Fue una semana interminable, llena de estímulos, contactos, intercambios pero sobretodo de presentaciones dedicadas al Paréntesis de Gutenberg. Que hubo otras iguales de intensas y escalonadas hace un tiempo, puede ser. Pero que éstas fueron fantásticas, variadas, plenas de encuentros entusiasmantes, y mas que nada dinámicas, interactivas, movilizadoras y desentumecedoras, no hay quien lo dude.
Se trató de 6 intervenciones en los escenarios mas variados, frente a públicos muy disímiles y con objetivos muy diferenciados.
Pero todas tuvieron en común un eje cual es la puesta en circulación de las tesis relativas a El paréntesis de Gutenberg, que empezamos a mordisquear hace un par de meses y que se han convertido en un imán poderoso que atrae cada vez con mayor fuerza limaduras de distinto tipo y se perfila como un candidato inevitable para mi próximo libro.
1. La alocada maratón se inició un jueves a a tardecita en Carmelo frente a un público empresarial empeñado en autorrediseñarse y aparentemente mas preocupado por soluciones operativas que por las disquisiciones filosóficas. Y sin embargo al mostrar que la crisis de una P aislada, trátese del Periodismo o de la imPresión no es sectorial o de nicho, sino que atraviesa todo el continuum de las comunicaciones, queda claro que si no entendemos la crisis de los negocios como una crisis de alfabetización, nos quedamos fuera de conversaciones que importan, y que condicionan posibles nuevas miradas, pero sobretodo intervenciones en una realidad cada vez mas hostil e imprevista.
2. Continuó el desfile con nuestra presentación junto a Julian Gallo en el no-TEDx organizado por TedX Rio de la Plata, en las instalaciones de Movistar en el centro porteño. Aquí el tiempo fue mas acotado, como suelo hacer confundí la presentación larga que había dado en Carmelo con la corta (sucedería lo mismo en la UBA pero al vesre), y lo mas rico estuvo en las larguísimas intervenciones y discusiones. Se afianzaba así el carácter provocador del titulo de la charla y la esperanza/temor que la posibilidad de estar viviendo los últimos días de Gutenberg genera en muchos.
3. El fin de semana no nos dejó mucho tiempo para necesarios ajustes en el texto y las imagenes -que aun nos/les debemos-, porque ya nos estábamos yendo a Posadas donde en el marco de un futuro rediseño organizacional de la Universidad Nacional de Misiones, trabajaríamos en autoaprendizaje y autoformación, frente a un grupo de docentes universitarios con muy poco conocimiento de herramientas, pero con muchas ganas de apropiárselas y de autoalfabetizarses.
Mostrando que no hay que hacer una Maestría en weblogs, ni leer abultados manuales, ni seguir intrincados vericuetos didácticos, para salirse del paradigma del read-only y pasar al del read/write y para convertir en actividades compartibles la experiencia de larga data que cada docente tiene como habitus y que es perfectamente reinscribible bajo este formato, el encuentro reformateó cabezas, le hizo pito catalán al «comecocos» pedagógico y dejó enseñanzas de-formativas de alto impacto.
El resultado fue apabullante. Siguiendo los lineamientos que preparó @anitaclarita en pocas horas casi un 75% de los asistentes que jamás habían publicado en la red, habían armado sus propios tumblers, y habían posteado 77 contenidos en un Tumblr compartido, algunos de suculento valor.
4. La vertiginosa cabalgata no cejaría y al día siguiente expusimos por cuarta vez consecutiva esta vez la versión corta de El Paréntesis… frente a los casi 300 alumnos de la UBA que están cursando la segunda versión de El Proyecto Rediseñar. Ya le iba tomando el gusto al timing, también era posible mechar otras videos y ante un público que reclama teoría y conceptos no fue nada difícil integrar la presentación con reflexiones acerca de pasadas/futuras cursadas.
