Los primeros pasos
Hace un largo tiempo atras, en las cercanías del periférico del DF mexicano, se creó AiTyC, una institución sui generis, al estilo de los mejores think tanks internacionales, dedicada a reflexionar, operar, diseñar, analizar y proponer ideas y procedimientos para mejorar la articulación entre tecnología y conocimiento.
Como toda nueva entidad que se precie, AiTyC empezó en grande, con reuniones en un hotel importante, con la consabida mesa rectangular que permitió que este conjunto de personas provenientes de muchos países latinoamericanos, pudiéramos juntar esfuerzos y ganas, para generar un nuevo emprendimiento iberoamericano.
Los cofundadores oscilábamos entonces entre ser gestores en actividad en el sector público y empresarios, líderes universitarios y ex-ministros, sobretodo de educación, ciencia y tecnología, gente con mucha experiencia en liderar equipos de trabajo, habiéndose/nos desempeñado en instituciones entre medianas y grandes, y con antecedentes interesantes como para poder poner en marcha trabajos colaborativos que algún impacto podrían llegar a tener en la región.
Velocidad de arranque y parate súbito
En un año y medio nos reunimos tres veces. La segunda vez fue en Panamá en febrero del 2006, y la tercera en Monterrey, México, donde tuvo lugar el TECON 06, un evento académico/político/empresarial interesante, que llegó a congregar a mas de 2.000 personas, básicamente apalancado en la presencia carismática de Bill Clinton, quien pronunció uno de sus consabidos discursos, y que llenó dos salas y produjo un impacto interesante en una ciudad acostumbrada a visitas de notables y a congresos y reuniones internacionales donde resulta mas que difícil sobresalir.
Y de pronto se hizo… la noche. A pesar de comunicaciones esporádicas, de intentos de volver a reunirnos, de mails que a veces hacían las veces de listas de distribución, pero que en la mayoríaa de los casos no iban mas allá de intercambios bilaterales, la academia fue languideciendo, no hubo mas TECONes, y si bien la mayoría de nosotros viajaba permanentemente, asistía a reuniones fabulosas, o participaba de otros seminarios y redes (como es el caso de los expertos de la OEI donde coincidimos dos miembros de la Acadamia como somos Lea Fagundes y el que suscribe), lamentablemente lo que habia nacido con fanfarria y potencia, se fue apagando y entramos en una etapa de letargo y apatía, que parecía no tener fin.
Sin embargo no todo estaba perdido. Si bien con fuerza dispar los 16 académicos tenemos una presencia interesante en los distintos países de la región, y algunos en ejercicio de la funcion pública, insistieron en despertar de la hibernación a la Academia y volverla a convocar para esta vez concretar en planes y proyectos puntuales iniciativas que nunca pasaron en la etapa anterior del diseño o la mera voluntad.
Una segunda oportunidad
Por este motivo ocho de los miembros iniciales, nos encontramos por segunda vez en Panamá para revitalizar los objetivos iniciales, pasar revista a varias propuestas en curso, renovar nuestros votos de pertenencia, pero al mismo tiempo redefinir algunos formatos de trabajo, replantear la estructura de financiamiento, y sobretodo asegurar perspectivas mas realistas para que la existencia de la Academia se autojustifique, y al mismo tiempo que su producción individual pueda por fin convertirse en trabajo colaborativo y en aumento de la inteligencia colectiva.
No fue ajeno a las discusiones que tuvieron lugar en la Ciudad del Saber sede del Proyecto Conéctate al Conocimiento desde el domingo hasta el miércoles, cuando solo quedaron dos indiecitos del grupo en Panamá, la forma como la web evolucionó en los últimos años, especialmente en relación a la forma de producir conocimiento, la forma de almacenarlo, la forma de distribuirlo, pero sobretodo la forma de articular iniciativas y de incluir trabajos e iniciativas dispersas en colectivos de acción (los ya famosos webactores así bautizados por Francis Pisani).
