Curiosamente el oxigeno es mayor en el Everest que en el Mar Muerto

Claro que el título de esta edito coincide con la célebre metáfora acuñada por Toddy. No nos referimos aquí a la geografía sino a los paisajes mentales. No aludimos aquí a la densidad física de la atmósfera que todos sabemos reduce el oxígenocon la altura y obliga a usar tanques (a menos que uno sea un sherpa), sino a ese otro oxígeno que nutre a la mente y al alma.

A las ideas, a las conversaciones, a las experiencias, a la diversidad, al intercambio. A lo otro y lo distinto, a la hibridación y la multiplicación de perspectivas y puntos de vista. Que obviamente encarnan en los muchos lenguajes (y que nos hacen llorar de pena cada vez que nos enteramos de conjuntos enteros de lenguas que están desapareciendo, como le pasaba a Obiwan Kenobi cuando un planeta entero era destruido por el rencoroso Darth Vader).

Partir es morir un poco decía el poeta. Y nosotros que hemos recorrido el mundo -lamentablemente demasiadas veces el cercano y conocido cuando nos falta tanto ver a China e India, a Australia y a Alaska, a Rusia y al Lejano Oriente, a Africa y tantas cosas mas- añadimos que lo mejor de irse es volver para contarlo.

Pero, ¿contar qué? ¿Hablar de qué? ¿Compartir experiencias y recuerdos? ¿Transmitir olores y sabores? ¿Sumarle a los fotos y videos que tomamos el toque personal y la sabiduría o picardía, simpatía o jugueteo, que permite una mirada entrenada, o una capacidad sin fin de disfrute que se potencia indefinidamente en el contacto con la alteridad?

Además cada viaje es único e irrepetible. Sea por quien nos acompañe (o al revés por estar solos), sea porque el viaje tenga un coeficiente mayor de turismo o de trabajo. Sea que nos encuentre en una etapa afortunada de nuestro desarrollo profesional, emocional o lúdico.

Revisitar un lugar es lo mismo que releer un libro. El lugar nunca es el mismo, porque nosotros no somos nunca los mismos. Hace ya casi 10 años que vuelvo impenitentemente a España, y en particular a Barcelona todos los años. Habria que recorrer el histórico de este news para ver reflejado esos estados de ánimo y lo que significó pasar de los 48 a los 58 años en un contacto cada vez mas estrecho con la madre matria.

La mayoría de los viajes fueron mixtos, híbridos, una cuota de trabajo y bastante mas de placer. En algunas ocasiones, sobretodo cuando Willy Raffo habitaba en esa bella Chueca, incluian a Madrid como escala, rara vez me sirvieron para conocer otras ciudades como Bilbao, pero casi siempre el telón de fondo fue Barcelona, o Sevilla y Córdoba.

Conocí una Rambla casi de madera en 1969 en Barcelona, de allí me escapé LLoret del Mar que en ese entonces era un pueblito de pescadores, revisité la ciudad Condal en 1975 junto con mi papa alojándonos frente a la catedral, volví en 1981 y 1986 en sendos viajes de novio con mujeres distintas hasta finalmente aterrizar en la escena preolímpica del 1992 y después llegar a esta seguidilla actual.

Con la excepción de una estancia a fines del 2002 en una fonda de mala muerte cerca de Plaza Jaume 1 cuando la muerte de la convertibilidad arrasó con toda esperanza y me dediqué solo a pasear y pasear y pasear porque Buenos Aires nos agobiaba tanto, nunca había pasado 12 días seguidos por acá.

Y como les decía antes esta vez fue tan desigual y fabulosa como las otras tantas. Porque esta vez vine a hacer y mucho. Porque esta vez asistí al Renacer 07 probablemente el mejor de los eventos del que haya participado jamas. Porque esta vez intercalé inesperadamente dos días en la Costa Brava, que es mucho mas bella y maravillosa de lo que sabia, me habían contado, entreví o alguna vez visite.

Porque esta vez pude conocer una Barcelona de la piel para adentro tanto en lo profesional como en lo académico, en lo personal como en lo vivencial. Porque hacer como los barceloneses incluye comer mucho pan tumaca haciéndoselo uno mismo. Porque sentir como los barceloneses supone tomar el metro y el FCG, subir montañitas y no hacerle asco a comidas exóticas o bebidas locales como el viscoso Melody.

Porque visitar las ruinas histórica y los pueblos medievales como Pals no tiene precio y ni Visa ni American Express que los pague. Porque viajar por la costa hasta llegar a Port Lligat y sentir las vibraciones aun presentes de Dali justificaría hacer el viaje desde Buenos Aires.

Porque el Cap de Creus -y eso que no visite aun ElBulli en la Cala Montjoi de Roses, ni mucho menos comí aun allí- es una de las maravilla de la humanidad y daría lo que no tengo por un barquito que me permitiera fondear en las calas, donde apenas tome sol y sentí que muchos mundos mejores aun son posibles.

Y porque como remate la estancia en Cadaques me devolvió un pedazo de Grecia incrustado en España, una costa idílica aun no corrompida por la insoportable chusma europea que hace en España lo que no se anima a hacer en sus paises, y porque pasar 14 dias alli -como lo hara Begoña Gros vicerectora para innovacion de la UOC- nos hace hervir de rabia, pero tambien de alegria por ella.

Por todo estoy y por mucho mas, por los nuevos amigos como Genis Roca, Lluis Pastor, Carla Lorenzini, Alvaro Balaña, Francesc Romani y muchos otros mas, y por las conversaciones para abrir posibilidades, por las maravillas que me contaron los amigos de la UOC y por lo mucho que hay que hacer en todos lados les digo gracias a todos, y ahora apenas a media hora de llegar a Ezeiza cierro esta maquina, y un poco los ojos y en minutos debere sintonizarme para otro mundo y otra problematica.

Lo bueno de este mundo asimétrico y desparejo es que la única forma de aprovecharlo es compensando el oxígeno del Everest con su falta en el mar muerto. Es no olvidar las palabras excelsas de Frank Sinatra, quien nos demostrara que si se lo podia hacer en Nueva York se lo podia hacer en cualquier otro lugar (if you can make it there you can make it anywehere), y sobretodo es repartir tantos buenos nuevos aires entre amigos y conocidos, entre compañeros de trabajo y alumnos, entre dialogantes y muchos que hacen del no se puede su caballito de batalla. Bye hasta mañana AP. Claro viajar en Business Class y dormir en una cama casi de verdad durante 7 horas como no va a hacer que el oxigeno dure mucho mas, Ja.