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Este es el diario de la cuarentena del grupo Círculo de Lectores (Días 1 a 5)


Hace exactamente 60 días nos propusimos con un grupo de tertulianos de un círculo de lectura que todos los integrantes transcribiéramos experiencias de lo vivido a partir del día 1 de la Cuarentena iniciada el Viernes 20 de Marzo en Argentina. Podía tratarse de testimonios, fotos, citas, algún tweet. Buscaríamos focalizarnos en COMO la estábamos viviendo, QUE estábamos sintiendo, PORQUE creíamos que nos está pasando esto, y COMO creíamos que será el mundo una vez que (esta) pandemia termine.

Amigos como Carlos Scolari lo hicieron en su blog. Carlos editó experiencias de vida de mas de una decena de columnistas. siendo las que mas nos gustaron las siguientes: Carina Maguregui Descoordenadas narrativas para el presente expandido; Mon Rodríguez Seis grados de contagio: el apocalipsis desde la cocina y Julito Alonso El derecho a narrar.

Diarios importantes como El País de España, armaron sesiones virtuales mostrando que el confinamiento impuesto por el coronavirus ha dado el impulso definitivo al género que mejor ilustra la normalización de las letras en español tras siglos de represión de la intimidad. Andrés Trapiello, Elvira Lindo, Laura Freixas y Héctor Abad Faciolince hablaron sobre su experiencia como autores y lectores en Temporada de diarios: el género literario que se mira en el espejo.

Lo nuestro es mucho mas casero y minínimamente testimonial. La mayoría de las experiencias (como corresponde a un confinamiento bastante estricto) provendría de fuentes literarias. Lecturas y lecturas que se apilan, que combinan viejos clásicos con neonatos epubs. Son impresiones de un viaje cuyo final (si es que algún día lo tiene) desconocermos, y que puede cambiarlo todo, o no cambiar nada (5 millones de infectados 326.000 muertos mediante a nivel mundial). Tal es el nivel de incertidumbre.

Lo iremos recapitulando en bloques de 5 posts/días.

Día 1 VIERNES 20 de MARZO

Formalmente empieza hoy el “encierro” pero nos vinimos preparando desde el lunes 16, cuando todo empezó a ralentizarse. Soy claustrofóbico mal y lo único que me salva es haber venido a vivir a Tigre, donde soñábamos que nos dejarían circular por las calles internas. Llovieron whatsapp, se prohibió el movimiento en los barrios de Pilar y Escobar, y desde hoy tampoco podremos hacerlo acá (ayer nos robamos un día). Igual llegué a pasear al gato Roger un par de veces. Leo innumerables notas y explicaciones sobre el Corona (algunas fascinantes). A veces en minutos de ansiedad veo 20 veces las tapas de los diarios locales y extranjeros. Durante el día hice varias llamadas con colegas, cada tanto chats individuales. Coronamos (sic) el primer día con una videoconferencia con la Cátedra de datos con 12 personas, un viernes a las 10 de la noche. El jueves anterior a la noche para festejar el fin de la cursada de la materia de verano dedicadas a Westworld, locamente nos juntamos 60 personas en la facultad y 30 en un bar. No sabíamos que sería el último encuentro de masas. Al estar en una casa con mucho jardín la sensación de encierro o agobio es menor. Como todos lo están haciendo debemos organizarnos, dedicarle tiempo a la gimnasia, a la lectura, a la escritura, a ver Netflix (estamos empezando la 3ra temporada de Westworld). Detrás de estas experiencias variopintas hay un runrún que no para. Se terminó el mundo que conocimos. Estamos viviendo un nuevo (a)normal. Hasta la semana pasada todo era frenesí sin mayor sentido (lo sé porque me desacoplé hace muchos años del “mundanal ruido” al igual que varios de nuestros tertulianos). Ahora el tiempo y el espacio mutaron y todas las críticas sosas de los Zizek, Bauman, Byung-Chul Han se disolvieron como castillos de arena a la vera del mar (Foucault). ¿Querían (¿queríamos?) que el mundo parara? El virus lo hizo de un día para otro contra 30 o 40 años de proselitismo ideológico. ¿Quo vadis mundi?

