Palabras, poder, suspicacia
Hace añares Lewis Carroll nos lo enseñó con una claridad meridiana. Fue cuando inventó este diálogo imborrable en Alicia en el País de las Maravillas
—“Cuando yo empleo una palabra —insistió Humpty Dumpty en tono desdeñoso—- significa lo que yo quiero que signifique. Ni más, ni menos.
—La cuestión está en saber —repuso Alicia— si usted puede conseguir que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes.
—La cuestión está en saber —replicó Humpty Dumpty— quién manda aquí. Eso es todo”.
Si esta cita desde que la redescubrió Paul Watzlawick se ha empleado en innumerables oportunidades, mostrando una lozanía y un valor heurístico casi superior al esgrimido por el propio Carroll, frente a ciertos usos pragmáticos del lenguaje redespertarla mas que una oportunidad es un mandato.