Día 36 VIERNES 24 de ABRIL
Decididamente hemos pasado del tiempo de Internet (nanosegundos) al tiempo de la marmota (tiempo 0, vacío, inocuo). Cada cual atiende su juego y el que no ninguna prenda tendrá. Así como agota saber que mañana será igual a ayer, y que pasado, los anuncios del Capitán Beto para quien las vidas que le arrebatamos al virus (hoy récord de infectados y muertos) valen mucho más que los que la Parca se toma consuetudinariamente, son el anticlimax total. Me enteré de que un amigo que había estado en Ecuador zafó del coronavirus en Barcelona.
Me mordió Roger porque interrumpí sus ganas de pelearse con otros gatos. Fui hasta Rincón de Milberg en un día gris en un clima pesado y mala onda como el que más. Infinidad de notas tediosas e insignificantes en los medios y en las redes. Muy buena la de Martín. Scolari hizo una videoconferencia hoy con la Universidad de Río Negro. La economía es un agujero negro que probablemente se lleve puestos a los gobernantes -igual que los geriátricos y las cárceles- que desnudan la improvisación de los ministerios loteados y un interior desvencijado como es el caso del Chaco.
Día 37 SABADO 25 de ABRIL
Los días siguen imperturbables. Algunos hacemos gimnasia, otras la salteamos. Ya vemos mucho menos tele de aire infoxicante . Cada día encontramos nuevos autores y temas muy sugestivos e interesantes. ¿Pequeños? detalles lo van arruinando todo. La Corte jugando a las escondidas. Los amotinamientos en las cárceles. La obsecuencia de algunos gobernadores buscando la dádiva ocasional. Detestamos a la meritocracia pero nos apañamos en la ineptocracia. Los mensajes presidenciales terminan dándose dos horas después de convocados para finalmente salir con un mensaje grabado que genera mas dudas de las que aclara.
Día 38 DOMINGO 26 de ABRIL
Se veía venir al otoño y finalmente llegó. Perdimos todos los espacios exteriores, y nuestra ilusión de estar de vacaciones se terminó. En la calle (como dice el canchero de Willy Kohan) permean dos sentimientos antitéticos. Todos estamos hartos de la cuarentena, pero si la levantaran la mayoría igual no saldría. Después de la nota de Mariana Enríquez La ansiedad ¿Hay que opinar sobre la pandemia? sobre las ventajas del silencio, casi ninguna nota más llama la atención. Salvo una la de John Carlin Doscientas mil muertes confirmadas y no entendemos nada, que también da con el otro clavo. Nadie tiene la menor idea de lo que está pasando, y muy especialmente los médicos que de pronto se han convertido en gurúes. Que son los que asesoran al Presidente que nos confunde con su idea de qué es gobernar y en ciclos intermitentes de tolerancia y arrebato tllda cualquier cuestionamiento de su gestión como confusión, mala fé y vocación tanatológica.
Día 39 LUNES 27 de ABRIL
Los días se van tan rápido que hasta yo mismo me olvidé del diario y pongo algo solo para contradecir (retroactivamente a Flor). Tuvimos días horribles de lluvia que deprimen más de lo que nos deprime el coronavirus en el mundo, pero especialmente aquí. Se siguen repitiendo aburridamente los conceptos romos y chatos incapaces de im(pensar) lo que está pasando.
Cada tanto asoma alguna propuesta nueva, un autor no tan conocido, o al revés, clásicos que teníamos olvidados porque en el presente hiperacelerado (que era nuestro normal) nos mellaba la capacidad de lo retroprogresivo (“reculer pour mieux sauter”). A mí me viene bárbaro seguir usando de manual de supervivencia los ejemplares de El Pais Semanal de hace 16 años atrás (a partir del 1ro de mayo será pago). Una rara forma de historia virtual (comprobada). Una mezcla de Ciencia-ficción y Popper en feliz combinación.
Después de varios recorridos por el mundo del Holocausto y sus sobrevivientes (que en otra escala aplica también aquí) ahora estoy estacionado en la segunda guerra de Iraq, y en el desastre que hizo el virrey Paul Bremer al disolver a su ejército (1 millón de hombres) y remover a todos los miembros del Ba’ath Party de Saddam Hussein de las responsabilidades políticas. Recorrer esos días dice (si sabemos releer muy muy entre líneas) algunas de las cosas que están pasando aquí con las decisiones y los (no)-liderazgos. Para acompañar esta excursión les sugiero esta exquisitez de Jon Lee Anderson The Fall of Baghdad. [This is not a pro- or anti-war book; the point is to bear witness to what the people in this city have endured, to put a human face on a calamity of epic dimensions] o sino el libro del ganador del Pulitzer Thomas E. Ricks Fiasco: The American Military Adventure in Iraq. Esas si que fueron odiseas.
Día 40 MARTES 28 de ABRIL
Siguen los días de la marmota. La rutina es aburridamente la misma. Desayunos, gimnasia, lecturas, alguna conversación a distancia, arreglar algún placard, pasear a Roger, eventualmente hacernos una escapada al supermercado o pescadería. Mientras, la danza ritual de los números se sacraliza y alguna película o encuentro con algún desconocido en las páginas de El País Semanal nos regala algún viento de diferencia como la fotógrafa Francesca Woodman Un espejo roto, o las burbujas sociales, ¿el método para recuperar el contacto en la nueva normalidad? o El coronavirus revela el gran fallo de Occidente: apostarlo todo al software.
En estas pocas semanas se publicaron decenas de miles de notas, papers, artículos y análisis de la pandemia. Se exhumaron fantásticas publicaciones, y nosotros mismos desde Dieta Memética hicimos una review de un decena de libros maravillosos sobre el tema. Pero nada alcanza, nada nos permite hincarle el diente a este apagón de consumo, al confinamiento de los cuerpos, a la desconexión (salvo trampa tecnológica) de los cuerpos. Habrá mucho para explorar sobre estas cuestiones, escapándole como a la peste a las tontería terapéuticas que escuchamos todos los dias sobretodo de parte de los expertos de siempre.
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