1. El Burj al Arab allá lejos y hace tiempo
Sería 2007 o 2008. Haciendo zapping caímos en NatGeo presentando una serie llamada Megaestructuras destinada a inventariar algunas de las construcciones mas llamativas de las últimas décadas. En capítulos anteriores y posteriores (113 hasta la fecha) mostrarían como había sido posible la construcción de edificios únicos, barcos de tamaño colosal, represas descomunales, siempre en el registro del gigantismo y de los desafíos ingenieriles mas descabellados.
Pero lo que vimos ese día nos hizo empalidecer de envidia y nos mostró la potencia del ingenio humano, la voluntad de desafío de un colectivo con la pata del diseño afincada en Londres, y con la voluntad de llevar adelante un proyecto imposible, cual sería construir el primer hotel 7 estrellas del mundo, dar a un hotel de lujo inusitado la forma de una vela, depositarlo en medio del mar y convertirlo en uno de los iconos arquitectónicos del siglo XXI.
Se trataba obviamente del Burj el Arab, un enorme volumen flotante en la costa de Dubai, que fue uno de los primeros lugares que quisimos visitar ni bien aterrizamos en la capital turística de los Emiratos Arabes (EU), donde recalamos afortunadamente durante 3 días y 2 noches camino de vuelta a la patria lejana.
Ganándole la lucha cuerpo a cuerpo al desierto
No fue la primera vez que estuvimos en un país árabe. Previamente habíamos pasado casi una semana en Riyahd, y otro tanto en Túnez durante la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información. Así que ya estábamos entrenados en costumbres locales, habíamos cumplido con nuestra excursión obligada al desierto, habíamos probado como es rebotar contra el piso desde la joroba de un camello, a un amigo la Policía Religiosa le había quitado la cámara por ser demasiado fisgón de las sisters. También habíamos subido a la increíble torre Kingdon Center que adorna el centro de Riyahd, y habíamos visto de refilón alguno de los Malls enormes que hay en la capital de Arabia Saudita.
Pero Dubai…. es otra cosa. Una rara y bien lograda recombinación de Los Angeles, Las Vegas y Riyahd fueron demasiados los portentos que habrían de convertirse en picks de nuestro viaje, como para poder compararlos con anteriores visitas. Porque aquí la visión del Sheik Maktoum bin Rashid AL Makthoum (hijo del mago Zayed bin Sultan Al Nahyan que hizo posible la invención de los Emiratos Arabes), las ventajas competitivas que da el petróleo cuando es bien usado, y la astucia por convertir al desierto en el atractivo turístico mas llamativo del mundo, cambiaron todas las reglas de juego y obligaron a manejar nuevos criterios de distinción que no aplican en otras latitudes, creando una paraíso inesperado.
En 2011 la tasa de ocupación hotelera de Dubai fue del 73% y 9.3 millones de personas visitaron el emirato. El tráfico aéreo es infernal con 50.5 millones de pasajeros (creciendo a mas del 6% anual) y con una próxima expansión en el año 2012 de la Temrinal 3 (que comentamos hace 2 semanas), que llevará a poder lidiar con 70 millones de pasajeros. Como medir es un juego como cualquier otro, el hecho de que el promedio de gasto en el Duty Free Shop sea de U$ 46 por pasajero, el triple que en cualquier aeropuerto europeo y 4 veces mas que en USA, es también un indicador que revela algo acerca del tipo de turismo que abunda por acá.
2. Proezas y diseño sin fin
El metro de Dubai (inaugurado en el a˜õ 2009) es uno de los mas modernos (y espectaculares) del mundo. Cuando esté terminado (hoy hay varias estaciones que ya tienen asignado su número pero no existen aun, lo mismo sucede en el monorriel que une el Hotel Atlantis con la terminal en medio de la nada), tendrá 70km de largo con 47 estaciones y con un dato excepcional: está completamente automatizado, en este sistema de transporte no hay choferes humanos.
Si bien el fuerte de Dubai es la infraestructura y la logística, los enormes complejos como el Palm Jumeraih, y las World Islands, la vida cultural recién asoma y también aquí billetera mata galán. Asi que en Abril estarán por acá desde The Eagles (un poco viejitos con mas de 40 años de carrera a cuestas) cantando sus clásicos Hotel California o Desperado; también llegará el musical Oliver estrenado en Broadway en el año 1968, o el Red Bull X-fighters, una competencia cross-country. También esta semana tendrá lugar la 5ta edición del Gulf Film Festival, y cada vez son mas las visitas y las propuestas para acompañar el shock arquitectónico y de consumo en sentido amplio con una dieta cultural mas variada.
