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Somos los viajes que nos hacen ser lo que somos

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Vivere non necesse, navigare necesse est

El adagio latino nos recorre con su precisión y contundencia. «Vivere non necesse, navigare necesse est«. Si no viajamos nos morimos, de aburrimiento, de reiteración, de compulsión a la repetición. Cada viaje en cambio nos oxigena, nos regala nuevas vivencias, nos reconecta con otros nodos o centros de energía, y cuando nos lleva a lugares desconocidos y añorados, literalmente nos devuelve una vida que muchas veces se vuelve gris y monótona de tanto estar confinados en el mismo lugar, con las mismas gentes, en ese adorado, pero también a veces un tanto asfixiante, «hogar, dulce hogar«.

En mi caso viajar es la fuente del encuentro físico con nuevos libros que son la savia de mi existencia, con amigos o desconocidos que se convierten en interlocutores mas fuertes y constantes que los locales con alguna que otra excepción.


Viajar es también ver otros paisajes, pispear nuevas alianzas, sentir como hacen y como se mueven en otros lados, una oportunidad para renovar lazos emocionales y cognitivos pero sobretodo para participar de esas conversaciones que importan, que son cada vez mas globales, y que por ahora todavía tienen lugar en inglés, pero que pronto requerirán del mandarín para hacernos entender, pero sobretodo para tener que con quien inventar mundos nuevos.

Dado que el año se acaba, -increíblemente ya estamos pispeando el 2007 cuando me parece que hace un suspiro que empezamos a respirar en el tercer milenio-, y que este año ha estado tachonado de viajes muchos de ellos relámpago, la mayoría imprevistos y no calculados hagamos una breve reseña de todos los buenos viajes que me han tocado este año.

Viajes son amores

Fueron cuatro a USA, dos a Europa, dos a México, dos a Chile, uno a Panamá, uno a Colombia y otro a Brasil -trece viajes internacionales en apenas un año. Claro no fui muy lejos, nunca salí del arco occidental, sigue siendo una deuda para mi llegar finalmente a China, pasearme de una buena vez por la Africa anglófona, darme una vuelta por los Emiratos Arabes, llegar alguna vez a Australia o incluso pisar de una buena vez los terrenos aun vírgenes para mi de Rusia, Grecia, Turquía, Egipto e Israel. Epa viéndolo así soy apenas un turista amateur

Los viajes a USA fueron todos distintos aunque recalé en un par de idénticas ciudades varias veces. Pero aunque no hubo prácticamente lugares nuevos a los que fuera -salvo Las Vegas- nunca antes me había pasado estar en Los Angeles, San Francisco y las Vegas, Boston, Nueva York y Washington en un mismo mes.

Decir que Nueva York me sigue fascinando es un pleonasmo. Que Boston en primavera u otoño es una ciudad hermosisima no sorprenderá a nadie, que Washington tiene un encanto único sobretodo cuando uno bordea el Potomac, que contornear San Francisco es maravilloso, que el centro de Los Angeles esta mas lindo que nunca y que las Vegas es la ciudad mas excéntrica de USA son otros tantos lugares comunes que no puedo empero pasar por alto.

Los dos viajes a Europa tampoco fueron muy novedosos. Dos estancias en Madrid y en Barcelona son el pan tan querido de cada año. La novedad esta vez fue Bilbao que me encanto. También Turín que es una ciudad de una belleza sin par y ¿que decir de la campiña italiana y sus alrededores?

El periplo americano

En cuanto a los viajes americanos aquí también hubo pocas novedades geográficas. porque la única ciudad nueva que conocí fue Cartagena de Indias, un lugar de encanto. Volver a Panamá y a Bogotá empero sirvió para reforzar lazos y avanzar en alianzas con gente muy valiosa y muy distinta a nosotros.

Pispear Copacabana desde la ventana del hotel, dar unos cuantos pasos sobre la avenida Atlantica, paladear unas caipirinhas o ver la orla de la playa desde un piso 16 -como quedó atestiguado en la foto ut supra- son imágenes que no por reiteradas dejan de sobreimprimirse a las del recuerdo con una fuerza semejante a las de la primera vez.

En términos de gente y de relaciones este año sirvió para reforzar nuestra amistad con Willy Raffo, Hugo Pardo y Carlos Scolari. Para convivir unos pocos y felices días con George Yudice, Francis Pisani y Marina Umaschi. Para conocer personalmente y deleitarme en su compañía con Manuel Castells, para chacotear un poco con Howard Rheingold y con Henry Jenkins, para pasar momentos divertidos y de trabajo valioso -por el futuro que presagia- con David Cavallo y con Walter Bender. Para conocer por fin al gran Scott Lash.

También hubo encuentros mas que escuetos con Nora Rabotnikoff una amiga del alma, lindas tenidas con Amaia Arribas y con Octavio Islas, cenas y tapas con José Manuel Perez Tornero. Buenas charlas con German Escorcia y Carlos Ornellas. Conversaciones estratégicas con David de la Garza y con Nicholas Negroponte. Un almuerzo interminable regado con ron del bueno pero consolidando imperecederas amistades con David Naranjo. Un feliz reencuentro con Martín Hopenhaym.

Y desayunos, esperas en Ezeiza, trasnochadas en algún aeropuerto, decenas de aviones aferrándome a los pasillos, acumulación de millas en American Airlines y un estúpido viaje en business regalado a las millas de Iberia.

También y en tierra una sensible perdida la muerte de mi querida amiga Julia Buta que fue casi lo único que empaño este año excepcional coronado con un trabajo único en educ.ar, con editoriales escritas a diario en el ILHN, con muchisimos borradores para próximos libros, alguno de los cuales seguramente saldrá en el 2007 y con innumerables presentaciones en congresos, seminarios y coloquios. Una de las cosas que tanto nos gusta hacer y que son alimentadas sin cesar por estos viajes que nos puntúan el alma, nos abren los ojos, nos insuflan la mente. E la nave va.

Publicado enCrónicas

2 comentarios

  1. Gon Gon

    Yo coincido con algunas cosas sobre viajar. Creo que la comunicación es como un viaje. Además me suele pasar seguido que siempre pienso las mejores cosas mientras estoy en movimiento y voy para algun lado, por eso cuando hago un viaje largo siempre llevo alguna lapicera, un anotador, etc.

    Por otro lado la vida de los viajantes conincide con la lejania y el exilio. Que seria de nuestra cosmovision moderna si no tubieramos una visualización del espacio, las etrellas y la galaxia?, y eso me parece que existe porque el conocimiento viene de lejos, nunca esta aqui. Y debe ser por eso tambien que la astronomia fué la primera ciencia, la que busca los porque.

    Para mi viajar y conocer son intimos, no es extraño que en la epoca de la dictadura hallan sido exiliados aquellos que mas saber tenian en sus mentes, y la elección fue correcta.

  2. Piscitelli.
    Por casualidad esa foto que ud se sacó en Rio es cerca de mi casa. Yo soy argentino pero hace años trabajo en Brasil (con internet evidentemente). Me gustaria saber si ud tiene planes de realizar algun seminario en Rio o en Sâo Paulo.
    Me encantaria poder escucharlo en vivo (puesto que actualmente apenas lo pudo seguir por internet)
    Saludos

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