Durante varias reuniones públicas y privadas tuvimos oportunidad de poner en cuestión muchos truismos acerca de la relación entre educación y tecnología. En dos paneles intensos del día lunes pudimos hacer elaborados diagnósticos, y algunos timoratos pronósticos, acerca de que es lo que está irremediablemente muerto en la escuela tradicional y de como hacer para renovarla.
Buenas pistas
Tuvieron un lugar destacado en las discusiones una actualización de la problemática de los mapas conceptuales de la mano de uno de sus cultores mas importantes a nivel internacional como es Alberto Cañas .
Como siempre lució la garra de Lea Fagundes quien habiendo ya pasado la temible frontera de los 80, habló durante largo rato, mostró las experiencias que viene haciendo en los ùltimos 30 años en el llamativo Laboratório de Estudos Cognitivos del Instituto de Psicologia de la Universidade Federal do Rio Grande do Sul.
Lea dirige los pilots de OLPC en Brasil desde hace mas de 2 años y estará encargada de asesorar en alerrizaje de mas de 350.000 laptops que extenderá esa experiencia inicial hasta llegar a 300 escuelas completas.
En mi caso expuse ante un auditorio bisoño e inexperto, el ejercicio que estamos haciendo en la Cátedra del Proyecto Facebook , lo que obligó a extremar el carácter pedagógico de la comunicación, y hubo oportunidad de discutir en sumo detalle con los académicos presentes, bocetos de proyectos futuros, la viabilidad de propuestas y esquemas de funcionamiento concreto en condiciones muy austeras de financiamiento.
La vida cotidiana, de lo mejor
Como siempre sucede en estos encuentros, hubo corrillos y contactos informales. Pudimos charlar largo y tendido con Eleonora Boadilla, Edgar Giménez, Gaspar Tarté, Gerardo Zepeda-Bermúdez y el factótum German Escorcia. Alojados como estábamos en el Hotel Holiday Inn a pocas cuadras del ingreso a la esclusa Miraflores del Canal de Panama, tuvimos oportunidad de desayunar mientras gigantescos cargueros cargados de containers pasaban a paso de hombre a pocos metros de donde estábamos. Las intensas sesiones en la Ciudad del Saber no permitieron apreciar en detalle lo feliz de la transformación de una antigua base militar en un conjunto de decenas de edificios que hoy albergan ONG’s, organismos inernacionales y diversos proyectos ligados a las industrias culturales y del conocimiento. Pero al menos nos dieron un pantallazo
Tuvimos oprtunidad de hacer una detallada visita a la zona del Canal que merece una editorial por derecho propio. Hubo muy poco tiempo para encontrarnos con conocidos y pasear un rato, y casi ninguno para escribir y pensar, tal era la exigencia de las reuniones y la necesidad de retomar el contacto perdido.
Es muy probable que en poco tiempo tengamos una cuarta reunión en México. Mientras reforzamos los contactos personales, sintonizamos mucho mas finamente con colegas y expertos en temas de nuestra mas grata comunión y pasamos tres cortisimos dias en Panamá, atendidos espléndidamente. Que se repita.
Estimado Alejandro Piscitelli: No encuentro otro modo de llegar a Usted y por eso lo intento desde aquí. Mi intención es hacerle llegar estas preguntas que conformarían una entrevista virtual. Ojalá lea este correo y ojalá tenga ganas de responderlas. Espero con ganas su respuesta. Mis respetos y saludos.
Preguntas:
– ¿Cuál es la relación que puede stablecerse entre la lengua y el lenguaje de Internet?
¿Existe una degradación del lenguaje y la lectura , en sus formas hasta ahora tradicionales, o se avizora el surgimiento de nuevos lenguajes?
-¿Cual es la relación entre conocimiento e información? Y cómo se articulan estos conceptos con la búsqueda de contenidos en Internet?
– ¿Cómo articula la educación los conceptos y prácticas que devienen de las diferencias entre nativos e inmigrantes digitales?
– ¿Cuáles son las influencias positivas y negativas de las redes sociales y en particular de FacebooK?
Para finalizar, ¿cuál es la incidencia real de Interner en la Argentina?