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Ni tanto ni tan poco. Una increíble saga, un final previsible

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No hay ninguna duda y lo proclamamos a todos los vientos en nuestra anti-nota anti-Fontevecchia Noticias. Un eterno Bluff. Este es el mejor equipo de la historia los Pumas, las estadísticas son contundentes, ninguno anterior había llegado a las semifinales de un campeonato del mundo, la épica de este conglomerado difícilmente vuelva a repetirse y habría sido un sueño jugar con ellos, acompañarlos en el pase a la final y consagrarnos campeones en un deporte que es marginal en la Argentina, y que tiene a monstruos como Australia y Nueva Zelandia, Inglaterra y Francia como ganadores en las cinco anteriores ocasiones.

Es cierto que Los Pumas jugaron todos los partidos anteriores a cara de perro. Que le ganaron imprevistamente a Francia en el partiod inaugural obligandolos a mudarse con sus petates a Cardiff, para desgastarse atrozmente en su agónica a victoria contra los All Blacks, hasta salirse de pista con los ingleses el pasado sábado.


También es cierto que en 6 partidos nos habían marcado tan solo 3 tries, que éramos la defensa menos vencida, que en cada partido nos agrandábamos y que hasta los propios Pumas si bien imaginaban dificilísimo el partido del domingo se tenían una fe ciega.

Una interceptación, que no sería la única

Sin embargo cuando a los 6 minutos del primer tiempo con dominio de pelota y territorial, en una increíble interceptación el medio scrum Du Preez que corrió solo 60 metros para perforar el ingoal argentino, todos nuestros demonios se nos vinieron a la cabeza y los peores presagios comenzaban a hacerse realidad.

Porque lo mejor que habían tenido los pumas que eran garra, frialdad, estrategia, cohesión de grupo, peso avasallante de los forwards y exactitud quirúrgica de los backs en defensa. empezó a desmoronarse ante tamaña adversidad, pero sobretodo ante un equipo infinitamente mas duro, curtido, inteligente e implacable que jamás pudimos imaginar. No por nada desde 1991 perdimos antes ellos -y no por bicoca en cada caso- 12 veces. La enorme disparidad en el tanteador de ayer 37 a 13 (4 tries contra 1) fue fiel testimonio de la diferencia que hay aun entre David y Goliath.

Quienes viven del análisis y la critica cernieron en sumo detalle lo que todos pudimos ver mientras sufríamos y se derretía nuestra esperanza frente a los televisores: 1 Falta de claridad en ataque. 2 Innumerables errores manejo que llevaron a los cuatro tries sudafricanos nacidos de pelotas perdidas por el conjunto de Loffreda. 3 Un line en el que no la vimos ni cuadrada, los Springboks apenas perdieron uno de los 19 que tiró Smit, en cambio robaron siete de los 18 que lanzó Ledesma. 4 No alcanzo el dominio. 5 Individualidades apagadas. 6 Rivales encendidos, especialmente el medio scrum Du Preez, la increíble velocidad del wing Habana y el fullback Montgomery que acertó todos sus intentos a los palos. 7 Tackle en deficit.

Jugando mal ante un rival al que le salieron todas

Demasiadas diferencias que dan cuenta de toda las diferencias. Enorme impotencia traducida en el llanto y balbuceo de Pichot al finalizar el partido, ante la casi segura confirmación de que ese puede haber sido su última intervención en un mundial. Preguntas ajadas de los comentaristas y dolor enorme de los protagonistas por no haber brillado mas. Por no haber podido imponer su potencia y ganas, pero sobretodo por sentir que esa enorme diferencia en el tanteador había sido mas que nada consecuencia de sus errores y falta de claridad antes que mérito propio de los sudafricanos.

Los Springbooks jugaron mas Pumas que nunca. Fueron estratégicos hasta el caracú. No arriesgaron nada y avanzaron poco. Jugaron siempre de contragolpe. No perdieron una sola pelota y con unos backs rapidisimos cada vez que se lo propusieron, y los argentinos nos equivocamos, nos castigaron sin piedad.

¿Adonde irán a parar ahora las promesas de filosofía política barata, cuando Sudáfrica un grande veras, nos barrió del mapa de un plumazo? ¿Podrá Inglaterra -que perdió 36-0 hace varias semanas en la ronda de clasificación contra este mismo equipo-, siquiera arracarles un gritito a estos monstruos? Podemos echarle la culpa a su brutalidad, a su profesionalismo, a su disciplina o a lo que queramos, pero como pasa con un gran partido de tennis cuando el rival es infinitamente mejor que nosotros -como ocurrióo ayer- o lo ayudamos con nuestra incapacidad o torpeza, o aguantamos lo que podemos, o nos empuja una brizna de suerte o el resultado es el que debe ser.

No sirve de consuelo imaginarnos entre los 4 finalistas. No sirve tampoco echarle mas leña al fuego con este formato híbrido de amateur/profesional, siendo que el equipo argentino hace ya rato que vive entero fuera de nuestro país (la globalización tiene sus encantos/desilusiones que el nacionalismo no entiende).

Nosotros preferimos quedarnos en la retina con imágenes imborrables de los 6 partidos, con una entereza enorme y con un encanto por el juego que no habíamos experimentado en ninguno de los 5 campeonatos del mundo anteriores, donde a pesar de nuestro fanatismo por el rugby apenas vimos algún partido aislado y jamas le habíamos dedicado una editorial (siendo que coincidimos ya en esta larga vida del news con 4 campeonatos)a una performance como esta. Sobretodo ahora que nuestras reflexiones son cada vez mas dificiles de convertir en texto. Gloria y loor a los enormes pumas del 2007.

Publicado enCrónicas

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