La persona del año y los Grandes Hombres
Hace décadas -un poco mas de ocho coincidiendo con su propia historia- que la revista Time certifica la importancia de un personaje tildándolo como la persona del año. En general se trató de un hombre, con pocas mujeres en el listado. A veces de un grupo. Casi siempre de líderes políticos, pero también de protagonistas del mundanal ruido. En los últimos 5 años el trofeo le tocó a la Fundación Bill y Melinda Gates y a Bono, al presidente Bush saludando su reelección, al soldado norteamericano que regala su vida entre ingenua y psicoticamente en Afganistán e Irak, al alcalde Giuliani, buscando equiparar logros, expectativas, carismas, candilejas y respondiendo a quien sabe que polinomio que regula la votación de redactores e influyentes.
Los editores de Time siempre le prestaron exagerada atención al filósofo escocés Thomas Carlyle (forjador del concepto de la historia de los Grande Hombres) para quien son los pocos, los poderosos y los famosos los que facetan nuestro destino colectivo como una especie.