Tantos empleados y tan poco interés por lo que hacen
Antes de la pandemia, sólo un 5% de la población mundial en condición de formalidad estaba contenta con su trabajo. Si bien la oferta formativa no convencional ha explotado en los últimos 10 años (para contrarrestar la inocua formación universitaria cada vez mas desfasada tanto de las competencias exigidas por un mercado laboral de intangibles, pero también de cosmovisiones globales perdidas), son muy contados los ejemplos de centros de entrenamiento que estén sintonizados con diseñar el futuro en vez de meramente dedicados a emparchar el pasado.