Primera Parte de Varias
Hace alguno años durante mi estancia como gerente General de educ.ar en el Ministerio de Educacion argentino, tuve como ocasional compañera de reuniones y discusiones, a una alta funcionaria que (en especial en relación a las políticas tecnológica del Ministerio, y al intento de implementación de los modelos 1@1 en la Argentina) siendo el mes de Mayo, insistía en que el año estaba perdido. Singular forma de patear para adelante la incomprensión y el desatino de lavarse las manos, cuando siempre tenemos que decidir aquí y ahora, qué hacer y cómo hacerlo.
Aparentemente la funcionaria, que fue premiada con una larga estancia parisina por actitudes de ese tipo, estaría en las antípodas de nuestra excelsa presidenta, quien no para de cantar loas a la década ganada y que, al revés, estando a pocos meses de dejar probablemente para siempre cruzadas insólitas como la crucifixión etaria de un juez de la Corte Suprema, vive en el presente eterno.
Lo cierto es que mas allá de estas asociaciones de ideas seguramente disparadas por nuestro inminente regreso a la madre patria, nuestro año no está perdido, ni la última década ha sido ganada, pero cada vez mas, nuestro año y medio fuera del país ha enhebrado una serie de nuevas propuestas pero sobretodo una oxigenación memética sorprendente y permanentemente se están abriendo nuevas conversaciones de creación de posibilidades -y algunas para la acción- que nos alegran, reconfortan y animan a nuevos emprendimientos, con socios locales e internacionales sin fin.