No se de que se trata pero me opongo
Hay ideas, proyectos o fantasías que erizan la piel. A veces la propia. Muchas otras la ajena. Los argentinos aplastados por la combinación de frustraciones, desinteligencias e impotencias varias tenemos siempre una razón para justificar lo injustificable, pero sobretodo todo paraver la paja en el ojo ajeno.
Oscilando permanentemente entre la critica demoledora y el desinterés mas abyecto, cuando surge una propuesta o promesa de transitar un atajo, de romper algún molde o de intentar algo distinto, se suman las voluntades en contra y se escuchan los argumentos mas previsibles y los cuestionamientos infinitamente repetidos que buscan parar la pelota o en todo caso tirarla afuera.