5. Al día siguiente me tocó nuevamente visitar al mundo corporativo. Esta vez hablé frente a niveles medios gerenciales de recursos humanos que no se llevan tampoco nada bien con las tecnologías web 2.0. Aquí la resistencia fue de otro tipo, no necesariamente por parte del grupo pero si por parte de niveles mas altos de la propia organización. ¿Si los negocios zafan, para qué complejizarlos?, ¿Si los nativos no se someten a la lógica corporativa porque ésta debería cambiar?, ¿Si los mandos altos no están convencidos de que hay que innovar y de que la inteligencia colectiva puede generar ingresos, porqué arriesgarse con el tiempo flexible, el uso de redes sociales y sobretodo la posibilidad de poner en cuestión a la lógica organizacional?
Hubo complementos a mis dos charlas por parte de funcionarios del Banco Santander y de Telefónica y si bien mantenemos consensos globales, también tengo discrepancias no menos significativas respecto de las actitudes corporativas defensivas y de los usos de las redes sociales para hacer mas de lo mismo rectificando tan solo el nombre.
6. Ya tenía puesto un pie en el avión cuando salí de Movistar y me esperaba un interminable viaje de 19 horas hasta que llegué a San Jose de Costa Rica, adonde brindé dos seminarios adicionales, uno para docentes y el otro, supeestamente, para gente de negocios. Como era de esperar el primero concitó 3 veces mas asistentes y mas preguntas y demandas que el segundo. Pero solo volví a presentar mi versión larga de El paréntesis para el grupo de la tarde.
Ya cerrando la seguidilla de 6 presentaciones, a lo largo de una semana en ámbitos tan distintos, algunas cosas quedan en claro. Como sucedió en casi todas las ocasiones la tesis fue recibida con sorpresa y descrédito, con estupefacción e incredulidad, tomada como un astuta provocación antes que como el complemento obligado de El Manifiesto Edupunk que venimos de componer en Rosario. Lo que no significa que algunos no le empiecen a tomar el gustito, y muy pocos se animen a llevarla a la práctica.
Si la tesis fuera un mero enunciado, se la podría deglutir mas o menos fácilmente Pero la tesis es la teorización de una práctica. La que nos llevó a introducir un aula 2.0 en la Universidad de Buenos Aires, y a dejar definitivamente atrás los formatos convencionales de la universidad academicista y autocrática mayoritariamente existente.
Si bien sería fácil refutar conceptualmente la tesis no es tan fácil desconocer lo que estamos re-des/instituyendo cada martes en nuestras aulas. Si bien se insiste en que los docentes son eternos e indispensables, ver que las tesis de El maestro Ignorante son no solo propedéuticas sino especialmente heurísticas, deja de a pie a mas de uno de nuestros críticos escépticos.
La enorme efervescencia que la introducción de 10 nuevos coayudantes en la Cátedra de Datos, surgidos todos del seno de El Proyecto Rediseñar está logrando permitiendo desestabilizar el aula a partir de experiencias de diseño grupales, muestra que estamos en el buen camino. Señala asimismo que la Tesis del Paréntesis de Gutenberg no es un señuelo sino una propuesta operacional que querríamos ver replicada y amplificada en los territorios del post-periodismo, la post-publicidad, la post-imprenta con igual o mas virulencia de lo que estamos experimentando nosotros en la post-educación.
[…] This post was mentioned on Twitter by Anizbel , Salomón Rivero López and Anaclara Dalla Valle, Claudia Manera. Claudia Manera said: Diciéndole que no al “comecocos” pedagógico en todos los gustos sabores y colores: Fue una semana interminable,… http://bit.ly/96KktZ […]
[…] nos atraviesa y como dijo el (no)maestro edupunk “Google se come a Gutemberg” y necesitamos un nuevo lenguaje, una nueva alfabetización y una manera disruptiva para […]
Sensacional!!!
Gracias por la claridad en la provocación.
Fascinante. El manifiesto Edupunk me encantó. El maestro a la cuculeiterina no deja emerger nada o muy poco. Lo de la heurística a lo Yacotot, me parece oportuno. Cómo contagiarlo ¿?
[…] El mes de Julio fue una bisagra Produjimos muchas intervenciones postpedagógicas este cuatrimestre. No se si mas o menos que en otros años, pero en todo caso con una intensidad y un desplazamiento geográfico (7 viajes a Europa, 5 a USA, varios a otros países de AL) que como cantidad incidieron seguramente en la calidad, como mostrábamos en “Diciéndole que no al “comecocos” pedagógico en todos los gustos sabores y colores. […]