Durante casi 12 años escribí casi a diario estas editoriales y a partir de este farragoso fluir de la conciencia emergieron libros enteros, capítulos a granel, cursos y conferencias, lamentaciones (pocas) e hipótesis (a raudales).
Curiosamente mi entrega total al proyecto educ.ar/Encuentro en los últimos meses han golpeado duro mis ganas de escribir y me están sumiendo en un exilio lingüístico difícil de tolerar.