VIERNES 31 DE JULIO (DIA 131) Hace pocos días @lamanuc me nominó para que recomendara libros en Facebook. La quiero mucho a Manuela Calvo pero esas nominaciones no me resultan divertidas, así que no creo que acepte su challenge [no lo acepté]. Lo que no quiere decir que no esté interesado en recomendar libros, y más en tiempos de pandemia, donde cada día nos caen 3 o 4 nuevos en las manos, y sobretodo nos raspan las neuronas.
Fue por eso que a lo largo de mucho meses desarrollamos junto a Julito Alonso Dieta Memética que ya ha recomendado 60 titulos + 1 que sumamos hoy [en los meses posteriores sumaríamos una treintena mas porque empezamos a hacerlos una vez por semana]. Las selecciones anteriores oscilaron entre lo temático y lo coyuntural como queda testimoniado en las 5 ediciones previas.
Temporada 01 (01 a 20)
Edición PostHumanismo (21 a 30)
Edición especial Pandemia (31 a 40)
Edición Plataformas GAFA (41 a 50)
Edición Cegueras Cognitivas y/o Ontología Orientada a Objetos (51 a 60)
Como en la variedad está el desafío, en esta ocasión retomamos el producto Dieta Memética con algunos cambios respecto de las versiones anteriores. El más obvio es que a partir de ahora saldremos no dos veces sino una sola por semana, los días domingos. La breve encuesta que hicimos insiste en que estamos al borde de la contaminación mental, la fatiga propia de un capitalismo hiperacelerado que ahora se ha combinado con este interminable encierro, volviendo cada vez más frágiles la atención y la paciencia, dos atributos indispensables en estos tiempos de incertidumbre amplificada.
Por otra parte el confinamiento nos impide cosechar novedades en tiempo real. Es cierto que podríamos acudir a catálogos y boletines de novedades. No faltan los suplementos literarios, especialmente europeos y norteamericanos, que no paran de promocionar títulos en forma incesante. Pero ese trabajo preferimos hacerlo nosotros mismos in situ. Así que para novedades habrá que esperar que las fronteras se abran, los aviones vuelen sin enfermarnos, y las cuarentenas de 14 días no sean el preámbulo a cualquier viaje que valga la pena [que ilusos que éramos creyendo que podríamos viajar a fin de año, seguimos en barbecho y es muy hipotético que podamos hacerlo a fin de este año 2021].
Consiguientemente nuestras próximas recomendaciones se circunscribirán al material impreso que guardamos en los anaqueles de nuestra mayestática biblioteca. U ocasionalmente a algún libro electrónico que almacenamos en la iPad o el Kindle Y que ya conforman casi un 25% de los títulos en papel [un año mas tarde un 50% con títulos publicados mayoritariamente en el ‘¨ultimo qunquenio] En unos días tendrán la primera recomendación mientras el país se cae a pedazos y la tomadura de pelo de los gobernantes (y la oposciêon) no tiene limites.
SABADO 1 DE AGOSTO (DIA 132)
No tengo idea de como Four Futures de Peter Frase (Verso, 2016) llegó a mis manos, pero habrá sido cuando empezábamos la primer cursada de Escenarios del Futuro en UDESA y me pareció un regalo del cielo (o del infierno) como verán. Probablemente me topé con el libro en las primeras semanas de la cuarentena, con escala previa en un artículo que lo preanunciaban con 5 o mas años de antelación Four Futures.
Cuando luminarias como Zizek & Agamben se solazaban con la caída del capitalismo y la extrapolación del estado de excepción que nos catapultarían a otros nivel de la evolución sociocultural, obras como las de Frase (casi un juego sobre los tipos ideales a lo Weber) nos mostraban cómo tratar de encajar el parate mundial del capitalismo en escenarios antinómicos, de fácil caracterización y llamativa contraposición.
En esa nota pionera (a la luz de la crisis financiera de 2008 y la movilización anti-capitalista que se desplegó durante los 5 años posteriores) Frase se abroquelaba en dos hipótesis.
- Una cosa de la que podemos estar seguros es de que el capitalismo terminará. Quizás no pronto, pero probablemente antes de mucho tiempo; la humanidad nunca antes había logrado crear un sistema social eterno, después de todo, y el capitalismo es un orden notablemente más precario y volátil que la mayoría de los que lo precedieron.
- La pregunta, entonces, es qué vendrá después. Rosa Luxemburgo, en respuesta a los inicios de la Primera Guerra Mundial, citó una frase de Engels: «La sociedad burguesa se encuentra en la encrucijada, ya sea la transición al socialismo o la regresión a la barbarie«.
