DIA 88 MARTES 15 DE JUNIO
Para no amargarnos tanto en Tarariras sesión 12 tratamos de echar algo de luz a la rara danza que bailan (pisándose mutuamente los pies), la ciencia y la política, en el mundo en general, y en el nuestro en particular.
A través de una interesante taxonomía Christian mostró hoy, como en épocas de pandemia los periodistas están obligados a hacer mas de colaboradores del gobierno que de monitores (watchdogs). Algo entendible porque de lo que se trata es de acercar las (supuestas) observaciones científicas al oído de doña Rosa.
Sin embargo esa convivencialidad tiene un plazo de expiración que está dado por el factor tiempo. Se puede acompañar sin criticar durante un tiempo, pero esta posición sólo es sostenible 2 o eventualmente 3 meses. ¿Qué pasa como es nuestro caso cuando ya pasamos la nonentena sin ninguna perspectiva de salida?
Cuando encima los datos no cierran, la información que brindan es sesgada, cuando se lleva adelante una agenda no consensuada y los otros dos poderes siguen en coma autoinducido.
En cuanto a lo científico propiamente dicho, Christian bien mostró que una cosa es la ciencia (que aquí aplica poco y nada dado el enorme margen de incertidumbre que envuelve a la pandemia urbi et orbi) y otra cosa son los usos políticos de la ciencia.
Nuestros dirigentes están usando a los infectólogos para impedir cualquier discusión seria (científica?) de cómo seguir la cuarentena escundándose en observaciones, hipótesis, comparaciones de medidas tomadas en otros países, y a ojos de buen cubero tomando medidas con un nivel de imprevisión y arbitrariedad enorme [lo vemos hoy con la prohibición de entrada a mas de 900 connacionales diarios].
La exposición fue un poco larga porque ya todos habíamos leído el excelente documento y el PPT y quedaron mil preguntas y líneas de fuga para explorar. Sin embargo cómo la función del grupo es abrir discusiones, la semana próxima seguiremos con otros temas. Y pronto llegaremos a la sesión 15 donde pararemos un par de semanas, para ver cómo y con qué seguir.
Se siguen escurriendo los días hasta llegar al increíble tercer mes completo cuando un iluminado no tiene empacho en decir que la cuarentena durará hasta el 15 de septiembre: ¿Hasta cuándo?
Parecen detalles, simple especulaciones, pero tener que escuchar las letanías diarias en la TV no solo del conteo de infectados y/o de muertos, sino de que estamos parados en el mismo día que hace 3 meses, con un poco mas de camas, pero sin ningún plan de salida que no sea la reclusión medieval, nos pone de un humor de perros, porque marca la caída en picada en nuestro país de toda racionalidad y de toda posibilidad de revertir nuestra condena hacia el fracaso (invirtiendo la tontería de Duhalde que nos condenaba al éxito).
DIA 89 MIERCOLES 16 DE JUNIO
Es muy de noche en Buenos Aires, termina una semana agotadora, como son todas las de la pandemia. Pero que nos cansan no por lo que hacemos o dejamos de hacer, sino por el absurdo del confinamiento, por los diálogos infinitos con interlocutores innecesarios, por el bombardeo de noticias inanes, y sobretodo por las locuras de los políticos nacionales que juegan con fuego, mientras somos nosotros los que nos chamuscamos.
Ya van 3 meses de absurdo confinamiento sin política sanitaria alguna, salvo la medieval estrategia del encierro masivo a secas. Cada semana una nueva noticia político-económica tensa más el escenario y nos deja con un patita más cerca de la mishiadura. La semana pasa fue Vicentin que todavía hoy sigue siendo un embrollo inexplicable. Esta semana es la partida de LATAM, en el medio el pantano eterno de de la negociación de la deuda. No entremos en detalles particulares que todos conocemos para amargarnos más.
Mientras lo único que compensa es la música (ahora estoy autobombardeandome con mashups), los libros que descubrimos y leemos, las conexiones insólitas que agudizamos al máximo para nuestra cursada en Escenarios del Futuro. Extrañaremos esas clases aunque todavía nos quedan 3 reuniones de evaluación pero más que nada de cultivo de la función patica. The rest is silence,
DIA 90 JUEVES 17 DE JUNIO
El año pasado fue el 50vo aniversario de la publicación de una obra maestra. La primera novela de ciencia ficción escrita por una mujer que ganó el Premio Nébula y el Premio Hugo a la Mejor Novela. Se trata de una historia llena de personajes que pasan por fases biológicas tanto de macho como de hembra.