Día 2 SABADO 21 de MARZO

Fue un día tranquilo. Creíamos que nos estábamos reconciliando con la idea de estar “encerrados” por unas cuantas semanas. Hubo mucho sol y hasta casi un atisbo de pileta. Pero la gente dejó de corretear por el barrio, la amenaza del COT (policía zonal) y sus drones, y cierta toma de conciencia somnolienta de que esto “va en serio” empezó a teñir los espíritus. La TV amarilla (aunque se trate de los principales canales de aire) mostrando miles de argentinos varados en los aeropuertos del mundo (casi 30.000 inconscientes que salieron de Argentina después del 12 de marzo –muchos de los cuales aun no han podido volver), y la probabilidad del cierre del espacio aéreo mundial cambió el tono. Veremos que procesa el cerebro esta noche.

Día 3 DOMINGO 22 de MARZO

Deben ser contagiosos estos nervios. Aunque bajé notablemente el tiempo dedicado a revisar el desastre, y a pesar de que encontré algunas notas que ven las cosas desde ángulos especialmente interesantes, noticias como que España prolongará la cuarentena 15 días, (seguramente anticipa lo que pasará acá) me enervó bastante. Mientras Roger es más libre que nunca y no podemos ir a buscarlo como antaño. Vuelve cuando quiere y si quiere. El mundo ha cambiado.

Día 4 LUNES 23 de MARZO.

Recién vamos por el dia 4 y con demasiada buena suerte seguiremos encerrados hasta el 12 de abril (sería el día 21, que ilusos!). A veces me parece una eternidad, otras algo que podremos bancárnoslo (tampoco hay mucha opción). Hoy tuve reunión de cátedra con 12 de mis ayudantes y estamos viendo cómo cerrar la última cursada y abrir una nueva sobre distintas dimensiones del coronavirus. Entre tanta chatarra verbal nos inquietan algunos temas:

1) El coronavirus viene de la mano de la aceleración globalizadora. Nos la buscamos, no nosotros, sino el capitalismo financiero. ¿Porqué tenemos que pagar el pato por esa avaricia y codicia de banqueros y extractivistas?
2) La crisis sanitaria está ligada al desmantelamiento de la salud y a la precarización de profesiones útiles como los médicos relegados en favor de los especuladores y la sanata tecno-entrepreneur.
3) Bastó un virus para arrasar con toda la crítica al capitalismo y con el propio capitalismo ostentoso. ¿Porque muchos creen que esto es solo un paréntesis para volver a más de lo mismo?
4) No es momento de heroísmos, aduladores y complacencias pero hasta la semana pasada todos vivíamos sobreexcitados, acelerados, dispersos (psicodeflación de Bifo). El CV paró el mundo, ¿porque querríamos volver al anterior, jugando a que esto solo es un paréntesis?

Día 5 MARTES 24 de MARZO

Se termina el fin de semana largo sin lluvia. Es martes aunque casi nadie registra ya los días de la semana. Se afirma la cuarentena (¿hasta el 12 de abril, fines de abril, Mayo? and counting). Nadie sabe cómo saldremos aunque para Argentina hay dos escenarios antagónicos. En los barrios del otro lado de Hacoah sigue la música y el divertimento mientras se cierran los ingresos a la capital y se bloquean las conexiones a los partidos aledaños. Seguimos leyendo, reconectando con amigos perdidos, tratando de entender qué está pasando, y buscando aterrizar el día después. Pero cuesta. En el barrio no vuela una mosca (salvo algún dron espía). Los gurúes científico-mediáticos dicen que todo esto nos cambiará para mejor. Siempre dijeron pavadas. ¿Porque habría que creerles hoy? Las anécdotas ridículas (el dueño de Vicentin navegando por el rio Paraná en yate hoy confiscado; una jueza del Tribunal Superior de Jujuy que quiso eludir la cuarentena y terminó en un hotel, un imbécil de un country de Tandil que hizo entrar a la mucama en el baúl), tapan lo importante. ¿Cómo serán la economía, la política y la vida cotidiana después de esta catástrofe? Eppur si mueve… mientras carpinchos, ciervos, y delfines vuelvan a ocupar su lugar hegemónico –ante la retirada humana- en la gran cadena de lo viviente.

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