Un diario de Jaen se ocupó como muchos medios, de lo que hacíamos en el curso de verano de la UNIA en Baeza. Post original
El profesor argentino Alejandro Piscitelli, que participa en el ciclo de ponencias «Edupunk, educación expandida y entornos personalizados de aprendizaje» que la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) organiza en Baeza (Jaén), defendió este martes un movimiento de transformación educativa que aumenta el protagonismo de las nuevas tecnologías en las aulas, tanto universitarias como de Primaria y Secundaria.
El profesor argentino Alejandro Piscitelli, que participa en el ciclo de ponencias «Edupunk, educación expandida y entornos personalizados de aprendizaje» que la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) organiza en Baeza (Jaén), defendió este martes un movimiento de transformación educativa que aumenta el protagonismo de las nuevas tecnologías en las aulas, tanto universitarias como de Primaria y Secundaria.
Piscitelli es uno de los gurús del movimiento alternativo ‘Edupunk’, término que fue empleado por primera vez en mayo de 2008 por Jim Groom. Sus seguidores abogan por una mayor participación de los alumnos en su aprendizaje, mediante diversas herramientas y fuentes de información disponibles en Internet, sobre todo las redes sociales: «Nos dimos cuenta de que había que romper un pacto educativo tramposo, donde los alumnos hacen como que estudian y los profesores, como que enseñamos. Había que cambiar totalmente el aula y metimos a todo el grupo en Facebook«, explicó, en declaraciones a los periodistas, el ponente, que trabaja en la Universidad de Buenos Aires.
En la educación, los procesos son muy lentos. Ha habido millones de intentos de reformas educativas que han fracasado. La porpia escuela se come las reformas. Espera comerse también a Edupunk, pero eso no va a pasar, porque este movimiento viene aliado con las nuevas tecnologías, con las redes sociales, que disuelven las paredes del aula. No hay vuelta atrás. Las redes sociales son estilos de vida. Cuando los chicos llegan al aula y les cortan la Wikipedia o Twitter, su reacción es dar la espalda», argumentó Piscitelli.
El docente, que colabora con diferentes revistas de marketing electrónico, destacó que sus clases en la carrera de Ciencias de la Comunicación se sitúan dentro del marco institucional de la Universidad: «Hay que cumplir formalmente y poner una nota. Pero no tenemos una evaluación en el sentido convencional. Hay un proyecto, un trabajo, como puede ser un taller de diseño de medios. Se valora el proceso, que se sigue muy estrictamente. Damos mucha libertad pero poniendo ciertas reglas, jugamos con esa tensión». Sus alumnos deben escribir en un blog todos los días, elaborar un vídeo y subirlo a Youtube, o crearse una cuenta en Twitter. Condiciones que al principio «no entienden los estudiantes, muchos de ellos tecnófobos, pero luego comprueban los resultados, descubren un mundo nuevo».
En el curso también participa el doctor en Lingüística Aplicada y Lenguajes de la Comunicación Carlos Alberto Scolari, quien suscribe el espíritu de Edupunk: «La revolución digital ha terminado de corroer el viejo edificio de la transferencia lineal del conocimiento. Hasta el profesor más conservador se da cuenta de que no domina la situación. Hay que pasar de la enunciación individual a la colectiva, de manera que produzcamos todos. Reivindico la validez de otros formatos y lenguajes, más allá de la escritura. Se pueden producir cómics, audios, vídeos, y transferimos también conocimiento».
Scolari, que imparte clases en la Universitat Pompeu Fabra, advirtió de la necesidad de que el docente cambie su papel en las aulas: «No puede mantenerse ese rol de centralidad que tenía el profesor, junto con el libro, depositario del saber. Se barajan de nuevo las cartas. Los docentes tienen que asumir otras responsabilidades, y los alumnos trabajar más».
[…] donde las jerarquías tradicionales se evaporen. Eso es, en resumen y tal como yo lo entiendo, el edupunk, el movimiento antagónico a las pedagogías habituales que propugna el maestro Alejando […]