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Cruzando una frontera cuyos limites desconociamos

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¿Cuán diferente es lo diferente?

Viajar lo mas lejos posible, pero encontrándonos casi siempre con nosotros mismos. Salvo cuando viajamos a… Arabia Saudita. Que viajo mucho, quizás demasiado, es algo que se puede constatar de distintos modos. Ya sea porque en mi cuarto o quinto pasaporte ya prácticamente no quedan hojas libres, y casi impiden que consiga la visa para Arabia Saudita que exigia dos impolutas, ya sea porque en octubre pasado me pararon en Dallas y me sometieron a un simulacro de interrogatorio, suponiendo que un inocente viaje a Túnez un año antes podría tener alguna insospechada conexión con Bin Laden y sus muchachos.


Siendo así las cosas alguien siempre me pregunta -y yo me sumo a la incógnita- cual fue el viaje mas exótico que jamás haya hecho y adonde encontré la distancia cultural mas grande que jamas podría haber imaginado. Si bien me quedan innumerables destinos por conocer, estuve en algunos que merecen un lugar destacado en el hall de la fama del turismo o de la indagación multicultural, llámese Singapur o Hawai, Tokyo o Bangkok, Hawai u Oslo, Manila o Tunez.

Por eso fueron varias las veces que crei haberme salido de mi tranquilidad occidental y estar a punto de entrar en contacto con un otro distante y lejano.

Berlin, Japón y el mas alla

La primera vez fue en enero de 1975, cuando aterrice por primera y única vez en Berlín occidental, casi década y media antes de la reunificación y tuve ocasión de atravesar la frontera en Checkpoint Charly, ingresando por primera vez en un pais del otro lado de la cortina de hierro, cuando aun las películas de John Le Carre y espías aledaños parecian poder involucrarnos en sus enigmas. amenazas y temores.

Pero se trataba básicamente de un simulacro. Es cierto que cerca de 2000 personas murieron durante los casi 30 años de existencia del muro buscando infructuosamente intentar cruzarlo. Pero para un occidental común y silvestre como nosotros, aparte de obligarnos a cambiar compulsivamente un puñado de dólares y de exigirnos perentoriamente ponernos una corbata para comer en uno de los dos únicos restaurantes disponibles en ese entonces, y por no tener una, haber debido adornarnos con una corbata prestada, fue lo máximo de emoción que supuso esa aventura.

Casi 10 años mas tarde estuvimos en Japón y allí nuevamente entrevimos una experiencia de choque cultural singular. Quioscos atiborrados de revistas sin imágenes y con una pictografia impenetrable. Mapas escritos en japonés que volvían imposible cualquier desplazamiento, un subte que solo en el pilar central de la estación conservaba el nombre romanizado, y una absurda numeración que no respetaba la escala decimal sino la cronológica de construcción, -parecian un exquisito banquete para paladear la diversidad cultural llegada a sus extremos.

Pero otra vez se trato de un fiasco. La cultura japonesa de interficie esta demasiada occidentalizada, la impenetrabilidad del lenguaje volvió la comunicación imposible, y aunque la existencia de tres alfabetos y de una tradición milenaria amenazaba con dejarnos del otro lado del espejo, tampoco ocurrió esa segunda vez.

Llegando inesperadamente a Arabia Saudita

Pasarían 20 años mas y una inesperada invitación nos aterrizó en Riyadh en medio del desierto de la península arábiga. Con estancias previas en Dakar y Túnez creíamos tener alguna premonición de lo que nos esperaba en el universo musulmán. Pero todas las conjeturas se hicieron pedazos y la novedad irrumpió con una fuerza jamás entrevista antes.

Porque creer que hay una diferencia insalvable cuando lo que separa literalmente a un germnaohablante de otro es la ideología, es saber muy poco acerca de lo que genera identidad y mantiene las diferencias. No casualmente en pocas semanas, una construcción de casi 50 años se deshojó como una margarita (y Good bye Lenin fue una lograda reconstrucción de ese derrumbe instantáneo).

En el caso de Japón paso algo parecido. A pesar de intentar descifrar tres o cuatro obras claves (perdidas en mi biblioteca física en Buenos Aires), de amenazarme a mi mismo con aprender japonees, de frecuentar alguna literatura de divulgación científica que insistía en que el hemisferio dominante en el japonés no es el izquierdo sino el derecho, Japón no dejo demsiado rastro en nosotros.

Pero lo Arabia Saudita fue un tsunami que seguramente no tiene retorno. La experiencia de vivir públicamente en un mundo sin mujeres es de una fuerza inenarrable y quien no lo vivió solo puede conjeturar una hipótesis incontestable.

Estar en una conferencia y que las expositoras mujeres, incluso las occidentales, se comuniquen a través de una tenue conexión telefónica, en una era de instantaneidad y presencia plena a través de cualquier medio resulta incomprensible y al mismo tiempo excita la imaginación

Pero es imposible pensar lo impensable si no se tiene un contexto mas grande, si no se cuenta con informante claves y sobretodo si no se apaga la radio del prejuicio y se presta a atención a las dudas del alma. Continuaremos obviamente.

Mientras, ya hace 24 hs que estamos en Barcelona, hemos visto a numerosos amigos y conocidos. Ya di mis dos charlas en la UOC y la Autónoma e incluso tuve la chance de conocer a la rectora Imma Tubella que inesperadamente tiene un weblog en Word Press desde enero del 2006 cuando asumió su cargo, abierto a los pocos dias de asumir como segunda rectora en la historia de la UOC fundada en 1996 y a cargo de Gabriel Ferrate hasta hace poco.

Publicado enCrónicas

5 comentarios

  1. andrea andrea

    Dos preguntas Alejandro:

    1) asumiendo que una persona tan viajada como vos aprende muchas cosas de esas experiencias, has podido asimilar tu aprendisaje y aplicarlo a tu posicion actual en Educar en beneficio de otros? y de que manera?

    2) Quien paga por tus viajes? En el caso que no sea de tu bolsillo, como se mide el exito de los mismos?

    Con un par de ejemplos es suficiente para responder ambas preguntas…

    Es solo curiosidad, me ayudaria a aclarar algunas de las dudas que tengo cuando leo tu blog y luego entro al citio oficial de educar… Muchas gracias desde ya.

    Andrea

  2. agostina| agostina|

    ¿que diferencia hay entre rrontera y limites?

  3. ¿que diferencia hay entre un limite y una frontera?
    establecer caracteristicas.

  4. Micaela Micaela

    quisiera saber cual es la diferencia entre limite y frontera.. si alguien puede proporcionarme esa informacion le agradezco mucho..
    besos

  5. ¿cual es la diferencia de limites y fronteras?

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