Illinois, EE.UU., y no en CERN porque, según explicó otro de los olvidados de los comienzos Jeff Groff, el equipo no contaba con suficiente personal para escribir los programas de navegación para máquinas PC, Mac o Unix -como bien testimonió Berners-Lee en su autobiografía de la web que fue a la vez un palazo para la incapacidad de innovación de los europeos.
Innovación cuantas tonterías se dicen en tu nombre
Que las innovaciones se dan en cascadas y que la pauta que conecta opera de una manera imprevisible e irreversible puede verse en la evolución conjunta de los protocolos http y Gopher. Mosaic tuvo tanto éxito que estableció muchas de las convenciones actuales de uso de la red, por ejemplo el empleo de marcadores o favoritos, que no estaban incluidos en la concepción original de la red -y que alcanzarían con el social bookmarking de la web 2.0 otros escalones evolutivos que recién estamos empezando a apreciar hoy.
También, en 1993 la Universidad de Minnesota comenzó a cobrar por la utilización de Gopher, lo que obligó a muchos a considerar seriamente otras alternativas. ¿Pasará lo mismo con el Microsoft Office?
Si esta tecnología triunfo sobre las previas consagradas en ese entonces como FTP, Gopher y USENET, las nuevas páginas web permitírian a quienes se animaban a explotarlas, expresarse por medios que las demás tecnologías no facilitaban.
El código de la red toleraba muchos errores y estimulaba a la gente a que experimentarancon él. Si bien se tardaría mas de una década en convertir tales promesas en realidades, lo cierto es que el peso del uso de la informática se iría desplazando (hasta perder entidad esta misma denominación) a favor de los legos, los usuarios comunes, la gente como uno de Landru y por fin el almacenero del barrio y todo persona de menos de 20 años, aqui y en la China, literalmente ya que ese el mercado en mas rapida expansion del mundo y que llegara a fines del año 2006 a los 170 millones de usuarios, mas que en USA.
Lo colectivo es lo personal y viceversa
Que la red es el reino de lo personal, o mejor como dijo recientemente Vicent Verdu en «Yo y Tu, objetos de lujo» el reino del personismo, es algo que ha quedado mas que testimoniado por la revolución de los weblogs, aunque hoy haya muchos weblog basura, por la revolución de los wikis, aunque salvo experiencia masivas como Wikipedia su verdadero valor aun este por apreciarse debidamente, y por todas la herramientas de software social que afloran cada dia y nos dejan sin aliento, como el google docs and spreadsheets o el slideshare.
Y si bien Berners Lee osciló acerca del poder que quería darle realmente a los usuarios, pasando de darles todo a ninguno -titubeando entre dejarlos publicar por si mismos o no-, lo cierto es que su astucia en cuanto a mantener coherencia retroactiva en el código hace posible que hoy cuando contamos con 101 millones de direcciones podamos seguir viendo sin ninguna dificultad las páginas originales, y que sitios como archive.net guarden la paginas originales como si se tratara de santuarios o de monasterios del ancien regime analogico.
Las compuertas evolutivas que no podemos ignorar
Si se quiere destacar compuertas evolutivas, hitos que cambiaron para siempre el uso y la producción de la información, los mojones están mas que asegurados. Las hojas de calculo (mas precisamente Visicalc) (re)-inventaron a las computadoras personales, la Mac -junto con la Laserwriter de 1986- (re)-inventaron la edición electrónica, y la web (re)-inventó a Internet, a pesar de que esta existía formal e infraestructuralmente desde 1969, casi un cuarto de siglo antes.
También mostrando los intríngulis de la innovación y la invención buscando resolver un problema relacionado con la física de alta energía (como compartir sus enormes repositorios de datos inconexos), Tim Berners-Lee ofreció una solución a problemas que la gente no sabía que tenía -y lo mismo sucedió en territorios mas cercanos con el iPod al inventar el podcasting -como bien acaba de establecer Steve Levy en su obra mas reciente (The perfect thing. How the iPod shuffles Commerce, Culture and Coolness ).
A fines de 1994, el tráfico de la red sobrepasó al de Gopher y nunca más volvió atrás. Para la mayoría de los nativos digitales la red e internet son indistinguibles. Como muchas veces lo dijo Berners-Lee su invención (en realidad como bien lo enseño Ilka Tuomi la reinvencion que la gente hizo de sus propuestas) es algo infinitamente mas grande de lo que el jamás imaginó.
Cuando en este mismo momento en San Francisco se está celebrando la tercera versión de la web 2.0 casi nadie se acordara de Berners Lee y mucho menos de Jeff Groff, o de Alan Kay (el inventor de la notebook), y probablemente nadie haga referencia alguna a Steve Jobs o mucho menos aun de Steve Wozniak -abuelos de mucho de lo que vemos hoy en la practica cotidiana de los cibernautas- pero todos ellos, la mayoria aun vivosy relativamente jovenes, son los coinventores de este mundo sin fin, donde todo esta un por verse. Felices 15 años Triple W
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