Lo cierto es que en Dubai golpea fuerte el Dubai Mall, el shopping mas grande (y uno de los mas lujosos) del mundo con mas de 10 millones de m2, 1400 negocios, un Aquarium con 33. 000 animales. Kidzania, una versión edutainment para chicos; y una fuente de 40 acres donde hay juegos de agua diseñados por los creadores del mismo concepto para el Hotel Bellagio en Las Vegas que llegan a 150 mts de altura (y que pudimos ver dos días seguidos), brindando una experiencia única. (Odio los shoppings y no me llaman la atención los tours de compras, y después de Pekin, Shanghai y Hong Kong creíamos haberlo visto todo, pero esto es otra cosa)
Y aunque no pudimos visitarlos o solo lo hicimos de refilón están también el Burjuman Centre, el Deira City Centre, el Dubai Festival City en el Creek, el Mall de los Emiratos (con su gigantesca pista de esquí cubierta) y el Mercato (renacentista) que conforman gran parte del ADN consumista y al mismo tiempo sumamente energizante de esta ciudad.
3. Del Burj al Arab al Burj Khalifa
Pero así como nuestro viaje estuvo disparado fundamentalmente por ese tour de force que fue Megaestructuras, en el ínterin (como siempre ocurre en estos lares, en tiempo record) había otro magneto que nos atraería permanentemente (se lo ve desde decenas de km a la distancia) cual es el edficio mas grande del mundo, que está pegado al Dubai Mall.
El Burj Khalifa , diseñado por Adrian Smith, no es solo el rascacielos mas alto del mundo (con 828 metros le saca 2 o 3 centenares a todos los anteriores que ocuparon ese lugar). Inaugurado en enero de 2010 (después de solo 5 años d econstrucción) y construido por Emar Properties, 12.000 personas trabajan y viven en esa enorme aguja de acero y cristales con 5 millones de m2 cuadros construidos, que aloja entre otros primores al Armani Hotel Dubai. Increíblemente el ascensor solo tarda 1 minuto en llegar hasta la terraza de observación en el piso 122.
Tener al Burj Khalifa de fondo, aposentado en los restaurantes del Dubai Mall (con precios muy acomodados) en medio del espectáculo recurrente cada media hora de luces y sonidos, es una experiencia inolvidable que recomendamos a cualquier buscador de sensaciones.
Pero para quienes quieren vivir la vida loca, ¿qué mejor tirarse en parapente desde un avión sobre La Palmera de Jumeraih, o hacer rafting alrededor del Burj Al Arab, o visitar ya mas calmados el Aquapark al final de la palmera pasando por entre medio del monstruoso hotel The Atlantis (gemelo de otro en Bahamas) de 1600 habitaciones que corona al complejo?
Lo que no se ve, de lo que no se habla
Dubai es presente y futuro perfectos, prácticamente no tiene historia como que en 1967 solo tenia 60.000 habitantes (hoy cuenta con 2 millones). Entre los inmensos carteles aleccionadores (compartidos con imágenes gigantescas de los beatíficos sheiks que presiden esta invención) hay uno que la pinta de cuerpo entero «Hello Future«, desplegada or su línea de bandera Emirates.
La ciudad es inmensa (desde nuestro hotel el Holiday Inn Express en Jumeirah muy cerca del Creek y de la Mezsquita Jumeirah, hay 30km hasta el Ibn Battuta Mall, un mall temático único, unos 15km hasta el Burj al Arab, unos 25km hasta la Marina Dubai, siempre en línea recta por Jumeirah Beach Road, una avenida majestuosa que recorre la costa, y nos deja aterrizar en varias playas públicas, recorridas armoniosamente por el X28 o el C8 con paradas con aire acondicionado.
El transporte es rápido y eficiente, los taxis cuestan entre la mitad o un tercio que en Buenos Aires pero sólo se los encuntra en las paradas, no hay un centro único sino varios dameros, y decenas de rascacielos plantados en distintas partes de la ciudad que seguramente tardarán décadas en conformar una unidad geográfica y cultural.
Como ciudad de diseño que es, en Dubai todo esta planificado al detalle. Pero para salir de este nivel de impresiones e imprecisiones hay que sumergirse en cierta literatura crítica que trata de entender la especificidad de Dubai, que no se contenta con describir sus lujos y excentricidades (como acabamos de hacer nosotros), y que pone de manifiesto la otra cara del milagro, que también supone exclusión, ceguera cognitiva, diferencias de clase, racismo, relegamiento femenino, corrosión del espíritu árabe por el occidentalismo desenfrenado, y un exagerado culto del consumo, cuya pregnancia y capacidad de atracción se están convirtiendo en su signo del despegue (¿o de hundimiento?) de una potencias emergente como son los Emiratos Arabes.
Para ello recomendamos sumergirse en Dubai The making of a megapolis de Pranay Gupta, en City of Gold de Jim Krane y sobretodo en Dubai. The vulnerability of success de Christopher M. Davidson, asi como en próximas conversaciones con diplomáticos y residentes en Abu Dhabi donde está el cuerpo diplomático para poder tener pistas para entender mejor que está pasando, que ocurrirá cuando se acabe el petróleo, y hasta qué punto se trata de una revolución cultural, o solamente de una mutación del consumo.
4. Iconos y marca país
Hace muchos pero muchos años atrás en un viaje desde Dakar a la isla de Goa, desde donde ignominiosamente fueron exportados millones de esclavos a America, un pibito curioso me preguntó ¿de qué país era?, al responderle, inmediatamente disparó el latiguillo «Maradona».
