Visitando catedrales del saber
Ocasionalmente visito Guadalquivir esa hermosa y bien dotada librería de Callao y Marcelo T, pletórica de novedades españolas a precios impagables, de ensayos sobre todos los temas que me apasionan, de flamantes volúmenes recién llegados a los anaqueles que impertérritos se desploman sobre las librerías todos los meses, aunque los censos de lectura amenazan con su muerte inminente.
Y a pesar de que mis bibliotecas ya hace rato que han estallado y que nuevamente casi un centenar de libros desborda el cuarto de visitas que hace de biblioteca o viciversa, son demasiadas LAS tentaciones como para no seguir hurgando librerías, preguntándole a Google y a Amazon que hay de nuevo, y sobretodo para impedir toparnos con autores inéditos, con problemáticas poco trilladas, con experimentos y expediciones a los rincones mas ignotos del conocimiento y la experiencia, como para no tentarnos con una nueva compra, una renovada lectura, un enésimo cruce de fronteras y una apuesta siempre renovada por la pauta que conecta,