Pasado, presente y futuro están en perpetuo flujo en un momento histórico caracterizado por la aceleración de casi todo, y el descrédito de lo lento (pensamiento, comida, movimiento), que se iguala con rancio y antiprogreso.
Pero por mas que nuevos algoritmos puedan hacer en forma automática síntesis textuales logradas, no solo el conocimiento de los detalles y de las singularidades requiere aún (¿por un largo rato?) de un interpretante humano, sino que difícilmente esos programas logren conectar pautas detectables/inventables entre obras (hechos, prácticas, autores, experiencias) aparentemente inconmensurables.
Retomando la fascinante pregunta batesoniana “¿Cuál es la pauta que conecta al cangrejo con la langosta, al narciso con la orquídea…y a los cuatro conmigo? ¿y a mi contigo? ¿y a nosotros seis con la ameba, en una dirección, y con el esquizofrénico hospitalizado en la otra?” nos preguntamos hoy a la búsqueda de pares inusuales: ¿qué conecta a una biografía sobre un niño mimado de la aristocracia inglesa con las ideas de tres de los más grandes científicos de la Antigüedad -Euclides, Galeno y Ptolomeo- a lo largo de más de mil años y a través de siete ciudades inesperadas?
TESIS A la historia la hacen los grandes hombres, siendo externalidades y subalternos, meras piezas de un ajedrez mayestático.
Andrew Roberts, Churchill. La biografía. Barcelona, Critica, 2019.
La obra plantea varios aspectos de la vida de Winston Churchill poco conocidos. Nacido en el seno de una casta que disponía de un inmenso poder político y económico en el mayor imperio que haya conocido la historia, un imperio que además todavía no había sido agusanado por la inseguridad y la falta de aplomo, poseía un escudo mental que le impedía desconfiar de sí mismo.
Autor de una interminable y autocomplaciente historia de la guerra mundial en 6 volúmenes donde no «recordaba» hechos fundamentales como la hambruna de Bengala en 1943, en la que murieron más de 3,5 millones de personas, en gran partecomo consecuencia directa de sus políticas y acciones, recibió inexplicablemente el Nobel de Literatura en 1953 porque el de la Paz le tocó al al general estadounidense George Marshall.
No marcó un número de teléfono con sus propias manos hasta la edad de 73 años (fue una llamada al servicio horario, y tras escuchar la locución dio amablemente las gracias a la cinta). Siendo ya primer ministro, si quería matar a una mosca, pedía a su secretario que mandara venir a su criado.
Excéntrico y controversial, aristócrata con sensibilidad “humanitaria” limitada, la riqueza de la documentación que maneja permite a Roberts ahondar en la realidad humana del personaje, siguiendo su vida desde su infancia y la conflictiva relación con su padre hasta su declive, lo cual hace que el lector pueda “ver la segunda guerra mundial a través del prisma del resto de su vida”.
ANTITESIS A la historia la hacen las grandes obras y un infinito colectivo de preservación y comunidad mas allá del talento individual.
Violet Moller La Ruta del conocimiento. La historia de como se perdieron y redescubrieron las ideas del mundo clásico. Madrid, Taurus, 2019.
Tras la caída de Roma, muchas de las grandes ideas del mundo clásico, base del conocimiento moderno, se perdieron para siempre. Innumerables libros fueron destruidos por los cristianos, y la biblioteca de Alejandría, el mayor depósito de saber del mundo, fue arrasada. Pero tres manuscritos cruciales sobrevivieron a esa edad de la penumbra e impulsaron la llegada del Renacimiento.
En este sorprendente debut, la historiadora Violet Moller rastrea los caminos que tomaron las ideas de tres de los más grandes científicos de la Antigüedad -Euclides, Galeno y Ptolomeo- a lo largo de más de mil años y a través de siete ciudades, centros de conocimiento excepcionales, donde una serie de personajes curiosos y eruditos, apoyados por un puñado de jefes de Estado ilustrados, rescataron y difundieron sus obras.
Al explorar estas rutas del conocimiento, Moller revela la red de conexiones entre el mundo islámico y la cristiandad que preservaría y transformaría la astronomía, las matemáticas y la medicina: de la Alejandría del siglo VI al Bagdad del siglo IX, y de ahí a la Córdoba musulmana, al Toledo católico, a la facultad de medicina medieval de Salerno, luego a Palermo, con su vibrante mezcla de culturas y, finalmente, a Venecia, donde las imprentas permitieron que el saber se difundiera ampliamente y el Renacimiento echara raíces.
SINTESIS Mas de 90 años de historia global, de historia de las ideas, pero sobretodo de historia de las prácticas y de los objetos mas disímiles (como nos enseñaron Marc Bloch, Ferdinand Braudel Los Annales primero y las propuestas de la tercera generación con La Nueva Historia de Jacques Le Goff y Pierre Nora en los años 1970)) muestran la riqueza de una combinatoria entre pequeños y grandes hombres, individualidades y colectivos, poliocularidades y repreguntas en una heloicoidal complejizante e interminable.
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