¿Ser edupunk como síntoma de debilidad o de fortaleza?
Hace muchos pero muchos años (casi 45 para ser precisos) una revista que hizo época y que la mayoría de los integrantes de la cátedra no vio ni en fotocopia, microfilm o papel, y quizás si tal vez en alguna exposición de trastos culturales añejos, Primera Plana (porque de ella se trataba), sacó una nota de tapa que llamó mucho la atención, en un momento en que el temario cuestionado estaba en su momento de mayor algidez y difusiòn. Se trataba del psicoanálisis y la tapa entre campechana y provocativa se preguntaba ¿El psicoanálisis es un complejo?
Si hoy terminando la cursada de datos del primer cuatrimestre de 2010 me acuerdo de ese episodio milagrosamente atesorado en alguna de mis sinapsis neuronales, es porque a diferencia de cuatrimestres anteriores, hemos iniciado junto con una cursada que combina lo novedoso con lo arriesgado, lo conceptua, con el diseño, la cátedra con la vida, un momento de reflexión colectiva que es mas que necesario si queremos seguir avanzado a locas, pero no a tontas, y si queremos convertir lo que por ahora es una experiencia de rediseño aúlico, en algo mucho mas profundo, duradero e interesante cual es el rediseño de los individuos en el proceso colectivo que plantea la cátedra.
Y porque a diferencia de los dos cuatrimestres anteriores las resistencias y los rechazos afloraron con una fuerza inusitad,a forzándonos a revisar con muchas mas determinación y expectativa ¿qué es lo que disparó tantos cuestionamientos?, ¿porqué las leves críticas del comienzo del 2009 se tradujeron en polarizaciones crecientes que se vivieron incluso en los coloquios finales de ésta y la semana pasada con una grado de virulencia llamativa?