Madrid estival. Un sueño hecho realidad

Haciendo turismo en España, mucho mas de lo que se ve al ojo desnudo

Ya hemos estado tantas veces en Madrid, que pasar por la capital española parecería no tener nada nuevo para decirnos, hacer o festejar. Además no hay quien visite Italia, Francia, Inglaterra y hasta Alemania y no sienta que España es el patito feo del turismo europeo. Pero para la mano tallador, porque Madrid (o España) no llegaron a ser lo que son hoy por arte de magia, sino como proyecto político muy poco conocido. Y aún asi lo que hoy disfrutamos no puede ser empañado por ese hosco (e ignorado) camino.

Como España se convirtió en una potencia turística mundial es precisamente el tema de un reciente libro La invasión pacifica. Los turistas y la España de Franco del historiador Sasha D. Pack, que empezamos a hojear un par de días atrás en la Casa del Libro en La Gran Vía, y que como tanta obra publicada por las poderosas editoriales españolas, siempre revela alguna nueva perla con la que no podemos dejar de encantarnos.

Si hoy España es lo que es, ello se debe a muchos factores. Destruida por la guerra civil de 1939, convertida en un tubo de ensayo de la aniquilación que desvastaría a Europa y al resto del mundo, y causaría 50 millones de muertos en la Segunda Guerra Mundial, el objetivo de Franco -muy bien logrado al punto que de los desaparecidos posteriores a la guerra civil que se recuentan cerca de cuarenta mil, a los que hay que sumar los asesinados/desaparecidos durante la guerra (cerca de 130.000 en la zona franquista y 50.000 en la retaguardia republicana), recién se ha empezado a hablar en el último lustro- fue generar una política simbólica contradictoria pero eficaz con los objetivos de su régimen.

El caballo de Troya convertido en un reguero de turistas

Vender a España como un remanso turístico paradisíaco de muy bajo coste, para el resto de una Europa que una vez satisfecha sus necesidades materiales básicas necesitaba de un mundo fantástico bañado por el sol, el sexo y el dolce far niente, fue parte de ese proyecto simbólico-económico

Ya a comienzos de la década de los cincuenta la retórica propagandística orientada al turismo extranjero se jactab , insistiendo que «entrar en España era haber llegado a otro mundo«. El eslogan Spain is different, probablemente se haya inspirado en el «USSR is different inventado por la agencia soviética Intourist en los años treinta (¡ay Franquito los extremos siempre se tocan!).

España fue la Mar del Plata de esos primeros contingentes de trabajadores europeos que podían disfrutar de vacaciones pagadas (claro muchas décadas antes de que el euro lo nivelara todo y si bien la nafta española esta 30% mas barata que la francesa comida, ropa, electrónicos y libros valen lo mismo de un lado y del otro de los Pirineos).

Este libro fantástico deconstruye la evolución de la política turística a lo largo de la dictadura franquista. Muy pocos regímenes totalitarios del mundo (España estuvo sancionada por las Naciones Unidas hasta 1950) lograron legitimarse a través del turismo y al mismo tiempo crear el Norte de una civilización del ocio europea.

Le costó mucho a los primeros progandistas del régimen permitir un ingreso masivo de turistas que al mismo tiempo -lo vivimos personalmente nosotros en nuestro primer viaje a Barcelona en 1969-, aunque allí el franquismo ya había iniciado su transición hacia el ocaso), tolerar la profusión de ideologías «extranjeras» que podría socavar la pretendida austeridad moral de un país adormecido en la autarquía, hasta el triunfalismo oficial ante la caótica «ola de cemento» que, propiciada desde la Administración, anegó el litoral español en los años setenta.

Las dos caras de una moneda única

Como bien señala el crítico Manuel Rodríguez Riverode La Vanguardia en Los turistas de Franco, fue a través del turismo que España consiguió por vía indirecta migajas del Plan Marshall (el ninguneo terminaría con el ingreso pleno en la UE y los 80.000 millones de euros mayoritariamente invertidos en infraestructura, que han convertido a ese país en una potencia, y que nos ha alejado a nosotros a años luz de sus logros, pero también de la molicie de nuevos ricos de 15 años, recién despertada por la crisis actual).

Ningún régimen es homogéneo, cuando el país es manejado por familias reinantes/dominantes -como ocurrió con el franquismo-, hay muchas contradicciones explotadas por algunos sectores en contra de otros. Las moles de cemento que a fines de los 70 tapizaron la Costa del Sol, convirtiendo lo que yo había visto como casitas tipo San Clemente en Lloret del Mar en 1969 en los bunkers de cemento de fines de los años 70 hasta terminar en los escandalos de Marbella a fines de los 90, fueron parte de este juego.

Manuel Fraga Iribarne que fue ministro del ramo entre 1962 y 1969, fue una figura clave porque a traves de la devaluación (un 29%) de la peseta en el Plan de Estabilización de 1959 facilitó como ninguno la conversión a España en el más solicitado patio de recreo de los europeos. Hoy, aun muchisimo mas diversificada, España recibe 110.000 millones de euros anuales del turismo, un 10% de su PBI, con cerca de 66 millones de turistas internacionales, el segundo país receptor el mundo después de USA)

Mientras toda Europa se divertía barato, en España, los emigrantes españoles se veían forzados a abandonar su país, pacíficamente invadido cada verano, para vender su fuerza de trabajo en las democracias durante todo el año. Curiosamente hoy, hay un cantidad importante de españoles, especialmente investigadores, médicos, enfermeras y docentes, que han decidido irse a vivir a los países nórdicos.

Comiéndonos Madrid a mordiscones

Ja pero lo único que nosotros queríamos comentar es lo bien que pasamos esas pocas horas en Madrid. Mandamos directamente las valijas de Málaga a Bue, dejamos un par de bultos en los lockers de la T4 en Barajas, tomamos el Metro hasta Atocha, comimos bocadillos el Museo del Jamón y desde allí pasamos un rato por el Media Lab de Madrid, detrás del Caixa Forum.

En esa sede en construcción estaba teniendo lugar el 4to encuentro de nclusiva-Net. Redes y procesos P2P, y esa tarde estaba dedicada a la ponencia de Michel Bauwens. El hombre con opiniones muy fuertes pronunciadas en una voz demsiada baja y monocorde, tiene dos libros publicados sobre temas afines a los nuestros The Political Economy of Peer y Peer to Peer and Human Evolution

De allí salimos corriendo a la Casa del libro en la Gran Vía, tomamos un granizado en Sahara, dimos una caminata rápida hasta la Plaza Mayor donde abrevamos en un consabido liso. Hicimos un devaneo por la Calle Mayor hasta llegar al Palacio de Oriente y degustar inesperadamente un hermoso concierto de cámara en el marco del programa Veranos de la Villa en su 24a edición

Antes habíamos pasado y nos habíamos maravillado por el totalmente remozado Mercado de San Miguel reinaugurado hace dos meses y convertido ahora en un reinado de las delicattesen. De alli tomamos el metro Opera hasta Banco de España y terminamos comiendo montaditos sobre la vereda del café del Circulo de Bellas Artes.

No sólo París es/era una fiesta. Madris lo es y lo será para siempre.