Viernes 22 de Octubre en Barcelona
Ya los pies se nos caían y nos faltaban aún un par de perlas. Habíamos estado el día anterior en Ona, un oasis que combina Librería con Museo, pero estaba cerrada al mediodía. Por eso a caballo de cerrar la valija, juntar los petates y no perder nada en ek camino, no queda otra que dar la vuelta a la manzana y entrar esta vez si a la increíblemente bella Ona.
Según Montse Úbeda -con la que hablamos- la nueva Ona es “como un MoMa” y “el legado de Tatxo Benet”. Un templo. Una catedral laica para los libros. Una basílica moderna de visita obligada que en vez de frescos de Giotto o lienzos de Veronese tiene en sus casi mil metros cuadrados de la calle Pau Claris obras de Damien Hirst, Rogelio López Cuenca, un Gernika dibujado a la manera de Jackson Pollock o escritos y dibujos de Bob Dylan. Y, como en todo templo que se precie, en la nueva y espectacular librería Ona no puede faltar un tótem: una gran escultura inflable de Guillermo Basagoiti.
Aunque podría haberme quedado horas en ese santuario tenía que hacer una escapada a la Universidad de Barcelona donde Jordi Carrión estaba presentando nuevamente su libro Membrana en una clase poblada de doctorandos que al cierre hicieron preguntas algunas muy finas, y otras muy retóricas.
No importaba. A medida que avanza la presentación Jordi va afinando sus autopercepciones y cala cada vez mas hondo en el trabajo que -a gusto de varios- es la mejor obra de su extensa carrera, que igual promete mas mucho mas.
Nos quedaban unos minutos así que fuimos al Chica Boom a la vuelta de la UB y desayunamos/almorzamos un estrambótico café con leche con exquisiteces brasileñas como Pan de queijo y Kippe, pero los dos somos muy viajados y felices en inmersiones culturales y remixes culinarios.
Faltaba una escala mas. Teníamos que ir pasando el Arco de Triunfo e internarnos nuevamente en los alrededores del Centro Cultural del Born. Ahora tendría lugar el encuentro de un rato largo de duración pactado con Luki Huber. Llegamos a su oficina cuando terminaba un training en Manual Thinking.
Los viernes a la tarde en España casi no se trabaja y Luki ya levantaba sus petates, que incluían una caja de cerveza comprada en Alquimia y para el cierre nos quedaba una estancia en el Sur Café con su hospitalario motto #LQQCQ lo que quieras cuando quieras, donde degustamos unas ricas cervezas y hablamos de mil cuestiones, algunas que se traducirán en hechos (¿pero acaso no es un hecho alentador conversar presencialmente de lo lindo con la gente que vale la pena?
Ya solo quedaba riendo para ir a buscar la valija. Pasamos por el K+K Hotel Picasso y sus carteles de Feliz Volver a Verte en varios idiomas, por Aire Ancient Baths, Foto Colectania
y allí si nos empezamos a despedir de la bellísima Barcelona después de haber tomado hasta por los codos aire renovado, ideas crepitantes, abrazos fortalecedores y la constación de que siguen habiendo otros mundos cuando aquí nos asfixian permanentemente. Que no todo es grieta y sanata sobre la grieta, de que nos merecemos otros dimes y diretes, y otras fantasías que las que nos cuentan los devaluados gurúes locales.
Habíamos estado 18 meses encerrados en parte por la pandemia y en parte por las horripilantes decisiones de nuestros gobernantes (oposición incluída) lo que no obstó para que 116.000 connacionales murieran, la mitad de ellos durante 2021 por una combinación de ineptitud, desapego pero sobretodo calculos electorales delirantes.
Asi nos fue, así nos va ¿Cómo nos irá? Como siempre dependerá de nosotros y de que veamos mucho mas alla de la grieta y de la impotencia que se ha convertido en el ADN Nacional.
Por suerte Internet, algunos viajes continentales, varios interlocutores internacionales y nuestra conexión permanente con el otro lado de nuestras fronteras nos prometen resistencia, resilencia, reinvención y muchas otras variantes del re-nacer.
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