Cuando Argentina armó su pabellón an la Feria del Libro de Frankfort en el año 2010, los organizadores privilegiaron por encima de sus íconos literarios a nuestros mitos mas caros, por eso sugirió que la muestra debería organizarse alrededor de Gardel, Evita, el Che y Maradona.
En «El gen argentino» de 2007 un raro concurso donde se elegirían a los mas importantes argentinos de toda la historia en una competencia «este vs el otro», hasta llegar al mas afamado de todos, extrañamente Maradona fue destronado de su categoría por Fangio, y si bien hoy no es el hombre que arma ruido en cuanta aparición hace (sobretodo porque hace como 2 años que no vive en nuestro país), Maradona sigue siendo parte inextricable del ADN nacional.
Como a mi el fútbol no me hace ni fu ni fa, y ni siquiera conozco el alineamiento actual de los equipos locales, tampoco debería saber mucho acerca de las andanzas de Maradona si están directamente vinculadas al fútbol, pero nadie puede sustraerse al magnetismo de su presencia/ausencia, así que por algun conducto debo haberme enterado de que Maradona hace rato que está sentando sus petates en la maravillosa ciudad de Dubai como entrenador de Al Wasl uno de los equipos de la Etisalat ProLeague.
El dueño del circo
Lo cierto es que a su equipo no le ha ido demasiado bien durante su primer período como entrenador. Mientras de los 12 entrenadores que empezaron el año pasado solo queda la mitad, siendo que su equipo está en el peor lugar de la media docena que continúa con su anterior team deportivo.
De hecho Al Wasl ganó siete de sus partidos, empató 3 y perdió SIETE partidos. Bin Bayat, el presidente del club reconoce que los resultados han sido malos, pero sin embargo aunque Sergio Farías el entrenador anterior había hecho las cosas bastante mejor futbolísticamente, fue despedido sin mas (aunque no había pateado a un fan, no había confrontado a la hinchada rival en su estadio, ni había hecho ultimatums de pedido de fondo en público, como si lo hizo el Diego). Por suerte ese no ha sido el caso de Maradona.
Si bien Bin Bayat esperaba recaudar 1 millón de Dhirams esta temporada, logró solo llegar a los Dhir 600.000 (un poco menos de U$ 200.000), pero considerando que la temporada anterior había juntado apenas la mitad, he aquí un principio de entendimiento de porque Maradona sigue en su puesto.
Aparentemente (es secreto de Estado) el contrato de dos años de Maradona oscila entre los 10 y los 36 millones de dólares, así que esas cifras de recaudación son irrelevantes, ¿porqué sigue el argentino entonces en su puesto? Porque en términos de marketing y de retorno de la inversión el club ya ha facturado 27 millones de Dirahns. Pero mas interesante aun en el plazo de solo 10 meses en el mundo se publicaron 14600 artículos acerca del equipo (y Maradona solo se lleva 9400 de esas referencias).
Billetera nuevamente mata galán.
Si Al Wasl hubiese tenido que pagar para tener este nivel de exposición debería haber desembolsado la friolera de Dh 270 millones (U$ 80 millones). Mas alla de si las noticias son positivas o negativas, lo cierto es que el grado de exposición del club gracias a la presencia de Maradona es altísimo. Y aunque en la tabla de posiciones no le vaya nada bien, sus sponsors son envidiables: Audi, Hublot, Max Clothing y Saif Belhasa. Desde ediciones maradonianas de relojes de lujo, hasta un reconocimiento mas que merecido de que todo lo que toca Maradona se convierte raudamente en oro.
Pero los resultados fútbolisticos no mejoran, y Diego seguramente debe estar ya harto de vivir en Dubai a pesar de su paradisíaca estancia en The Palm Jumeirah, donde le han dado una casa de ensueño. O tal vez no. Pero su carácter y calentura proverbiales también afloran cada tanto en ese país en donde en verano hace mas de 40 grados y 100% de humedad.
Lo cierto es que Maradona es tanto una máquina de generar dinero, como una fuente de conflictos y de confrontación permanentes. Dado su carácter imprevisible (mas que entendible en un semidiós como él), nadie sabe como evolucionará esta carrera entre fama (intocable y siempre creciente) y resultados (malos y sin ninguna perspectiva de mejorar dado el desconocimiento total que tiene Maradona de las artes de la dirección técnica suplantadas por el olfato y por tanto haber caminado la cancha).
Mientras tanto el hombre es noticia que se multiplica exponencialmente y nos deja como siempre con ese regusto de admiración e incomprensión que forma parte de su marca registrada. Ja, haber tenido que detenernos en Dubai para enterarnos de estos corsi e ricorsi que definen a este personaje torturado, y que quedará en la historia del deporte universal como uno de sus grandes leones. Mientras el jogo bonito descansa en las piernas mágicas de Lionel Messi un anti-Maradona por excelencia. Hay de todo (cuando de lo mejor se trata) en la viña del señor.
Alejandro, me ha encantado la visita. Os he acompañado vicariamente. Precioso y muy instructivo artículo. Un abrazo