En un brillante análisis -como todos los que hace- Jorge Carrión le rindió homenaje a la brillante escritora que murió hace 2 años a los 88 en una nota del NYT Ursula K. Le Guin y las escritoras del futuro. En esa obra maestra de la ciencia ficción en particular y de la literatura en general, las síntesis entre contrarios se reproducen en todos los niveles de la representación y de lo representado.
Mucho antes de que se hablara cotidianamente de identidades líquidas (como la de Miley Cyrus), la gran escritora estadounidense imaginó un planeta en que la ambisexualidad es del todo verosímil, cuyos habitantes albergan fases biológicas tanto de macho como de hembra. Como siempre ocurre en la ficción especulativa, se trata de una estrategia para pensar con distancia en nuestro propio mundo.
Hija de antropólogos, Ursula K. Le Guin trabajaba en sus novelas con herramientas cercanas a una antropología utópica. Las atrevidas ideas sobre género y sobre relaciones interespecies que Ursula K. Le Guin planteó hace medio siglo se han vuelto comunes en buena parte de la producción filosófica y narrativa de nuestra época. Donna J. Haraway o Vinciane Despret, por ejemplo, recurren constantemente a su obra —y a la de otros grandes autores de ciencia ficción— para comprender nuestras interacciones personales y con especies compañeras.
Lo increíble es que apenas en dos cuartillas Carrión no sólo reconstruye la imaginación instituyente de Le Guin, sino que al mismo tiempo corrobora como su utopía decae a partir del cyberpunk y del capitalismo de plataformas en distopías crecientes (que influyen en la propuesta de dejar de engendrar hijos de Patricia McCormack en The Ahuman Manifesto), y abre caminos a las hipótesis más descabelladas y contraintutivas imaginables.
Ese es el poder de la literatura de primer orden, ese es el poder de la imaginación humana. Romper con todas las convenciones y expectativas. Nosotros, mientras, leemos pavadas periodísticas a granel y vemos como nuestra clase dirigente se estrella contra fantasmas cada vez mas corroídos y deshilachados. Que amplia distancia entre lo que se imagina (pero no se puede concretar) y entre lo que se concreta (pero que ni siquiera habría que imaginar).
La mejor medida del mundo al revés que estamos viviendo son la televisión pública y sus clases de matemáticas plagadas de errores e improvisaciones. Cambiemos de canal y tomémonos algo en serio como fue el caso del análisis sobre Le Guin.
E la nave va.
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DIA 91 VIERNES 18 DE JUNIO
Volviendo a nuestras excursiones arqueológicas a los números antiguos de El País Semanal hoy nos encontramos con varias perlas. Por ejemplo una vieja nota de John Carlin Telenovela real previa al casamiento de Carlos con Camila de 2005, en donde se testeaba la flema británica y la identidad supuestamente fría de los ingleses frente a su otra cara los Hooligans y las borracheras antológicas de los ingleses especialmente en sus viajes depredadores a España.
Antes de la boda unos pensaban que tanto exceso de líos amorosos ponían en peligro a la corona, pero otros creían que a la monarquía no la derrocaba ni el amor ni sus intimidades chabacanas. Ésta es una historia real sobre Camila, Carlos y los ingleses y de porque Carlin tenía razón.
Nos encantó El cuentista feo de Jordi Soler. Mal parecido, alto y desgarbado, Hans Christian Andersen fue agraciado, en cambio, con una imaginación portentosa. Ya pasaron 215 años del nacimiento del autor de los más bellos cuentos infantiles.
Tambien nos anoticiamos de la existencia de Masanobu Fukuoka en esta nota de Alberto Fraile El abuelo de la agricultura natural
Las tesis de Fukuoka se centraron en la filosofía del no hacer (wu wei): “Si se le da una oportunidad a la naturaleza, ella lo hace todo por su cuenta. ¡Nosotros no cultivamos la comida, la naturaleza cultiva la comida!”. Sus obras La revolución de una brizna de paja y Sembrando en el desierto sentaron las bases de la agricultura ecológica y la permacultura, disciplinas que lo consideran su abuelo.
Leyendo notas así, prestando atención a personajes como éstos, rastreando sus fuentes y logros nos reconciliamos un poco con el espíritu humano tan devaluado en estas pampas por tanto mercachifle político y tanto oportunista oficialista (del signo que fuera).
Y se fue otra semana y nuevamente estamos en un viernes de trasnoche. Las varias obras que están en construcción en el barrio siguen en el mismo lugar en el que estaban el 20 de marzo. No pasa nada. Se trata de un presente eterno solo acompasado por la cifra de infectados (probablemente mucho menor que la real), los testeos tardíos, la pérdida del tracing y la épica de la vida que los gobernantes se autoasignan.
Es imposible pelear con los molinos de viento. Por eso leemos, analizamos, ironizamos, parodiamos y tenemos los huevos por el piso. Con todo respeto.
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