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De Riyahd a Taradell non-stop. Y de porque la Mac es un sentimiento

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¿Cuan cerca puede estar lo distinto? A apenas 63 km de Barcelona, por ejemplo

Lo distinto es lo distinto donde quiera que sea, a 20.000 km. de distancia, si es que hay algún punto del planeta que quede a tal distancia, o a la vuelta de la esquina, como el inquieto y malogrado Fabian Polosecki descubrió en sus inventos televisivos, antes de elegir ser aplastado por un tren.


No se habían secado aun nuestra impresiones de Ryhad cuando inesperadamente aterrizamos a las pocas horas de llegados a Barcelona en otro evento sui generis: una calcotada en Tarradell organizada por maqueros.

Se trataba a de convocatoria hecha por Albert Lozano y Angels Nogué – lideres de un club de maqueros que frecuentan Mac-Club que cada primavera convidan a una comida de confraternización en una masía (granja) en Tarradell, cerca de Vic.

Comer calçots y después… chuletas y butifarra

La «excusa» era comer calçots, que es una especialidad típica de Cataluña: son como cebollas muy tiernas (de forma parecida al puerro) que se hacen a la llama, con fuego de brezo o algo similar que arde rápido, y  se carboniza la parte exterior de los calçots (parte que se desechará al comerlos: hay que pelarlos previamente) y el interior que queda muy tierno, jugoso y sabroso se sumerge en una salsa característica, similar a la salsa romescu. Se comen de pie, en el exterior -esta vez el frío nos confino dentro de la modesta pero simpática casa- y cada comensal lleva un babero que se le proporciona (manchan bastante). Se acompaña de vino, bebido en porrones comunitarios, y pan.

Publicado enCrónicas

Un comentario

  1. juan juan

    Nos interesaria a mi esposa y ami participar en una calcotada ya que nunca lo hemos hecho, pero a penas puede caminar, existiria algun problema para ello, gracias. juan

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