Si aprovechamos esta oportunidad y cómo lo hagamos, dependerá de dos factores principales, uno material y otro social. La primera pregunta es acerca de la escasez de recursos: la capacidad de encontrar fuentes de energía baratas, extraer o reciclar materias primas y, en general, depender de la capacidad de la Tierra para proporcionar un alto nivel de vida material para todos.
La segunda pregunta es política: ¿qué tipo de sociedad seremos? ¿Una en el que todas las personas serán tratadas como seres libres e iguales, con el mismo derecho a compartir la riqueza de la sociedad? ¿O un orden jerárquico en el que una élite domina y controla a las masas y su acceso a los recursos sociales [como ha pasado siempre desde la acumulación primitiva]?
Por lo tanto, hay cuatro combinaciones lógicas de las dos oposiciones, abundancia de recursos versus escasez e igualitarismo versus jerarquía. Para poner las cosas en términos un tanto marxistas vulgares, el primer eje dicta la base económica del futuro poscapitalista, mientras que el segundo corresponde a la superestructura sociopolítica. Dos posibles futuros son los socialismos (solo uno de los cuales Frase llamará con ese nombre) mientras que los otros dos son sabores contrastantes de la barbarie.
El resto del artículo elabora estas cuatro opciones que en el libro alcanzan dimensiones mucho mas meticulosas. Llamémoslo historia virtual, historia hipotética, ficciones científicas, diseño especulativo, lo cierto es que en esta rosa de los vientos de los modelos del futuro se encuentran in nuce los guiones del mundo del futuro. ¿Por donde pasará la resultante?
En nuestras pampas algunos se creen graciosos: Sergio Berni: «Algunos en nuestro espacio leen a Zaffaroni, yo leo a Favaloro y a Giuliani»
DOMINGO 2 DE AGOSTO (DIA 133)
Cuando iniciamos la cursada fundacional de Escenarios del futuro en marzo de 2020, nos enfrentábamos a varios desafíos. Después de todo la prospectiva, la futurología o los escenarios existían en diversos formato desde 1970 -con raíces en las décadas de los 50 y 60- (asociados a los trabajos de Bertrand de Jouvenel, Gaston Berger, Herman Kahn o AlvinToffler de dos décadas antes), y sus resultados no habían sido demasiado brillantes a nivel global
Porque una cosa es hacer escenarios sectoriales (industriales o empresariales) y otra muy distinta es hacer modelos mundiales. Porque una cosa es imaginar tendencias, disrupciones, emergencias, y sorpresas en campos particulares o a nivel nacional, y otra muy distinta es diseñar el futuro del mundo en su totalidad.
Como sucede a menudo en las ciencias sociales, cuanto más complejo es el territorio más difícil es hacer las predicciones, cuantos más actores entran en colisión o asociación menos predecible es el resultado de las interacciones, porque siempre estamos remitiendo a comportamientos no-lineales (donde la resultante nunca obedece a una causalidad simple sino circular), muy difíciles de modelizar.
El panorama del mundo en marzo era el de otro mundo. Las preocupaciones que nos obsesionaban en ese momento (y como tratar de revertirlas) acerca de la algoritmización de la realidad, la siliconización de la sociedad, la manipulación de los datos y el secuestro de la privacidad, de la mano de un capitalismo financiero y especulativo se llevaban toda nuestra energía y capacidad de asombro.
Así las cosas resulta vergonzoso que 5 meses más tarde hayamos retrocedido en tantas áreas y territorios, sigamos encerrados por capricho y la cuarentena se eternice sin que pataleemos demasiado.
LUNES 3 DE AGOSTO (DIA 134)
¿Entendemos las reglas del contagio de la COVID-19? es la pregunta más importante que nos hemos hecho a lo largo del primer semestre. Algo que tratamos tangencialmente en nuestro curso de UDESA que aunque no versa sobre epidemiología (aunque nos fascina el tema del contagio de ideas), ni sobre sus causas dinámicas, y su eventual control (aunque la OMS cree que ello no ocurrirá por un largo rato), es inseparable de la pandemia, la cuarentena y sus mil entrelazamientos. Pero no podemos dar un paso en el diseño de futuros sin hacer algunas observaciones preliminares -muy ayudados por la reciente aparición de una obra hecha a medida del virus como es Las reglas del contagio. Como surgen, se propagan y desaparecen las epidemias (2020), de Adam Kucharski
La regla del contagio más importante ahora mismo es lo rápido que podemos perder el control sobre los brotes. Es crucial que encontremos formas de detener lo que está pasando y para ello vamos a necesitar innovar con mejores datos y respuestas. El gran cambio a partir de ahora será movernos desde reglas y tasas de crecimiento a escala poblacional, a medidas de control mucho más locales.
Si algo que tiene muy especial el COVID-19 es que su transmisión no se puede ver. Por eso para saber cual es la efectividad de las medidas de control hay que mirar lugares que han aplicado medidas en secuencias diferentes (uso de mascarillas/apertura de colegios). Es muy difícil saber exactamente qué está teniendo qué efecto.
Aquí como hicimos casi todo mal suben los contagios, se hacen pocos testeos (15.000 diarios), el índice de positividad es altísimo, superando el 40% y al presidente no se le ocurre mejor idea que atacar a su rival político, el -ex-amigo Horacio Larreta.
MARTES 4 DE AGOSTO (DIA 135)
Nuestras lecturas no paran y cada dia nos encontramos con mas y mas exquisiteces. Por ejemplo una inesperada biografía sobre Philip K. Dick de Emmanuel Carrere Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos. Philip K Dick (1928-1982). Para unos, Philip K. Dick no es más que el nombre de un escritor de ciencia ficción, cuyas obras inspiraron las películas Blade Runner y Desafío Total (Total Recall). Para otros, es uno de los escritores esenciales del siglo XX. Y, para unos pocos, es el agente de una auténtica Revelación. Una cuestión obsesiva que ha hecho de su vida caótica una extraña odisea espiritual: ¿Quién sabe lo que es realmente?, ¿Quién de nosotros puede probar, por ejemplo, que Alemania y Japón no ganaron la guerra, que vivimos en la Tierra, que somos hombres, que no estamos muertos?
En California de los años sesenta, esas vertiginosas dudas llevaron a Dick a un encuentro con las drogas. Confió en que le darían acceso, más allá de los simulacros, a una Realidad Última. Se convirtió en un apóstol del LSD, un gurú de la contracultura. El hombre en el castillo, Ubik, La penúltima verdad, novelas que se mueven en el estrecho filo entre la revelación y la locura, fueron la Biblia psicodélica para toda una generación.
Entonces el sueño se convirtió en pesadilla. El explorador de la conciencia se perdió dentro del laberinto. En 1974, tras los años de vagabundeo espantoso, tuvo una experiencia mística, y hasta el momento de su muerte se preguntó si era un profeta o el juguete de una psicosis paranoica, y si existía una diferencia entre ambos. A los que Dios habla ¿oyen algo más que su propia voz?
MIERCOLES 5 DE AGOSTO (DIA 136)
A veces lo más obvio resulta ser lo más lejano Y lo más incomprensible, visiones que parecían interesantes, se disuelven como pompas de jabón. Y temas que alguna vez estuvieron en las candilejas pasan asi a un segundo plano.
Es el caso del automatización. Y muy particularmente del modo en que afectaría, estaría afectando, y habría de afectar en mediano y largo plazo, la ocupación, el rol de la fuerza de trabajo, y en definitiva el futuro del trabajo si es que éste, todavía existe
Tantas tonterías se dijeron el nombre de la automatización (sobretodo que terminaría (o no) con el trabajo humano y en qué proporciones) que hace ya rato que no le prestamos demasiada atención (aunque adoremos los libros de McAfee y Bryjolfsoon).
A medida que las distintas generaciones de inteligencia artificial finalmente están modificando de forma dramática ese escenario del hipotético fin del trabajo (y como nos afectaría, sobretodo en la periferia) tanto los manuales como los cognitivos está haciendo usurpados por nuestros yoes digitales.
Mientras, llegó la pandemia y mandó a parar. Cambiaron drásticamente nuestros hábitos de consumo (como muestra Olivetto en 7 tendencias que llegaron para quedarse), la vida pública casi desapareció, lo masivo, la proximidad y lo más de lo mismo simplemente se extinguieron (¿hasta çuándo? ¿para siempre?) como cree Neill Ferguson en En cinco años olvidaremos cómo era la vida en 2019 .
Buen momento para barajar y dar de nuevo, De pronto el sueño de los deconstruccionistas culturales (a la Baudrillard) y de los descajanegristas (a la Latour) se hizo realidad. Y aparentemente todo podría resetearse y empezar de nuevo.
Eso seguramente no ocurrirá aca donde estamos flotando en el día de la marmota registradas por notas como éstas: El nuevo relato K: disparen contra Mauricio Macri o El «virus» de Cristina Kirchner y la inquietante pelea por la inseguridad
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